lunes, 27 de octubre de 2008

BEATUS ILLE











Foto 1: Vida Seurat



Foto 2: Cisnes y Alpes




Foto 3: Ese oscuro objeto del deseo...



(Traducción en el primer comentario)


viernes, 24 de octubre de 2008

TALKING

Un poco de nostalgia ochentera para el fin de semana.



martes, 21 de octubre de 2008

OH BURT, MI BURT


Es grande y poderoso como una roca, de mirada melancólica o salvajemente erótica. Resulta imposible no sucumbir a los destellos nacarados de su sonrisa, porque en el fondo es tierno como un gigante bueno.


Burt Lancaster fue, además de un prolífico actor, nominado para los oscar y premiado en varias ocasiones, un hombre de ideas progresistas que se opuso al macartismo, a la guerra del Vietnam, que luchó por los derechos de los homosexuales y que no le importó defender públicamente aquello en lo que creía. Tal vez fuese esa parte de su vida la que brillaba como una luz de autenticidad dentro de todos sus personajes.
Creo que adoro a este neoyorkino de mirada limpia desde que tengo uso de razón. Podría decirse que en todas las etapas de mi vida ha habido una película en la que él ha sido lo que yo quería encontrar.



Fue el indómito Dardo dando saltos por las cornisas de los castillos lombardos en una Edad Media de cuento. Y yo jugaba a ser Virginia Mayo atravesando un bosque para ser capturada por la banda de El Halcón y la Flecha o surcando los mares en la proa del barco pirata del Temible Burlón.


También fue Massai en Apache, el indio rebelde que amó su precaria libertad más que la vida. Y así, tarde tras tarde, arrastró mi infancia hacia aventuras inimaginables dentro de un viejo televisor en blanco y negro.


Años más tarde pude descubrir otro tipo de historias más sombrías, otro cine de medias palabras y códigos extraños que me fascinaba descifrar. El diáfano azul de sus ojos se abismaba preso de turbios sentimientos dentro del cuerpo del Sueco, en Forajidos. Y entonces soñé con ser Ava Gardner dentro de un vestido negro y susurrale muy cerca eso de... Baby, i need you.


Después llegaron los años de la universidad y todos aquellos cines de Santiago, todos aquellos ciclos maravillosos donde puede ver al pistolero convertido en un erudito romano, tímido y reservado, que no sabía cómo quitarse de encima a sus degenerados vecinos en Confidencias.



O rugir como un león en medio de la llanura padana en su brevísima aparición en Novecento.



Se instaló para siempre en mi fascinación italiana detrás de la elegante y melancólica mirada de D. Fabrizio y no puedo volver a releer ni una línea del Gattopardo sin que asomen sus maneras refinadas, en sus silencios y su derrota.



Y siguieron pasando los años sobre sus hombros rocosos y siguió siendo su mirada tierna cuando espiaba a través de la ventana a Susan Sarandon limpiándose con el zumo de unos limones.



E imaginé que sería agradable pasear cogida de su brazo poderoso, sintiendo el aire fresco de la mañana en Atlantic City



Pero sobre todos los sueños y todas la heroínas en las que pudiera haber vivido, ninguna fantasía permanece tan firme como la de ser, aunque sólo sea un instante, Deborah Kerr en un cálido anochecer de verano, rodando entre las olas, entre los muslos gloriosos de un hombre capaz de llevarte De aquí a la eternidad.




viernes, 17 de octubre de 2008

UNA DE CRETINOS


Ese podría ser perfectamente el subtítulo para la nueva película de los Coen, Quemar después de leer. Definida como una sátira hacia el mundo de los espias, o como el otro lado de la saga de Bourne, según el propio Ethan Coen.
¿Y nada más?


Hay pocos gags en la cinta, de hecho casi nadie se reía en el cine, porque en este caso el humor brota como un manantial de las propias situaciones absurdas en las que se involucran los personajes, de la forma estúpida de reaccionar ante los hechos, de la esencia misma de unos personajes ignorantes de su propia limitación mental.
Antológica es la escena en la que la pareja Mc Dormand/Pitt acude con un Cd de supuestos secretos de estado a la embajada rusa o la que cierra la historia, con el jefe supremo de la CIA intentando explicarse lo sucedido.



Un guión más que trabado, un trabajo de actores más que brillante: el desquiciado Malkovich, la férrea Tilda Swanton, el inconsistente Clooney, el bobo Pitt (genial en su creación cómica), la marisabidilla simplona Mc Dormand son, entre otros, la galería de descerebrados que los Coen ponen ante nuestros ojos.

Puede que muchos no se rían en el cine porque no le encuentran la gracia a verse reflejados en la pantalla.

Buen fin de semana.(clic)

miércoles, 15 de octubre de 2008

ADDIOPIZZO

El pizzo es el dinero que los comerciantes de Sicilia tienen que pagar a la mafia para obtener su protección. El 24 de mayo del 2000, la ciudad de Palermo apareció empapelada con estos panfletos: El pueblo que paga el pizzo es un pueblo sin dignidad.



Nadie los firmaba, ninguna asociación reivindicó la autoria, y todos, los políticos incluídos, se preguntaban qué clase de locos estaba detrás de esta acción.
La plataforma ADDIO PIZZO surgió como una iniciativa espontánea y popular que agrupa sobre todo a jóvenes, que se sienten identificados con esa frase. Trabajan como voluntarios, se autofinancian con la venta de libros, pegatinas, camisetas e intentan mantenerse al margen de cualquier manipulación política. Quieren cambiar una situación endémica en su país de una forma revolucionaria. Por ahora son ya 200 negocios en la ciudad los que ostentan la pegatina: io non pago pizzo, en sus escaparates.



Intentan concienciar a la población para que consuma únicamente en esos sitios. Son pequeños pasos, que todavía no suponen ningún cambio sustancial, pero que cogen con valentia el testigo de hombres como Falcone o Borsalino.



La Cosa Nostra en Sicilia, la Camorra en Nápoles, la Ndrangheta en Calabria o la Sacra Corona Unida en la Puglia... son algunas de estas lacras que vampirizan de forma sangrienta a un país entero.
¿Miedo? pues claro que tienen miedo, pero ¿qué otra cosa les queda por hacer?
Que se lo pregunten a Roberto Saviano.

lunes, 13 de octubre de 2008

BRAZOS



-Pero hombre de Dios ¿cómo se le pudo ocurrir una idea como esa?
El policía se pasa el dorso de la mano por el bigote y, después de mirar a Evaristo, se dirige hasta la mesa del fondo ensimismado en un montón de papeles.
Si a Evaristo le diera por decir la verdad, tal vez el inspector Gómez volvería a abrir los ojos de forma exagerada y a rascarse la calva con gesto nervioso.
La idea no pudo ser más sencilla. Evaristo lo vio una tarde soporífera de agosto mientras hacía su turno de día en el aparcamiento. Y desde el primer momento, aquella historia le pareció perfecta.
El día escogido fue el de su descanso. Tenía tiempo por la mañana para ir a la ferretería, comprar lo que necesitaba –algo grande y resplandeciente- y poner a punto la moto. Eso era todo.


Cuando llevaba media hora en la carretera se dio cuenta de que debía salir de la autopista. Los coches que circulaban por allí solían ser potentes, rápidos, recorrían largas distancias y tenían aire acondicionado. Entonces comprendió que necesitaba conductores de utilitarios que circulasen por pequeñas carreteras con la ventanilla bajada.
Se desvió por la primera salida; en apenas dos kilómetros apareció una furgoneta de reparto; un brazo regordete y peludo colgaba por la ventanilla, mecido por el aire.
Evaristo aceleró en la primera recta. La furgoneta parecía inmóvil, el ruido de la moto era cada vez más penetrante, metió la mano por la abertura de la cazadora y sacó su flamante machete.
Fue muy fácil: ponerse al lado, soportar apenas un destello de incredulidad y el golpe seco, irreprochable. La furgoneta pierde el control y se adentra en unos maizales, el brazo regordete rueda por la calzada dejando un reguero de sangre.
Hubo algunos más: un brazo moreno y nervudo que siguió convulsionándose unos segundos sobre el asfalto; un brazo escuálido que se desprendió con elegancia sin apenas derramamiento; un brazo robusto con tatuaje, el más hostil, que pendió obstinado mientras su dueño lo sujetaba hasta estrellarse contra un muro; incluso un brazo torneado, con anillos en los dedos, que se despegó con un gracioso tintineo.


El inspector Gómez se sujeta la cabeza con las manos apoyado en la mesa. Por fin se levanta:
- Ande, vamos –dice sin mucha convicción- el careo es en el piso de abajo.
Mientras esperan el ascensor, Evaristo puede imaginar sus caras, sus dramáticos vendajes, puede incluso probar algunas palabras de aliento, pero de algo está seguro: nunca podrá estrecharles la mano.

viernes, 10 de octubre de 2008

TOMMY ERA DÉBIL. TOMMY ERA ESTÚPIDO. TOMMY ESTÁ MUERTO.



Frases como ésta, en el más puro estilo macarril de las antiguas películas del oeste, nos regalan el oído mientras esperamos el tren de las 3.10 hacia Yuma.

Porque eso es en definitiva esta fantástica cinta, un clásico del cine de vaqueros en el que no se escatima ningún ingrediente: un granjero pacífico que se ve empujado al heroísmo, diligencias cargadas de oro, bandidos sanguinarios, un salon con una chica de turbio pasado, el ferrocarril, territorios indios prohibidos, un agradable doctor que saque las balas sin anestesia (ni whisky!), cabezas de ganado, tiroteos , tensión dramática, conflicto moral y el duelo interpretativo más placentero de los últimos años.



Rusell Crowe (cada día lo aprecio más) como un bandido endemoniadamente simpático y sangriento que utiliza, con la misma hiriente precisión, las balas que las palabras y Christian Bale, torturado e intenso granjero de conmovedora rectitud.
Fuera de cualquier planteamiento o juicio intelectual de si es o no plausible hacer hoy en día un western de los años 50, que hereda sin duda la genialidad del origian del que parte




y dada la sequía que padecemos últimamente en la gran pantalla, lo que sí puedo afirmar es que yo he disfrutado como nunca de eso que se llama CINE, con mayúsculas.
Buen fin de semana (clic).


martes, 7 de octubre de 2008

EL COMERCIAL



El otro día, en una de esas horizontalidades propicias del fin de semana, comencé a ver un conocido programa televisivo de impactantes reportajes. Vaya que sí.
El tema en cuestión consistía en presentar lugares, usos y costumbres sexuales un tanto ocultas. El programa hacía un repaso por locales -bastante cutres, todo hay que decirlo- para intercambiar pareja e incluso derivar, como quien no quiere la cosa, en una orgía en toda regla.
También aparecía una dominatrix que ofrecía sus galletazos "porque de algo hay que vivir, oye" al módico precio de 200 euros. El repaso continuaba por la Casa de Campo madrileña y los encuentros furtivos de homosexuales detrás del primer matorral frondoso que se pusiese a tiro.

Gustos aparte, lo que más me llamó la atención del reportaje fueron los comentarios de algunos entrevistados. Bajo el anonimato de una máscara, mostrando la espalda o sólo el cuerpo, varios declararon abiertamente su profesión : Comercial.

El dueño de un local de orgías: comercial, porque el sexo sólo no da para comer.
El gay que se amparaba tras el seto: comercial.
El pobrecillo embutido en un traje de neopreno con sus diminutas partes al aire y un minúsculo agujerito en la boca por donde salía un hilillo de voz: comercial.

O se trataba del mismo viciosillo chupando cámara o todos mentían o algo raro sucede en el esforzado mundo del comercial.


domingo, 5 de octubre de 2008

NOTICIAS DE LAVIGNY


(Traducción en el primer comentario)
Querida Lula:
Envío este poema desde Lavigny, un pequeno enclave suizo, próximo ao lago Leman, situado entre Xenevra e Laussane, onde estou a pasar unha tempada nun Sanatorio. Viñen para someterme a unha serie de probas relacionadas con aquela amputación cirúrxica que sufrín hai xa varios anos. Cuestión de curiosidade científica, que aguilloa o ánimo dun especialista amigo, o doctor Villeneuve, director do devandito sanatorio especializado en rarezas.
Enviarei máis cartas desde Lavigny.
Moitos bicos
Palmiro



viernes, 3 de octubre de 2008

ONCE

Érase una vez un músico callejero que, como todos los músicos callejeros, llevaba un agujero en el corazón casi tan grande como el de su guitarra.
Un día se encontró con una vendedora de flores checa que sobrevivía, como casi todos los inmigrantes, con la vida entera llena de agujeros.
Once ganó el premio del público en el pasado festival de Sundance, aunque quizás tuviera más repercusión el Oscar a la mejor canción: Falling slowly (Clic).



Es una película llena de baladas tristes y hermosas, rodada con una cámara manual y con unos personajes tiernos que se adueñan de la historia con emocionada naturalidad.
If you want me, es una de las que más me gustó. Ella sale en plena noche a comprar pilas para el walkman que él le prestó. Quiere ponerle letra a una canción suya y mientras camina en la noche de vuelta a casa... (Clic)
Buen fin de semana.

jueves, 2 de octubre de 2008

DE ELEFANTES Y HOMBRES




Dicen que en la India, para que los elefantes no vayan moviendo su trompa de un lado a otro de forma caótica, arriesgándose a perder el equilibrio, les ofrecen un palo para que lo sujeten.


Eso les da equilibrio, centra su atención y les permite caminar sin sobresaltos.

El ejemplo sirve para ilustrar a la perfeción lo que significa el yoga para el ser humano.





Sí, hoy he reanudado mis clases y me siento bien.