Nápoles desde Capri |
Capri desde Nápoles |
Posillipo desde la Certosa |
Santa Lucia |
Napoli soterranea: mercado romano |
Tampoco el tiempo obedece a ningún límite conocido.
¿Qué hay debajo de Nápoles? ¿Cómo explicar ese viaje en el tiempo que sucede cuando entras en el siglo XVII en la Chiesa de San Lorenzo y acabas paseando por un mercado romano? ¿Cómo explicar la sensación de tiempo detenido en las terrazas de piazza Bellini mientras Sofía Loren cruza la calle quitándose el sombrero?
Cómo definir esa mezcla de Lisboa, Cádiz, Roma y Estambul... aunque tampoco es eso.
Palazzo de Capodimonte |
Piazza del Gesù |
Fontana de Monteoliveto |
Piazza del Plebiscito |
Teatro San Carlo
Nápoles es grandiosa e inabarcable, una ciudad de gigantes habitada por hormigas. Desde el suelo, negro de piedra volcánica, negro de suciedad y basura, negro de abigarrada algarabía humana, hasta el cielo limpísimo, hasta el mar infinito que se detiene en el paraíso de Ischia o Capri, hay un esplendoroso recorrido de mármol y magnificencia. Palacios, iglesias, catacumbas, ruinas, teatros, belvederes, gallerie, cafés, fuentes, basílicas, monumentos... se erigen dueños absolutos del espacio o se camuflan bajo la mugre decadente de los años.
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Puede que no haya un lugar en el mundo que refleje de una forma más certera las contradicciones del tiempo y de la vida.
Nápoles: jodida y radiante.
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