Este blog cumple seis años. Algunas veces pienso si los años de los blogs serán como los de los perros y en realidad una tiene mucho más tiempo pesándole sobre los hombros. En el bar de Peggy Sue, que es donde yo imaginaba que estaban todos mis amigos blogueros, charlando y riendo animadamente, quedan cada vez más sillas vacías. El ruido del cartel desvencijado de la puerta es lo único que se puede oír algunas noches, aunque Peggy Sue sigue atenta llenando las tazas de café, dándole de vez en cuando a la máquina de discos para que la música ahuyente el silencio y el recuerdo de tiempos mejores.
No sé si realmente hubo tiempos mejores, si quedarán todavía buenos momentos por vivir en este pequeño rincón de la blogosfera. Como Peggy Sue, he pensado muchas veces en cerrar el chiringuito, pero igual que ella, en el último momento siento que no sé dónde podría estar mejor.
Muchas gracias a todos.
6 comentarios:
hay que tener en cuenta también a los clientes callados,pero fieles, que desde el fondo oscuro de la barra miran y admiran a Peggy Sue.
Fuquiño
Y ¿para qué serviría la blogosfera sin su blog, oiga? A ver...
La verdad es que seis años de vida para un blog es bastante, pero aquí está, cerrarlo no cuesta nada y dejarlo abierto tampoco.
;-)
Besos.
Ya sabes que no siempre comentamos pero siempre leemos querida Lula. Yo quiero mi silla, aunque esté a veces vacía, pero siempre en la mesa, que nunca se sabe.
Seis besos!
Mientras que no se agote el café, el cartel siga crujiendo y algún que otro coyote merodeando, RESISTE!
Es bonito leerte, que lo sepas :-)
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