jueves, 26 de febrero de 2009

PIGS ON THE WING



Esto es lo que se veía desde la ventanilla del tren que me llevaba de Victoria Station hasta el aeropuerto de Gatwick.
Seguro que lo habéis reconocido. Por si acaso os dejo una pista mientras ordeno un poco mi vida. ¡Qué estrés esto de los viajes!


viernes, 20 de febrero de 2009

CARNAVAL



Mientras Peliqueiros, Cigarrons y Pantallas se preparan para el Carnaval más espectacular de estas tierras, Lula Fortune tomará un rumbo bastante diferente.

Que ustedes lo pasen bien. Clic


Yo lo intentaré con todas mis fuerzas. Clic

lunes, 16 de febrero de 2009

RIP


Mi móvil ha muerto. Después de una corta agonía en la que el bloqueo de las teclas le impedía mandar mensajes de socorro, me ha dejado definitivamente. Ahora yace en el último cajón de mi mesa, todavía tibio, con las pequeñas muescas que imprime el uso diario, con el colgante de una zapatilla que le regalé nada más comprarlo. Yace destripado, pues su última y generosa voluntad le hizo donar su órgano principal, la tarjeta de memoria, a otro modelo de flamante carcasa.
Pero yo sé que no será lo mismo.



Cuando mi padre vendió el Seiscientos, nos dio mucha pena pero intentamos concentrarnos en el nuevo Ford. Un auténtico Ford Fiesta color terracota que ocupaba su lugar frente a nuestra casa. Hasta que un día, cuando íbamos por la calle, pasó a nuestro lado. No iba dentro la silueta reconocible de mi padre y le habían quitado la pegatina del Barça, pero era él. Y cuando llegó a nuestra altura mi madre y yo nos estremecimos:
- ¿Has visto? -dijo mi madre con lágrimas en los ojos- nos ha mirado.

Desde entonces y quizás por un inexplicable sentimiento de traición hacia el Seiscientos, siempre me ha parecido que ciertos objetos tienen alma. Que adquieren sin pretenderlo partículas de nuestro ser, átomos de nuestra existencia compartida que van prendiendo como motas de polvo en sus metálicos entresijos.





Poco después del fallecimiento del móvil, mi viejo portátil ha sufrido varios desfallecimientos. Nada grave, según parece, pues se reinicia renqueante pocos minutos después y sigue trabajando con aparente normalidad. Desde entonces, observo sus reacciones: su dificultad para rastrear el wifi, sus resoplidos buscando programas, el ruido espantoso de sus tripas al cerrar archivos... creo que intenta decirme algo.
Sé que los nuevos aparatos serán mejores, más rápidos, más vistosos, más modernos, con más funciones. Sé que mi vida será más fácil ( o no) y que con el paso del tiempo apenas recordaré el tacto deslizante de sus teclas.
Pero lo que no sé es si podré desprenderme algún día de sus tristes miradas de adiós.

sábado, 14 de febrero de 2009

PARAÍSO


Así de preciosa estaba hoy a Illa de Arousa.

Puerto pesquero de a Illa.




Praia Area Secada




Faro de Punta Cabalo


Punta Cabalo


Para que no digáis que nunca pongo fotos mías...


SHOUT



Alguna vez me hubiera gustado cantar y bailar una canción así. Buen fin de semana.


miércoles, 11 de febrero de 2009

MANUALE DE AMORE


La noticia se leía estos días en el periódico: estudiosos de la Universidad de Siena han encontrado el primer manual para escribir cartas de amor en la Edad Media.
Buscando antiguos textos de retórica inéditos en la Biblioteca Capitular de Verona, se dieron de narices con un pergamino del siglo XII que constituye uno de los primeros manuales de retórica epistolar medieval, donde al autor enseña a escribir cartas entre maestros y discípulos, padres e hijos y donde también aparece un capítulo entero dedicado a las cartas de amor. Lo que demuestra que los seres humanos seguimos siendo un poco lerdos en cuestiones de comunicación amorosa.
El texto está firmado por un tal Guido, quizás un clérigo de Caserta, y en él se dan explícitos consejos a las mujeres, lo que probaría la existencia de un público femenino alfabetizado, como explica un profesor de dicha Universidad.
¿Y qué se dice en ese manual? Pues los consejos van desde cómo saludar hasta cómo despedirse, pero también cómo debe escribir una mujer a su esposo o un amante a su amada.

Se aconseja alabar siempre la belleza y las cualidades del destinatario recurriendo a ejemplos mitológicos de célebres parejas (Paris y Helena, Píramo y Tisbe) o buscando similitud con piedras preciosas o enviando "tantos saludos como peces hay en el mar" o "flores lleva el verano".

Se debe recurrir a expresiones que indiquen la incapacidad de escribir sobre un sentimiento tan grande: "te amo tan profundamente que no sería capaz de explicarlo aunque todos los miembros de mi cuerpo pudiesen hablar".

Cuando el remitente deba contar cualquier cosa al destinatario puede utilizar expresiones del tipo: "tu belleza sabe que...", "tu dulzura conoce...".

La lejanía del sujeto amoroso, el recuerdo de momentos felices transcurridos juntos asume las características del mal de amor: "la mente no responde", "el ánimo enloquece de tanta alegría".

Y, en fin, también aparecen en el manual pasajes más explícitos que aluden al amor físico, se habla de "abrazos", "besos", "dulces cosas para hacer juntos".



Dejo aquí estos consejillos para quien precise de ellos y de paso os propongo que me digáis cuáles son vuestros poemas o textos favoritos que hablen de amor. Uno de los que más me gustan se escribió algunos siglos después de este curioso manual y se titula Amor constante más allá de la muerte. Con esto está todo dicho.

Cerrar podrá mis ojos la postrera
Sombra que me llevare el blanco día,
Y podrá desatar esta alma mía
Hora a su afán ansioso lisonjera;
Mas no, de esotra parte, en la ribera,
Dejará la memoria, en donde ardía:
Nadar sabe mi llama el agua fría,
Y perder el respeto a ley severa.
Alma a quien todo un dios prisión ha sido,
Venas que humor a tanto fuego han dado,
Médulas que han gloriosamente ardido:
Su cuerpo dejará no su cuidado;
Serán ceniza, mas tendrá sentido;
Polvo serán, mas polvo enamorado.

FRANCISCO DE QUEVEDO (1580-1645)



domingo, 8 de febrero de 2009

GOODNIGHT BENJAMIN,GOODNIGHT DAISY


- ¿Me querrás cuando tenga arrugas en la cara, el cuerpo flácido y me olvide de las cosas?

- ¿ Y tú me querrás cuando tenga acné, cuando me asuste de la oscuridad o me haga pis en la cama?


El destino de Benjamin Button aparece ligado a un primoroso reloj que gira en sentido contrario para satisfacer la desesperada necesidad de su creador de devolverle, aunque sea simbólicamente, la vida a su hijo.

Y aceptando la vida como viene, sin haber elegido su condición, Benjamin intentará vivir como lo haría cualquier ser humano: de la mejor forma posible. Se convierte en espectador de la Historia, de las vidas de otros y de su propio e inusual transcurrir.
Lo que en un principio parecería un relato descabellado acaba revelándose en una metáfora perfecta de nuestra propia vida: nada es definitivo, nada es inamovible. No importa que te equivoques, siempre que quieras puedes empezar de nuevo, no hay reglas. Aunque en esa absoluta libertad lo único que no puedes cambiar es el paso del tiempo, poco importa que vaya en una dirección o en otra. Los seres que amas irán desapareciendo en el camino, el amor, la pasión, el paraíso... nada es perfecto eternamente. De ahí la importancia de vivir cada momento con intensidad y entrega.
Despojados de nuestros aditamentos sociales y sin la necesidad de cumplir unas metas, todos los seres humanos estamos hechos de la misma pasta imperfecta y mortal. Podrás sentarte en el porche, atisbando la luz de la tarde o una brisa que cambie el movimiento de los árboles; podrás rebelarte, blasfemar y escupir, como el tatuado capitán del barco, pero al final, no te quedará más remedio que aceptar marcharte.



Basado libremente en un relato de F. Scott Fitzgerald, el director David Fincher nos ofrece una historia de exaltación de la vida en toda su esplendorosa, variada, apasionada e incompleta normalidad.

Sin embargo,

la perfección existe

y se llama Brad Pitt.





jueves, 5 de febrero de 2009

COMENIUS (2º PARTE): PAISAJES


Castellanza es un pequeño pueblo cerca de Milano y de la región de los lagos. A pesar de su situación envidiable, no puede decirse que posea un encanto especial. Se desarrolló a la sombra de una antigua fábrica textil, hoy convertida en Universidad, pero en realidad toda su vida comercial dormita a la sombra de Legnano, una pequeña villa que ofrece encantadoras vias peatonales, lujuriosas pastelerías y trattorias de manteles rojos donde perder el sentido.



Como contraste, Milano apareció como un hervidero de coches, tranvias, motorinos y viandantes que desafiaban a un viento glacial empeñado en seccionar mis extremidades. Caminé desde la estación, bajo ese cielo gris y opaco, por via Dante hasta desembocar en el Duomo.






Todos los caminos, en Milano parecen concluír en la explosión arquitectónica del impresionante Duomo. Y solo hasta que estás debajo de sus pináculos comienzas a creer que todas esas filigranas son realmente de piedra -una piedra blanca y rosada, recién restaurada- y no de finísimo encaje.






Trepé por sus torres hasta perderme entre gárgolas y niebla, hasta creerme parte de un sueño brumoso y hasta que me despertó la radio de unos curritos colgados de un andamio en la torre de la Madonnina.






Y de un santuario a otro.
Después de la obligada visita a las galerias Vittorio Emannuelle, después de pisarle las bolas al toro, conjurando la mala suerte y dejar atrás la insulsa fachada de la Scala, llegué a via Manzoni, 31.





Sí, estuve en la espina dorsal, en el corazón y el alma de Giorgio. Un edificio de varias plantas por el que pude pasear con absoluta libertad (no photos, please) entre ropa casual, complementos, joyas, ropa de casa e inalcanzables, maravillosos, refinados y perfectos trajes de noche. Y con absoluta libertad me marché -en estado místico, eso sí- con los precios haciendome chiribitas en los ojos.



Sólo un paso de cebra separa la casa del dios Armani de la via Monte Napoleone, una calle exquisita, flanqueada a ambos lados por todo aquello que conforma, átomo a átomo, la palabra Lujo: Salvatore Ferragamo , Dior, Gucci, Versace, Valentino... brillan en la oscuridad de la tarde con calculada e hipnótica simetría







Y mientras tú, simple mortal, te cruzas con milaneses orgullosos de indiferente mirada. Viejas de morros tuneados y gafas con logo brillante dentro de indecentes abrigos de pieles; mujeres maduras con chaquetones ajustados, maquillaje perfecto y tacones de vértigo; hombres con elegantísimos abrigos de paño, bufandas gigantes y zapatos primorosos; jóvenes de de excéntrica y calculada imagen, con deportivas chillonas, bolsos de marca y cortes de pelo imposibles: un auténtico, Esplendor en la niebla.



El lago di Como supuso un remanso, un tanto decadente, entre tanta vorágine milanesa. Fue el único día en que vi el sol. Y resultó agradable dejarse acariciar por esa tibieza, como un lagarto perezoso, dormitando en sus plácidas orillas.



Allí había ancianos solitarios leyendo el periódico, ancianas parejas paseando, ancianos cuidando a sus nietos, ancianos por todas partes.

Y cuando estaba a punto de hundirme en una melancólica reflexión machadiana... sonó el móvil.




lunes, 2 de febrero de 2009

COMENIUS (1ª PARTE) : LAS PERSONAS

Castellanza, 8 am.

Llegamos a Malpensa con la curiosidad y la inquietud de saber cómo o quién nos recibiría. Pronto salimos de dudas: nada más traspasar la puerta de Arrivi (Llegadas) allí estaba Ivana Morlacchi, diminuta, elegante, educada y perfecta, acompañada de su mamma que, embutida en tremendo abrigo de visón, sujetaba un cartel con la palabra Comenius. Y si algo he traído de este viaje, además del fruto del trabajo, ha sido el calor humano, la cordialidad con que se afanaron en arroparnos del frío invierno milanés.

De izquierda a derecha: la Morlacchi y Giovanna.


La Morlacchi, como la llamaban sus colegas, era una mujer silenciosa y amable, que se deslizaba como un colibrí con sus trajecitos de chaqueta y sus tacones de vértigo por los pasillos del Enrico Fermi. De discreta y eficiente presencia, siempre tenía una sonrisa preparada y una palabra cálida dispuesta para ti.

La otra mitad de la Morlacchi era Liliana Rossetti, la Rossetti, artífice del proyecto y verdadero motor de este encuentro. De aspecto cercano y poco ceremonioso, escondía sin embargo, una voluntad férrea, una seguridad impenetrable y una vocación a prueba de bomba. Con gesto nervioso y de exagerada teatralidad, la Rossetti dominatrix, blandía su látigo con afabilidad sobre un ejército de jovencísimas colaboradoras que no dudarían un segundo en inmolarse para perpetuar el quehacer laborioso de su mentora. Ella marcó el ritmo de maratonianas y fructíferas sesiones de trabajo, en las que solo se permitían breves pausas de capuccino y chocolatinas.


Annia venía de Alemanía (y perdón por el ripio) era desgarbada, simpática y aficionada al chianti. Fue la primera en romper el hielo al preguntar si George Clooney estaría en el Lago di Como para recibirnos.
El último de este encuentro en la cumbre fue nuestro querido Leos. El chico checo, como le llamábamos bromeando, fue nuestro fiel acompañante durante toda la semana. Se emocionó con Italia, con el proyecto y con las jóvenes ayudantes de la Rossetti, todo hay que decirlo. Estaba feliz, exultante; y cuando nos despedimos, con verdadera emoción, solo nos dejó ir bajo la promesa de visitarlo en Praga la próxima primavera.




De izda. a dcha.: mi colega Esther, la Rossetti, Annia y Leos.


Resultaría larguísimo seguir nombrando a todos aquellos que se mantuvieron atentos a nuestras necesidades, pero también injusto no mencionar a Stefano e Ilaria, nuestros magníficos cicerones en Milán; a Giovanna y Sara que disfrutaron con nosotros de un cálido atardecer a orillas del Lago di Como; a Alexia y su desbordante alegría, a Ana, a Alexandra...



Ilaria y Stefano junto a Esther y Leos en Milano.

Sara, Esther, Leos y Giovanna en el Lago di Como.


Han sido días intensos, agotadores, llenos de caras amigables, de sonidos en distintas lenguas, de obtusos formularios europeos, de tormenta de ideas, de ilusión, de pizzerías olorosas, de improvisadas lecciones de checo, de viajes en tren, de heladas mañanas invernales y... por qué no, de felicidad.



domingo, 1 de febrero de 2009

FEBRERO


Appena arrivata!

Mientras deshago las maletas y pongo en orden mis fotografías, aquí os dejo completamente gratis al encantador chico-febrero.

Stefano Accorsi (Bologna 1971)
Se hizo conocer, de forma simpática, en Italia gracias a un anuncio publicitario y a su inglés macarrónico. Desde entonces, puede decirse que es un actor de éxito, muy admirado en su país, Francia y Gran Bretaña. Ha hecho teatro y rodado un montón de películas. En 1999 ganó un David de Donatello con la cinta de Luciano Ligabue, Radiofreccia y en el 2002 gana la Copa Volpi como mejor actor en el Festival de Venecia con Un viaje llamado amor.

En el 2006 tiene un hijo con Laetitia Casta y se traslada a vivir a Francia. Ignoro el estado de su actual situación sentimental. En todo caso (y esto va para las chicas) podéis disfrutar durante un mes entero de su hechizadora sonrisa de chico bueno-con-derecho-a-roce.
Buon appetito.