lunes, 30 de noviembre de 2009

PADRES


¿La relación con mi padre? pues no tengo ninguna aunque él viva sobre el mismo techo. La mayoría del tiempo se pasa encerrado en su cuarto viendo la televisión y comiendo, cuando viene de trabajar de Argentina.
Yo no sé de su vida ni él de la mía puesto que le tengo un rencor absoluto. Para mí, ni me va ni me viene. Él lo único que hace cuando está aquí es meterse en cosas que no le incumben.
Resumiendo, la relación con mi padre es pésima, es como un desconocido que vive con mi madre."
N. 14 años.

Yo hablo con mi padre sólo de cosas del colegio o el instituto, cosas de casa, pero otras cosas, no. Por ejemplo, no le cuento de mis amigos o de mis "amigas" ni de los deberes ni de las notas de los exámenes. Cuando me pregunta le digo que todo va bien, pero nada va bien, casi todo va mal. Yo a mi padre no le puedo contar mucho de mis amigos o de mí porque después no me deja andar con ellos o me castiga.
M.13 años

Bueno, desde pequeñita la relación ha sido buena. Es alto, moreno y my simpático. Con el paso del tiempo él se hacía mayor y yo ya no era una niña pequeña y nos fuimos distanciando cada vez más y más. Luego ya no nos veíamos nunca, comíamos de vez en cuando, pero nunca...
Para mí siempre ha sido el mejor y lo quiero.
C. 16 años

Nuestra relación es cero, no tenemos relación, mejor os cuento desde el principio. Mis padres se separaron cuando yo tenía 10 años. Lo pasé fatal, pero era por el bien de todos, él bebía, por eso se divorciaron.
Fui con él un fin de semana, pero nunca más quise volver, estaba hecho un asco. Mi madre dice que desde que se separaron mi hermana y yo hemos cambiado, y como yo le digo: la gente cambia. Yo no lo quiero y me da igual todo lo que le pase.
N. 14 años


Hace años la relación con mi padre era escasa, muy pocas veces lo veía por su trabajo, hasta que a los nueve años mis padres se separaron. Yo me fui a vivir con mi madre y sólo pasaba algún que otro fin de semana con él.  A día de hoy la relación ha mejorado, lo veo de vez en cuando, comemos juntos. Le tengo un gran cariño y si no voy más a visitarlo es por su actual pareja. Aún así lo quiero y mataría por él.
N. 16 años

Mi padre se llama Alfredo, es carpintero y también instala cocinas. Yo y mi hermana lo vemos de viernes a lunes, el fin de semana. Él es bastante bueno, me deja salir a donde quiera, me compra todo lo que le pido o incluso deja que mis amigos estén en casa o se queden a dormir.
Mis padres se separaron cuando yo tenía cinco años, se juntaron y se volvieron a separar. Pero eso es una cosa que no me afecta demasiado.
C. 13 años

La relación con mi padre es buena, aunque mis padres estén separados. Cada fin de semana voy a su casa y charlo con él, me ayuda a hacer los deberes. Los veranos y las Navidades loa paso con él y es genial. Lo único que no me gusta es que a veces por su trabajo, paso mucho tiempo sin verlo y me pongo triste.
C. 13 años.


Fragmentos de trabajos escolares recopilados por mi querido señor Tanner.


viernes, 27 de noviembre de 2009

ESTRÍAS

¿Qué se puede hacer con una madre boa constrictor y una vida que NO quieres llamando a tu puerta? 
¡Dejarlas bien atrás!
  CLIC

¡BUEN FIN DE SEMANA!

miércoles, 25 de noviembre de 2009

TERRORRRRRR

No es que yo sea aficionada al cine de terror, más en concreto al subgénero de los zombies, pero he de reconocer que me lo pasé estupendamente viendo esta película.
Planet terror (2007) es una cinta de Robert Rodriguez que se incluye, junto con Death Proof de Tarantino, en un paquete único títulado Grindhouse.
La experiencia intentaba imitar el fenómeno de las sesiones continuas con películas de serie B o Z, de ahí que se estrenasen en todas partes, menos en España, de forma conjunta. La fidelidad al género llega a tanto, que incluso se introducen cortes, rayazos, líneas blancas, pérdida del color, como en aquellas vapuleadas copias que nos llegaban al cine de barrio después de haber recorrido toda la ciudad. La música, los títulos de crédito, todo tiene un inconfundible aire setentero.
Pero no estamos ante una burda parodia del cine visceral (de vísceras, se entiende) sino ante un homenaje gamberro, desenfadado y divertido. El montaje trepidante, la acción bien dosificada, personajes únicos (¿o acaso no lo es la stripper  mutilada?), dialogos con la justa dosis de macarrez:
 ÉL: Esa chupa era mía. La busqué durante dos semanas.
ELLA: ¿Y cuánto tiempo me buscaste a mí?
ÉL: La chupa era mía. Tú, no.

Es que me pirran. Es una debilidad, lo reconozco. 

Robert Rodriguez hace un ejercicio de estilo nada desdeñable que rezuma entretenimiento y buenas dosis de humor enloquecido. Nos invita a dejar los prejuicios fuera de la sala y disfrutar como niños. Y eso ya es mucho.

¿El argumento? Ah! sí : Un misterioso gas verde, filtrado de unas instalaciones militares, convierte a quien lo inhala en un ser hambriento de carne humana además de producirle purulentas mutaciones en todo su cuerpo. Una stripper mutilada y su exnovio liderarán un extraño grupo de personas inmunes, cuyo objetivo será ¡cómo no! salvar a la Humanidad.

Si tenéis la paciencia de ver el trailer que he puesto en el anterior "Clic" comprobaréis que hacer un buen trailer tiene su ciencia. Yo creo que es un género en sí mismo. Cuántas veces, en el cine, después de ver tres o cuatro, he agradecido a su director la pericia de hacerme ver la película en dos minutos y ahorrarme una entrada.
En Grindhouse también se incluyeron, entre cada cinta, trailers falsos de películas inexistentes como ésta de Machete (CLIC). Aunque en este caso, al director le pareció tan lleno de posibilidades que acabó escribiendo el guión entero y rodándola.
 ¡Qué grande es el cine!

martes, 24 de noviembre de 2009

SPRITZ

La primera vez acabé escupiéndolo discretamente en una alcantarilla.
Después aprendí que cada barman en Venecia dice poseer el secreto del verdadero brebaje.
El tiempo me demostró que cada secreto descubierto era auténtico y único porque cada sorbo que daba, se llevaba prendido un pedazo del lugar en el que lo tomaba: generosos y exquisitos spritz en el Campiello del Remer, intensos y breves en la trattoria "I Quarenta Ladroni", melífluos y modernos en Rialto... 
Y sólo la perseverancia puede llevarte a ese momento de íntima complicidad con el camarero, cuando le miras a los ojos de una forma extraña y él comprende que ya has bebido suficientes combinados para turistas. Entonces, sólo entonces y después de haber echado el cierre de la persiana, te ofrecerá el ansiado veneno que has estado buscando tanto tiempo.
Silenciosos y amargos spritz, en aquel callejón que me llevaba a casa la noche antes de mi partida. 

Ayer estuve viendo un programa sobre Venecia. Tengo que dejar de ver la tele.

lunes, 23 de noviembre de 2009

EL PODER DE LOS DESEOS


En aquel preciso momento el hombre se dijo:
qué no daría yo por la dicha
de estar a tu lado en Islandia
bajo el gran día inmóvil
y de compartir el ahora
como se comparte la música
o el sabor de una fruta.
En aquel preciso momento
el hombre estaba junto a ella en Islandia.
JLB

viernes, 20 de noviembre de 2009

LOST


Algunas veces, sólo cuando estamos perdidos somos capaces de vivir los momentos más intensos.
BUEN FIN DE SEMANA

jueves, 19 de noviembre de 2009

LOCALISMOS


Dicen que de una puta y un portugués nació el primer vigués. 
No se me ocurre un principio más portuario y literario para esta ciudad, aunque sé que bajo esa afirmación subyace cierta actitud foránea y despreciativa.
Dicen que la ciudad es dura, caótica, que somos autocríticos, que confundimos el verbo mirar y ver, que bebemos el vino tinto en taza, que nuestro acento es inconfundiblemente cantarín...

Dicen también que somos acogedores, cosmopolitas, dinámicos y emprendedores, que se aprende a amar la anarquía loca de su ritmo y sus calles, que tenemos un humor dulce e irónico, que somos tolerantes e independientes, que somos seres de mar -¡el mar!-, que comemos cosas raras como percebitos y ostritas, que (a pesar de todo) la suavidad del clima nos hace tener buen rollo y ser amantes del cachondeo.
Y lo más importante de todo: tenemos un culo y unas piernas estupendas de tanto subir y bajar por sus cuestas.
Por todas esas cosas y alguna más que me dejo en el tintero: ¡gracias papi y mami! 

martes, 17 de noviembre de 2009

FREE ?

En mi centro de trabajo han decidido cambiarse al Software Libre. 
Entre los servicios que la empresa instaladora ofrece, está incluída una charla "concienciadora" sobre las bondades de la nueva revolución de las multitudes inteligentes.

Este hecho me ha permitido conocer un poco más a Richard Stallman, un tipo de lo más curioso, con aire de gurú visionario y simpático (se parece un poco a Richard Dreyfuss ¿verdad?). Sus teorías no dejan de parecerme atractivas aunque en la vehemencia de su defensa se asemeje más a un predicador que a un coquito de la informática: CLIC

Sea por las excelencias del nuevo sistema , sea por las aptitudes didácticas del conferenciante (un brasileiro de verbo apasionado y meloso), lo cierto es que salimos todos encantados de habernos conocido, aliviados de no contribuir a la deforestación del Amazonas y absolutamente conversos al Free-Free, por lo menos en teoría.
 Sin embargo la sombra de la desconfianza planeó sobre mi cabeza todo el día. Suelo sospechar de los vendedores a domicilio, de los dependientes que te persiguen por la tienda, que entran en el probador para dar su opinión. 
Si la idea del Software Free es tan maravillosa, debería bastar por sí misma ¿no? 
El hecho de que lo utilice el Vaticano, la NASA o el gobernador Schwarzenegger no me tranquiliza exactamente. 

No entiendo nada de los entresijos de este mundo, soy una simple usuaria, lo mismo que conduzco un coche sin conocer las tripas mecánicas que rugen en su interior. Pero lo cierto es que el uso del nuevo sistema ha venido a complicar, y mucho, el tiempo de trabajo. Aclararé que algunos de los programas que necesito usar (con la Administración hemos topado, Sancho amigo) son incompatibles con el Fre-Fre, así que debo manejarme diariamente entre esos dos mundos matrix sin tener muy claro en qué lado estoy de la pantalla.
Los problemas que está generando dicha compatibilidad hace que los informáticos de la empresa instaladora (majísimos, oye) vivan prácticamente allí. Es inevitable que cada vez que los llamo, resuene en mi cerebro el timbrecito de la máquina registradora y vea en sus ojos el tenue reflejo del símbolo del dólar, como en el tío Gilito.

Y cuando llego a casa y enciendo mi maravilloso MacBook desde el que os escribo, creo que como en todas las guerras, el soldado raso es el que paga el pato.
Nadie es tan Free como parece, pero si puedo tener la ilusión de elegir, prefiero ser yo misma la que elija mis cadenas.

lunes, 16 de noviembre de 2009

ANUNCIOS POR PALABRAS



Cambio: piso en propiedad (zona céntrica y vecinos simpáticos), coche en buen estado (ITV pasada), trabajo estable (sueldo decente, buenas vacaciones), posibilidad de contactar con amigos cachondos (y un poco gamberros).
Por: algún rinconcito del Sur, días luminosos, semanas sin lunes, el sol en mis ojos...

Nada de melancolías gallegas: ¡Hasta los (coj...) ovarios, de la (p...) maldita lluvia!

viernes, 13 de noviembre de 2009

EL ROSTRO DE JEAN PIERRE


Hace poco vi "Los 400 golpes", una película hermosísima de François Truffaut. La historia de ese preadolescente inadaptado vagando por las calles de París me pareció tejida en plena actualidad, no sólo por lo que cuenta, sino por la poética brutalidad con la que el director aborda  su labor. 
Me quedo con la imagen del pequeño leyendo a Balzac mientras apura un pitillo: CLIC
Me quedo con el desconcierto del niño/hombre al conseguir su anhelada libertad: CLIC

Me quedo con el rostro inalcanzable de Jean Pierre Léaud. 
Me quedo con Truffaut.
De vez en cuando hay que volver a los clásicos. 
Rectifico: siempre hay que volver a los clásicos.

BUEN FIN DE SEMANA

lunes, 9 de noviembre de 2009

LIBRE


Algunos libros llegan a tu vida de forma sigilosa y se quedan ahí, en la repisa de tus días, sin protestar, sin pedir nada, con la presencia silenciosa y discreta que sólo las grandes obras saben tener. Hasta que un día sin más, los ves y los abres y descubres con asombro las maravillas que encierran y te maldices por haberte escatimado una obra maestra durante tanto tiempo.
El arte de volar es sin lugar a dudas una Obra Maestra. 
Y lo es por todos y por cada uno de los elementos que tejen la urdimbre compacta y fantástica de sus páginas. Antonio Altarriba escribe un guión sin fisuras de principio a fin, una historia que se abre y se cierra suavemente sobre la vida de su padre, sobre su propia vida, sobre la vida de España en el último siglo.
Un padre que decidió acabar con esa vida tirándose por la ventana de la residencia donde vivía, tenía 90 años. Aunque mejor diré que decidió, por fin, echarse a volar. 

Se suicidó el 4 de mayo y en la residencia me exigieron que pagara los 34 euros que había quedado a deber por no haberse suicidado el día 1. Había tres días que no había pagado. Me pareció que después de una vida como la que tuvo mi padre, en la que había sufrido tantas derrotas y humillaciones, esto suponía una ofensa más que no podía consentir.


Este hecho trágico le sirve a Altarriba para estructurar la historia de un modo poético y brillante (que no puedo desvelar sin menoscabo del placer de su descubrimiento). Haciendo valer ese "pacto de sangre" que le unía a su padre, toma las riendas del relato y con su voz prestada se dispone a contarnos los noventa años de sueños inalcanzados, de frustraciones vitales, de luchas políticas y esperanzas, de breves e intensos destellos de felicidad. Y precisamente esta perspectiva narrativa se convierte en otro de los grandes hallazgos del relato.
La vida de Altarriba padre se va escribiendo a la par de los grandes acontecimientos de nuestra historia reciente: la guerra civil, las fraternidades anarquistas, el exilio francés, los campos de prisioneros, la desorientación vital y el abandono de tantos españoles fuera de nuestras fronteras, la triste, humillante y castradora vuelta a un país extraño y definitivamente gris.


Y toda esta historia no alcanzaría la grandeza que nos conmueve sin el excepcional trazo de Joaquim Aubert, Kim. Es el dibujo- minucioso, melancólico, poético, delicado - el que encauza el tono de la narración y le da sentido. Envuelve, con los infinitos matices del blanco y negro, tanto las acciones como los silencios, la mísera realidad y los sueños.

Altarriba y Kim son los artífices de mucho más que una crónica histórica. El relato se detiene o avanza al ritmo de la vida de un hombre, de los afectos e ideales soñados, de los detalles insignificantes que nos hacen ser hijos de nuestros actos. 
Se detiene y comienza en el alféizar de una ventana, una hermosa mañana de mayo.


viernes, 6 de noviembre de 2009

GENTE CACHONDA

Hace poco me mandaron por correo un chiste en el que esta fotografía demostraba no sólo que la tierra era redonda, sino que los gallegos ya lo sabíamos.
Además de hacerme mucha gracia (por venir de quien venía) creo que la fotografía, en realidad muestra otras muchas cosas: que los gallegos somos gente inteligente (el Vaticano todavía lo ha admitido hace poco); propiciamos la reflexión (quién no se pararía a pensar ante una señal así, aunque sólo fuese un segundo); facilitamos el diálogo (quién no preguntaría a los viandantes); creemos, en fin, en la libertad del hombre para escoger su propio camino, porque como descubrió Ulises, el sentido del viaje no siempre se encuentra al llegar a Ítaca.
Y por supuesto, lo que ese cartel demuestra por encima de todo, querido Atikus (¡uy! se me ha escapado), es que somos unos cachondos del carajo.


¡BUEN FIN DE SEMANA!

jueves, 5 de noviembre de 2009

LOS FAMOSOS Y YO (II)


En efecto, ese barbudo con pinta de vagabundo que lee un libro con tranquilidad mientras apura su bebida macrobiótica, es ÉL. Así de cerca (y de frente) estuve de Danny Day Lewis y no fui capaz más que de apretar el clic de la cámara de fotos. Supongo que el hecho de verlo tan tranquilito y relajado, como un mortal más, tomando el sol mañanero en Washington Square, hizo que me lo pensase un poco antes de lanzarme en sus brazos. Aunque si os fijáis bien, hay una vieja gorda y fea que asoma su cabeza por detrás que no tuvo reparos en plantarse delante con un perro (feo y gordo también) para pedirle un autógrafo. 
Y yo viéndolo todo como petrificada. Soy un caso patológico, lo sé.
De modo que no me queda más que ofreceros esta otra foto, en mi genuino estilo papparazzi inútil: ¿quién es la dueña de esa nuca rubia que se aleja entre la muchedumbre? Facile, facile.


martes, 3 de noviembre de 2009

JOHNNY

En 1971 Dalton Trumbo dirigió esta película basada en un libro escrito por él mismo en 1939.
El soldado Joe Bonham queda terriblemente mutilado tras la explosión de un obús durante la primera Guerra Mundial: ha perdido los dos brazos, las dos piernas y la mayor parte del rostro. La actividad cerebral, el tronco y sus genitales se mantienen intactos aunque se hace imposible cualquier tipo de comunicación.
¿Alguien puede imaginar una situación más horrible?

Sólo la joven enfermera que lo cuida parece sentir algo de compasión por ese pedazo de carne, sólo el tacto de sus manos mantiene al joven soldado unido con el mundo.
Toda la película está rodada en un espeluznante blanco y negro, cercano a cierto neorrealismo, exceptuando los recuerdos del joven y algunas escenas oníricas -muy en la estética hippie- producto sin duda de los sedantes suministrados.
No conozco una historia que remueva tanto las entrañas como ésta. Aunque la vi por primera vez hace mucho tiempo, siempre pude recordar segundo a segundo el despertar de Joe después de las amputaciones. Cómo recorre mentalmente los lugares donde hubo miembros para descubrir horrorizado que no hay absolutamente nada. Y no creo que hay visto nada más cruel que el angustioso intento de comunicación golpeando la cabeza contra la almohada en un precario morse, pidiendo la muerte.

Igual que Gregorio Samsa, Joe terminará arrinconado en un almacén, escondido a los ojos de los hombres que no pueden hacer frente a su conciencia.

Johnny cogió su fusil es, además del mayor alegato antibelicista que conozco, un grito desesperado a favor de la eutanasia y un retrato de la crueldad humana que realmente nos hace daño y nos conmueve a partes iguales.

lunes, 2 de noviembre de 2009

¡QUÉ NO!


Ma chambre a la forme d'une cage
Le soleil passe son bras par la fenêtre
Les chasseurs à ma porte
Comme des petits soldats
Qui veulent me prendre

Je ne veux pas travailler
Je ne veux pas déjeuner
Je veux seulement oublier
Et puis je fume

Déjà j'ai connu le parfum de l'amour
Un million de roses
embaumeraient pas autant
Maintenant une seule fleur
dans mes entourages
me rend malade

Je ne veux pas...

je ne sais pas fier de ça
vie qui veut me tuer
C'est magnifique
être symphatique
mais je ne le connais jamais.

Je ne veux pas...