domingo, 30 de noviembre de 2008

viernes, 28 de noviembre de 2008

GIANNA


La mayoría de las canciones italianas que me gustan consiguen transportarme a lo que yo llamo "el tobogán emocional". Me arrastran escaleras arriba con suavidad, la voz de los intérpretes susurra y acaricia los oídos, va ascendiendo con calculada lentitud y sube y sube. La canción entera parece tomar carrerilla instrumental y es entonces cuando se me empiezan a erizar los pelillos, el estómago se contrae y se me hace un nudo en la garganta que finalmente explota cuando soy lanzada, desde lo alto, a esa rampa apoteósica. Eso suele coincidir con el estribillo y cuando ya la voz italiana desgarrada grita a los cuatro vientos cosas como:

Notte senza cuore (Clic) o Amami ancora (Clic) o Meravigliosa creatura (Clic).

PD: si esto se vuelve una costumbre y Carrascus pasa por aquí, seguiremos escribiendo el post a dos manos y él os contará todo lo que queráis saber sobre Gianna Nannini.
Estoy pensando en abrir una nueva sección : "Yo la música, tú la letra" ¿Qué te parece, alma gemela?


Buen fin de semana

domingo, 23 de noviembre de 2008

CORAZONES SALVAJES


Nada dura eternamente. Ni siquiera el amor. Ni siquiera la vida.
Ni siquiera este blog puede sustraerse a la tiranía del tiempo.
No será ahora. Repito: no será ahora, pero cuando suceda, me gustaría irme como llegué, sin avisar, de pronto.
Odio las despedidas, así que no habrá un post de cierre. Simplemente me hundiré en el océano del anonimato, como hizo Leonardo di Caprio en Titanic. Y creedme, pensar eso ya me mola un montón.
Mientras ese día llega, lo que no me gustaría es quedarme en silencio sin deciros todo lo bien que me lo he pasado estos años. He aprendido un montón de cosas sobre libros, películas, música, economía, fotografía, cocina, moda... he aprendido de vosotros.
He jugado con mayor o menor fortune, he escrito memes, he enviado fotos y he hecho una de las cosas que más me gusta en el mundo: escribir. Así que llega el momento de recompensaros.
Este es un reconocimiento personal (y libremente transferible) a todos aquellos que forman ya una parte importante de mi vida.
Es para todos los que saben apasionarse bajo el tedio cotidiano, ser libres en el fondo de la noche y salvajemente fieles.

Este premio Corazón Salvaje es para:

MAD HATTER: mi proveedor oficial (de premios) ¿cómo podría no corresponderte? Y además porque me encantan tus historias porno de plantitas, porque eres un rockero con flequillo y sombrero, porque tienes un gran sentido de humor y ese toque Pájaro Espino tan sexy.

CARRASCUS: mi alma gemela y fiel comentarista desde el inicio de los tiempos. Porque me confundiste con una brasileña (ja, ja), porque aprendo constantemente contigo, porque eres un listillo generoso, porque siempre tienes detalles tiernos, porque eres simpático y te admiro con entrega y devoción.

ATIKUS: porque eres el vago más trabajador que conozco, porque adoro todas las pelis de las que hablas, porque me regalas flores y chapas (y limoncello), porque me haces los post que te pido, porque cotilleamos de lo lindo, porque me da pena, mucha pena, no tenerte más cerca.

FB: porque lo cuentas todo con pelos y señales, porque me corroe la envidia con tus viajes, porque alimentas mis asas del amor y por tener una novia rubia azabache. Por los vinos en Compostela y por el Asesino que me hizo ver todo lo que me perdía al estar lejos.

MK: porque ya no podría sobrevivir sin tus kits, porque compartiste una canción de Police conmigo, porque tus paisajes inundan de alegría mi cocina y tus historias me enseñan a ser fuerte.

EVA: porque eres el hada de mis vestidos de princesa, porque fue divertidísimo hablar de sisas y escotes, porque tus silencios son los únicos que comprendo. Silencios donde se fraguan historias de amor maravillosas.

CARMEN: porque me gusta leer los períodicos al trasluz de tus palabras, porque nos obligaste a despedazarnos con cariño y tendiste puentes inimaginables entre nosotros. Porque miras las nubes y nos sorprendes.

FRANCISCO: por todos los libros que me enseñas, por todas las películas que me haces ver, por todas las melancolías del tiempo ganado, por todos los tiempos pasados, por los cafés no tomados. Por el silencio, por las palabras. Por París. Y por el Empire State.

LAGARTO: por esa mezcla insustituíble de pulpo, sicoanálisis y Bruce. Porque siempre llegas a 69 comentarios, por tus respuestas, por tus guiños, por los laberintos y por tus fotos. Por supuesto, los artículos de economía nunca serían los mismos sin tus fotos.

CONDE-DUQUE: por Italia y los viejecitos temblorosos que esperan en silencio el autobús, por todas las fotos, por todos los vídeos, por todas las palabras.

DESCONVENCIDA: porque nos convences cada día con tus retazos de libros, porque nos traes a la memoria todas las cosas importantes que perdemos por el camino, por los cineclubes y por Burt.

DIARIOS DE RAYUELA: por los haikus, por los silencios, por el remanso de tus palabras y sobre todo, por encima de todo, por Furber.

NANCICOMANSI: por tener el nombre que más envidio de la blogosfera, por los gatos adoptados, porque encuentras los vídeos más imposibles, porque te vas y vuelves, por ser todo lo que eres.

CAPRI: por todo lo que empieza el día que otras cosas terminan. Por todas las citas inteligentes, por todas las palabras amables, por todas las reflexiones que regalas y por Capri y los caminos llenos de lagartijas.

XABIPOP: por tener un nombre que suena a botella de champán descorchada, porque adoro la foto de la cabecera de tu blog, por tus palabras de puntillas, por tus sueños.

CAVALIERE: por Nueva York, por Venecia, por Roma, por el blog que se cierra, por el blog que se abre, por las bodas sin funerales, por los desnudos, por Obama, por los regalos inesperados, por las decepciones, por los errores, por el hedonismo descontrolado, por la master card, por la bandeja de entrada, por la bandeja de salida...

ANA BANDE: por las cañas tomadas, por las que quedan por tomar, por los conciertos de Bob Dylan, por las risas, por los secretos a voces... ah ¿pero además tienes blog?

DOUTORA SEYMOUR: por las terapias peligrosas, por la adicción que me causan tus palabras, porque también miras a través de los cristales en algún lugar de esta noche que nos une.

K: por todo lo que no nos gusta, para que sea ahogado sin piedad por todo lo que nos gusta. Por los conciertos y por las motos. Por la puta Opo y la terapia de grupo. Por seguir siempre ahí y por el mar, siempre por el mar.

OCCAM: por la esperanza de que algún día pueda hablar en serio contigo. Porque me enseñaste la punta del Perito Moreno... ¿ves? ya estás poniendo cara de malo.

AMAPOLAS: por la mirada más limpia en los ojos más azules, por las fotografías más hermosas, por los que siempre estarán con nosotros.

SECRETARIO: porque haces los post más raros que he leído y buscas las fotos más extrañas que he visto. Por el tiempo y los relojes, por los años que se cumplen, por tus palabras y tus visitas.

Y también para El hilo invisible que se fue, aunque sé que vuelve de vez en cuando. Para Billy Wilder en la esperanza de cruzarme algún día con él en la ruta 66. Para el Detective Amaestrado y las palabras que se quedan. Para Zerovacas y los flequillos que desaparecen. Para Lándoa y su catarata verbal. Para RR y los adorables centoliños. Para Marcos, la estrella del blogomillo. Para Arumes y su incansable aliento. Para la Rata, a ver si vuelve. Para Koolau, aunque no nos vemos mucho. Para Nosurrender por ser mi único comentarista italiano y por supuesto para mi nueva amiga de la realeza: la Princesa Sigrid y el javierbardémico sexo de los ángeles.


No hace falta que lo colguéis en vuestros blogs, basta con tatuárselo en el bíceps.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

LES CYGNES








(Traducción en el primer comentario)


lunes, 17 de noviembre de 2008

PORCA MISERIA



Cinco historias, de las once que desarrolla el libro de Roberto Saviano, le han bastado a Matteo Garrone para meterse en las alcantarillas de un país llamado Gomorra: Totó, un chaval de trece años que ayuda a su madre en una especie de tienducha llevando los pedidos a domicilio; dos adolescentes descerebrados que creen alcanzar la libertad con una pistola en la mano; un oscuro hombrecillo encargado de repartir el sueldo a las familias de los esbirros; un sastre que trabaja en la confección de alta costura en una fábrica en negro y un joven licenciado que ayuda a un abogado a "gestionar" el reciclaje de basuras de las empresas del norte.





No hay heroísmo: sólo fajos de billetes que pasan compulsivamente de mano en mano, seres adocenados, obesos, violentos, sin ningún tipo de horizonte vital.

No hay lujo: viven en edificios ruinosos, se matan en descampados, frecuentan locales miserables y sórdidos, mueren en hospitales desconchados y sucios.

No hay belleza: Venecia se transforma en un fondo borroso desde el primer plano de un joven atónito que no llega a comprender lo que ve. Nápoles es un edificio laberíntico de cemento carcomido y tuberías rotas. Casserta, un campo lleno de abrojos donde los melocotones apestan porque han crecido abonados con residuos tóxicos.

No hay música: sólo gritos de los vigilantes en las azoteas, palabras broncas de amenazas, ruidos de disparos y silencio. Un silencio que palpita como un animal herido acechado por la muerte.




La primera imagen que me viene a la cabeza después de ver esta película es aquel acercamiento con la cámara que hacía David Linch en Terciopelo Azul, desde el confortable hogar de una familia burguesa hasta los bichos repulsivos que se devoraban bajo el césped de su jardín.

Eso es lo que nos muestra Garrone, un destello apenas de la Italia que todos conocemos: Scarlett Johanson con un precioso vestido sobre la alfombra roja de Venecia y bajo sus pies -nuestros pies- talleres clandestinos donde chinos sin papeles trabajan por las noches en las delicadas sedas de la alta costura.





No, no es El Padrino, no son Los Soprano, es la terrible, desesperanzada y nauseabunda verdad. Un patadón de neorrealismo en toda la boca del estómago.

Es una película devastadora y fantástica.

viernes, 14 de noviembre de 2008

CANCIÓN PIRATA


Un pequeño desafío para el fin de semana: a ver quién es capaz de traducir esta preciosa y delicada canción pirata. Pertenece al cuento Matu Maloa que está en el libro Il bar sotto il mare de Stefano Benni.

Facile, facile e divertente...


Mi mangiarono una gamba i cannibali delle Hawai
e un braccio se l'è preso un pescecane di Shangai

la corda dell'arpione l'altra gamba s'è fregata
e un occhio me l'ha tolto una carogna di pirata.

Mary Mary stavolta ritorno davvero
mi manca qualche pezzo ma il cuore è tutto intero
sarò il tuo maritino, sarai la mia sposina
e mi terrai sul petto dentro una scatolina.


Un piranha brasiliano mi portó via un coglione
e un altro mi è rimasto nel mare del Giappone
i denti li ho perduti, capelli non ne ho
la pulce di mare le orecchie mi rosicchiò.


Mary Mary stavolta ritorno davvero
mi manca qualche pezzo ma il cuore è tuto intero
saró il tuo maritino...


Si es que la vida pirata es la vida mejor...(Clic)


lunes, 10 de noviembre de 2008

212W, 72nd St


El 212 W de la calle 72, esquina Amsterdam Avenue, está entre dos negocios: un restaurante chino y una tienda de animales.
El dueño del restaurante se llama Danny Chow y es también el dueño del edificio, de un sospechoso local de masajes que hay en el primer piso y del apartamento que nos alquila.
Al lado de la tienda de animales hay un negocio de apuestas. La acera está siempre llena de personajes extraños, semi vagabundos que aparcan su carrito atiborrado de latas vacías, plásticos e indefinibles fardos de tela. Son viejos y desdentados, la mayoría negros, mal vestidos y muchas veces borrachos.

Sobre la tienda de animales hay un gimnasio de yoga que no cierra nunca. Desde la acera de enfrente se les puede ver a todas horas, hombres y mujeres sudorosos, imbuídos de una concentración especial y difícil de entender desde el barullo callejero.



Todo el bloque de de apartamentos está escorado hacia la derecha como un viejo barco varado en la arena. Las escaleras se inclinan peligrosamente y debes sujetarte fuerte para subir: por supuesto, no hay ascensor. El nuestro es el número 4 y está en la tercera planta. Tiene ese aspecto baqueteado y algo impersonal de las casas de alquiler y por qué no decirlo, esa mugre que se acumula tras años de limpiezas superficiales o no-limpiezas. A pesar de todo, se aprecia cierta intención decorativa que lo hace agradable.
Una parte muy peculiar del apartamento son los radiadores de la calefacción, cuya puesta en funcionamiento maneja Danny Chow a su antojo, por más que él asegure que lo hace todo el computer. Cuando esto sucede, suele ser a las cinco de la mañana, los aparatos sueltan agua a presión con un zumbido tan penetrante que no te lo quitas de la cabeza en varias horas.





La parte escorada del edificio afecta al metro cuadrado de cocina y al metro cuadrado de baño. El retrete te obliga a permanecer en tensión hacia la izquierda si no quieres acabar deslizándote hacia la bañera, con lo cual apresura y facilita las deposiciones. La cocina se sitúa al final de una rampita que te lanza al fregadero con decisión y alegría. Está todo calculado.

La pequeña terraza a la que se accede desde el dormitorio es lo más parecido a "La ventana indiscreta" que se puede encontar. Da a la parte de atrás de la manzana y todas las noches antes de correr las cortinas -porque no hay persianas- echo un vistazo a los rectángulos iluminados: un trozo de una cocina moderna y grande, un cálido sillón con una chica morena comiendo, la esquina de una cama, una mesa de trabajo con una librería y una enigmática vidriera en la zona alta. Hay escaleras de incendio y enormes tuberías que rugen todo el día delante de fachadas de ladrillo rojo con ese aire industrial y potente que tienen la mayoría de los edificios de la ciudad.







Me encanta este barrio. Es animado y populoso, a todas horas ves gente por las aceras, en las tiendas, gente que vive , que pasea niños, compra en el supermercado o toma café. No es como esas otras zonas, exquisitas y vacías o esas calles impersonales donde te cruzas con mareas humanas de ojos perdidos.







Con el buen tiempo han florecido en las aceras los vendedores de libros usados, guiones de cine y carteles de antiguos musicales.
En la esquina de la calle hay un kiosko atendido por un hindú, un chico joven y sonriente que flota arropado en aromas de sándalo y frambuesa. Resulta agradable pasar por ese remanso perfumado todas las mañanas camino del metro y responderle con otra sonrisa.

Abril 2005


He rescatado mis notas de hace unos años en Nueva York porque he sabido que la manzana entera donde yo vivía ha desaparecido. Arrasada por enormes equipos de demolición ha pasado al limbo de los recuerdos para convertirse en un moderno y elegante edificio. No podré volver nunca, ni siquiera para satisfacer la nostalgia, al decrépito edificio de Danny Chow y eso me ha producido una extraña sensación de irrealidad.
Arrebatado el espacio físico que me unía a la ciudad como un cordón umbilical, miro las fotografías de lugares inexistentes y el sueño de haber sido neoyorkina -habitante de lavanderías, pobladora de supermarket, compradora de periódicos dominicales- durante unos meses, empieza a desaparecer definitivamente.


viernes, 7 de noviembre de 2008

RENAUD





Aunque todavía hoy no sé muy bien cómo sucedió, el caso es que hace mucho, mucho tiempo, en la más tierna e inconsciente adolescencia, me subí a un autobús y me planté en París.
Y entre las muchas cosas que vi y oí (que ahora no vienen al caso) estaba este enfant terrible, rockero-punk de cara aniñada llamado Renaud Sechant.
Por supuesto, entre mi botín de regreso estaba Marche a l'ombre, disco del que me aprendí absolutamente todas las letras, descubriendo con sorpresa que en francés también se podía decir tacos.

Hablaba de la jodida vida en los HLM de los barrios periféricos, algo así como los polígonos o casas baratas: Putain est qu'il est blaime mon HLM e la mome du huitième le hach elle aime /Me cago en la hostia, qué jodido es mi HLM y a la chavala del octavo le chifla el hachís (clic).
O de que iba a darse de hostias con todos los pijos burgueses que se le pusiesen a tiro: Toi, t' est pas de ma bande, casse toi, tu peux et marche a l'ombre / Tú no eres de los míos, revienta y púdrete (clic).
Crève salope (Jódete cabrón) o Où est ce que j'ai mis mon flingue (¿Dónde está mi pipa/pistola?) eran algunos de los títulos del disco.
La verdad es que viéndolo en la distancia, choca un poco el lenguaje bronco e incendiario con la musiquilla, por qué no decirlo, un tanto facilona.

Estuve rastreando en Internet y me lo he encontrado cantando Societé tu m'auras pas (clic) con ese aire de inconfundible rebeldía que sólo un pequeño burgués puede conseguir.
Y he sentido nostalgia (ay, el otoño me está matando) du temps perdu y de todas esas cosas que se hacen por primera vez.


PD: seguramente si Carrascus lee esto, dará un montón de datos eruditos sobre él y el post quedará mucho mejor.

Buen fin de semana



martes, 4 de noviembre de 2008

ET IN ARCADIA EGO

Era el rito de todos los jueves.
Cenábamos pronto y bajábamos por el Preguntoiro muy abrazaditos debajo del paraguas. Caminábamos deprisa, huyendo del frío compostelano hacia la dulce campiña inglesa. Porque hubo un tiempo en el que los estudiantes podíamos vivir sin televisión, sin ordenador y sin teléfono.
Entrábamos en el Maycar, una de esas cafeterías anodinas que se llenan de señoras enlacadas por las tardes y de indefinibles tipos solitarios al anochecer. Y allí, por algún misterio insondable, a las diez de la noche, un camarero tripón, con la chaquetilla llena de lamparones cogía el mando a distancia de la TV y se obraba el milagro, ante nuestros ojos embobados aparecía una de las mejores series inglesas de todos los tiempos: Brideshead Revisited.







Durante once semanas cumplimos el rito del Maycar, con la misma devoción que sus jóvenes protagonistas se entregaban a los placeres mundanos. Y cuando Charles Ryder/Jeremy Irons, con el pelo gris y un rictus de madurez inexpresivo pasea su mirada por el vasto jardín de Brideshead por última vez, sólo nos quedó correr a la librería al día siguiente y retenerlos a todos para siempre en el fantástico libro de Evelyn Vaugh.



Y al leer sus páginas pude comprobar como sólo Anthony Andrews podía darle a Sebastian ese aire de desvalimiento y tristeza aun en los momentos de máxima felicidad. Sólo él podía ser encantadoramente displicente, sutilmente amanerado, aristocráticamente aplastado por la férrea mirada de lady Marchmain, su madre.
Sólo Jeremy Irons desde su hieratismo y cobardía podía llenar de vida los pasos de Charles Ryder por los corredores de la mansión deseada. Sólo él podía, en su obsesiva indecisión, balancearse entre los turbios afectos de los hermanos Flyte. Sólo él podía llenar de vacía melancolía su última mirada sobre el paraíso.
Sólo Lawrence Olivier podía dar al traste con una vida disipada en la sensual Venecia en un único e imperceptible gesto. Un beso moribundo a un crucifijo le abrirá las puertas del más allá, aunque eso derrumbe, como un castillo de naipes, el sueño de atea felicidad de su hija Julia.


Cuento todo esto para que se comprenda lo difícil que ha sido para mí ver esta nueva versión de la novela. Es cierto que el trabajo de los actores es impecable (¡estamos hablando de actores ingleses!). Emma Thompson se adueña del personaje con la maestría de una gran dama de la escena. Nada que objetar al resto del reparto, ni al modo de obrar del director que sabiendo que jugaba con un gran lastre no ha eludido las localizaciones, las fantásticas panorámicas de Castle Howard que también aparecían en la serie, ni las escenas venecianas o el ambiente estudiantil de Oxford.




Bien es verdad que casi dos horas dejan poco espacio para las sutilezas, las medias conversaciones, las esclarecedoras miradas, para aprender el significado de un silencio o entender la tragedia de un gesto. Me dio la sensación de que todo transcurría demasiado rápido, que se hacían explícitas demasiadas cosas que debieran ser descubiertas por el espectador o que incluso se perdían interesantes detalles del retrato de aristrocracia británica, como los contactos del mayor de los Flyte con el pujante nazismo.
Es una buena película, sin duda, lo que ocurre es que algunas veces resulta difícil superar la perfección.


domingo, 2 de noviembre de 2008

ASHA


Leo en el periódico la noticia del lapidamiento de una mujer en Somalia.
Junto las sílabas en mi cabeza para confirmar una vez más la barbarie y seguir pasando hojas, pero esta vez, no. Esta vez me detengo.
Siento que debo desgranar un poco más las palabras hasta acercarme a su dolor, hasta intentar quizás imaginar su agonía, hasta saber, por lo menos, su nombre.
Asha ni siquiera era una mujer, tenía 14 años. Fue violada por tres ¿cómo llamarlos? creo que "hombres" sería demasiado inexacto y generoso, "animales" demasiado injusto para las bestias.
Pero sí, me guste o no, eran seres humanos de mi misma especie los que para ocultar su crimen la acusaron de prostitución. Y otros seres humanos la condenaron de forma que ni quiero ni puedo comprender. Y cavaron una fosa donde la enterraron hasta el cuello y cubrieron su cabeza con un paño negro y lanzaron piedras hasta acallar su llanto.
¿En nombre de qué dios, de qué ideología, de qué revolución, de qué crisis podemos dejar que algo así suceda?
Hoy siento que...
No perdono a la muerte enamorada
no perdono a la vida desatenta
no perdono a la tierra ni a la nada.

En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofes y hambrienta.

Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte
a parte a dentelladas secas y calientes.

Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte .
Miguel Hernández

sábado, 1 de noviembre de 2008