viernes, 29 de octubre de 2010

VAI VAI


BUEN FIN DE SEMANA


Vai vai
tanto non è l'amore che va via
Vai vai
l'amore resta sveglio
anche se è tardi e piove
ma vai tu vai
rimangono candele e vino e lampi
sulla strada per Destino

Vai vai
conosco queste sere senza te
lo so, lo sai
il silenzio fa il rumore
de tuoi passi andati
ma vai, tu vai
conosco le mie lettere d'amore
e il gusto amaro del mattino

Ma
non è l'amore che va via
il tempo sì
ci ruba e poi ci asciuga il cuor
sorridimi ancor
non ho più niente da aspettar
soltanto il petto da uccello di te...
soltanto un sonno di quiete domani...

Ma vai, tu vai
conosco le mie lettere d'amore
e il gusto amaro del mattino

lo so lo sai
immaginare come un cieco
e poi inciampare
in due parole
a che serve poi parlare
per spiegare e intanto, intanto noi
corriamo sopra un filo, una stagione,
un'inquietudine sottile.

Ma,
non è l'amore che va via
il tempo sì,
ci ruba e poi ci asciuga il cuor
sorridimi ancor
non ho più niente da aspettar
soltanto il petto da uccello di te...
soltanto un sonno di quiete domani...

miércoles, 27 de octubre de 2010

VIRXILIO

Virxilio Vieitez no dejó nunca de ser un fotógrafo de pueblo. Curtido en tierras levantinas, retratando a turistas ávidos de sol meditarráneo en los años 60, pronto regresó a su Terra de Montes para no salir jamás.

Romerías, entierros, comuniones, bodas, fotos de señoritas en edad de merecer, altivos inmigrantes que volvían con los primeros signos de una prosperidad material... todo fue paralizado detrás de su objetivo, casi me atrevo a decir, de un modo cruel.











Hay algo de indiferencia, de observador impertérrito y callado en cada una de sus miradas. Me conmueve la trágica austeridad de la vida, me asombra el poderoso y huraño genio de un hombre silencioso, un fotógrafo de pueblo, un artista de lo perecedero que pervive ya en el cuarto oscuro de mi memoria.
Tal vez la vida sólo fuera eso. Tal vez el arte sea sólo una mirada sencilla, humilde.

lunes, 25 de octubre de 2010

MENÚ DEL DÍA

Te invito a comer.
Puedes escoger: la animada trattoria Za-Za en Florencia, junto al mercado de San Lorenzo,

la exquisita y armónica paz de San Gusmé,

una agradable terraza donde sentir la brisa de la tarde en Montalcino,

o la deliciosa enoteca Il Osticcio en Montepulciano, corazón del brunello, un vino rojo y ardiente.

Yo elegiría la última. Es un lugar pequeño y tranquilo, lleno de botellas por todas partes, mesas grandes que invitan a una sobremesa prolongada en la tarde y un balcón donde colocar nuestros sueños sobre un valle perfecto y luminoso.

Podemos empezar con unas rebanadas de pan toscano untadas en aceite. Algo para abrir boca mientras elegimos el vino que caldeará nuestras almas.

Dejaremos que elija Silvana, un magnífico chianti Brolio de la tenuta Ricasoli.

ANTIPASTI
Finas y jugosas tiras de lardo, una especie de tocino finísimo que se deshace en la boca como una caricia.

PRIMO PIATO
Una insólita y refrescante combinanción: tagliarini con bacon y virutas de naranja.

SECONDO PIATO
Puedes escoger entre una bistecca alla fiorentina, trippa o el ligero y original coniglio alla moda gusmé.



DOLCE
Una crostata con ciruelas frescas o una muerte súbita con chocolate y frutas.


CAFFÈ
Llegado este punto me siento como Meg Ryan en "Cuando Harry encontró a Sally". Cuando el dueño del Osticcio llega con sus pequeñas cafeteras individuales (Bialetti, por supuesto), una crema absolutamente lujuriosa que sustituye al azúcar y los bombones de trufa, sólo puedo exclamar: ¡Oh! sí... mmmm, sí... sí...

Una cucharadita del brebaje maldito y un chorrito de caffè, caldo, amaro, ristretto, son suficientes para comprobar que el paraíso existe.

viernes, 22 de octubre de 2010

miércoles, 20 de octubre de 2010

LA ESPERA

No fue el estremecimiento que sentí en el portal, con el cuerpo todavía tibio de noche. Ni siquiera el primer pensamiento del día hacia mi jersey, tal vez demasiado escaso o mi escote, tal vez demasiado generoso. Tampoco fue el escalofrío que se instaló en la punta de los dedos al final de la mañana. Y mucho menos la alfombra de hojas por la que deslicé mi deambular distraído de la tarde. Fue el olor.
El olor de las castañas asadas me esperaba con su bufanda destejida a la vuelta de la esquina. Crucé mis pasos con una fila de transeúntes que caminaba con su melancólico cucuruchito en la mano y pensé en cómo el otoño se instala en el interior de algunas personas mucho antes de desprenderse de los árboles.
En cambio yo, expulsada de los arenales, sobrevivo atisbando el cielo, implorando una tregua antes de descender a los abismos de edredones emplumados. Y espero. Siempre espero que suceda algo: noticias lejanas, sobres blancos con letra picuda, sellos con trompetas coloradas, llamadas con olor a jazmín, billetes de avión, promesas ebrias de esperanza, sueños convertidos en aduanas de otro tiempo.

Pero noviembre vuelve
con la torpe paciencia de la fidelidad
(las huellas del amor sobre los hombros
como una caravana de detalles confusos),
y acaso pueda ser un conquista,
porque todo es más claro.
(...)
Abramos el balcón,
aullémosle a la luna
estirados de cuerpo para arriba,
hermosos como lobos
que ahora entienden el rumbo del que vienen,
que ahora saben el tiempo en el que habitan.
LGM

lunes, 18 de octubre de 2010

HABLANDO SOLA

Y digo yo...¿cuáles son los indescifrables mecanismos que rigen nuestros impulsos por esta blogosfera? ¿Qué nos lleva a abandonarnos en la molicie durante largas temporadas o a escribir como posesos en otros casos?
Un día escribes una chorrada de dos líneas con la primera foto que encuentras por ahí y el contador de visitas echa humo mientras se reproducen los comentarios como setas después de la tormenta. Otro día, te esmeras con el verbo florido, pierdes una tarde buscando información o la imagen exacta que te defina el post...y nada.

Quizás como decía Fifí, el personaje de una obra de Emilio Carballido, cuando le preguntaron la edad: "Depende de la hora del día y del ánimo que tenga".

Pero no deja de resultarme curioso...


domingo, 17 de octubre de 2010

MATU MALOA (FIN)

Raptado su noble corazón, el capitán inglés ¿sucumbirá en los mares de la buena sociedad inglesa o se arrojará al infierno imprevisible de la inexplicable pasión?

sábado, 16 de octubre de 2010

LE TOURBILLON

Quand on s'est connus... Quand on s'est reconnus... Pourquoi s'perdre de vue... Se reperdre de vue? Quand on s'est retrouvés... Quand on s'est réchauffés... Pourquoi se séparer?

BUEN FIN DE SEMANA

viernes, 15 de octubre de 2010

jueves, 14 de octubre de 2010

CRIATURAS


Vosotros conocísteis la generosa luz de la inocencia.
Entre las flores silvestres recogísteis cada mañana
el último, el pálido eco de la postrer estrella.

(...)

Ojo dulce, mirada repentina para un mundo estremecido
que se siente inefable más allá de su misma apariencia.

(...)

Allí vivísteis. Allí cada día presenciásteis la tierra,
la luz, el calor, el sondear lentísimo
de los rayos celestes que adivinaban las formas.

(...)

Yo os vi, os presentí, cuando el perfume invisible
besaba vuestros pies, insensibles al beso.
Vuestra frente se hería, ella misma, contra los rayos
dorados, recientes, de la vida,
del sol, del amor, del silencio bellísimo.

No había lluvia, pero unos dulces brazos
parecían presidir a los aires,
y vuestros cabellos sentían su hechicera presencia,
mientras decíais palabras a las que el sol naciente daba
magia de plumas.

(...)

El placer no tomaba el temeroso nombre de placer,
ni el turbio espesor de los bosques hendidos,
sino la embriagadora nitidez de las cañadas abiertas
donde la luz se desliza con sencillez de pájaro.

Por eso os amo, inocentes, amorosos seres mortales
de un mundo virginal que diariamente se repetía
cuando la vida sonaba en las gargantas felices
de las aves, los ríos, los aires y los hombres.

Aleixandre


lunes, 11 de octubre de 2010

DÉJAME ENTRAR

En una ocasión dije de Léolo que era una película preciosa. Alguien me recriminó el uso de ese adjetivo para calificar una cinta tan terrible y cruel. ¿Es que no puede haber poesía en el horror? ¿Es lo hermoso un concepto sólo aplicable a lo políticamente correcto?

Déjame entrar es una historia de vampiros hermosísima, además de una película perfecta desde el punto de vista narrativo y visual. Su poesía emana de la desnudez, de la simpleza y hasta del frío que nos transmiten esos gélidos escenarios en las afueras de Estocolmo.
El relato transcurre con una lentitud inquietante; la zozobra en que nos mantiene desde la primera escena es fruto de la normalidad con que el director nos va entrelazando los hechos más sangrientos y la ternura más conmovedora.

La forma en la que se iguala la inadaptación de los protagonistas al mundo en el que viven me parece lo más fascinante de la historia. Lo que nos hace ver en los cuerpos degollados y desangrados casi una prueba de amor. ¿Me estaré volviendo una psicópata?
El mundo oscuro de Eli, la niña vampira, se nutre de sangre y de vidas humanas, es cierto. Pero ¿por qué no me parece mejor el mundo de Oskar, lleno de adultos incomprensibles e inmorales, de escuelas ciegas al sufrimiento, de compañeros violentos y cobardes?

El director, Tomas Alfredson, declara su abierta admiración por la novela de John Ajvide Lindqvist en la que se basa el guión. Novela, por cierto, mucho más terrible en lo que se refiere a contenidos que desbordan los límites de la moral convencional.
Los vampiros son , al fin y al cabo, un mito romántico. Representan de la forma más plausible la inadaptación de un ser al mundo que le ha tocado vivir y a su propia condición.
Es esa inadaptación la que une a los protagonistas, aunque provenga de situaciones diferentes, la que aparece retratada con valentía, sin concesiones...

... y con la necesaria dosis de esperanza para los que creemos, todavía, que no hay amores imposibles.