miércoles, 4 de diciembre de 2013

DYLAN



7 de abril, 1950
Caitlin. Escribir, así, sencillamente, tu nombre: Caitlin. No es necesario que diga Mi amor, Cariño, Corazón mío, a pesar de que no pare de decirte esas palabras en silencio dentro de mí, día y noche. Caitlin. Todas las palabras están contenidas en esa palabra, Caitlin, Caitlin, puedo ver tus ojos azules y tu pelo dorado y tu lenta sonrisa y tu voz en la distancia. Tu voz en la distancia está ahora susurrando en mi oído las palabras que escribiste en tu última carta. Gracias, amor mío, por el amor que decías que me enviabas. Te quiero. Nunca olvides eso, no olvides ni un instante a lo largo del lento y triste día de Laugharne, nunca lo olvides en tus trances laberínticos, en tu vientre, en tus huesos, en nuestra cama cuando te tumbes en ella por la noche. Te quiero. He llevado tu amor dentro de mí por todo este continente, ha viajado conmigo en el aire, en avión, ha estado en todas las habitaciones de hotel en las que he acabado abriendo mi maleta -medio llena, como siempre, de camisas sucias-, ha reposado en mi mente y no me ha dejado dormir hasta el amanecer porque podía escuchar el latido de tu corazón junto al mío, tu voz diciendo mi nombre resonaba por encima del sonido del tráfico, bajo las luces de neón, en el centro de mi soledad, mi amor.
(...)
Te quiero. Trata de imaginarnos bajo el sol de San Francisco, cosa que ocurrirá pronto. Te quiero. Te deseo. Oh, cariño, ¿cómo es que no te lo gritaba constantemente cuando estabas a mi lado? Te quiero. Piensa en mí.
Tu Dylan


Adjunto cheque de quince libras.
Te escribiré desde Hollywood dentro de tres días.
Y te mandaré más dinero.
Te quiero

Cartas de amor. Dylan Thomas. Ed. Siberia

7 comentarios:

Marcos Callau dijo...

Habría que hacerse con ese "Cartas de amor" Es precioso, desesperadamente bonito.

Blue dijo...

Cuando leo estas cosas no puedo evitar hacerme después la pregunta ¿y cómo termina?, pero mejor no saberlo, jaja.

Besos.

Lula Fortune dijo...

MARCOS: Pues ahí tienes una idea para regalar. La edición de la editorial Siberia es preciosa para mi gusto. Un beso.

BLUE: pues cómo va a acabar, querida Blue... por el final: una especie de síncope por exceso etílico en la habitación de un hotel. Todos morimos solos. Aún así, algunas cartas son una maravilla en sí mismas. Si es que algo puede leerse así, aislado de lo que fue. Besazo.

Lula Fortune dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
David dijo...

¡FELIZ NAVIDAD! (pero olvidando el componente Iglesia o religión en la frase, ¿vale? (jaja) )
Un abrazo.

Licantropunk dijo...

Bueno, las cartas de amor no se libran de clichés aunque seas un genio literario, ja, ja.
¡Felices fiestas, Lula!

Lula fortune dijo...

Gracias a todos y todas por vuestros comentarios y buenos deseos. No soy muy navideña que digamos, pero siempre se agradece. Un gran beso con ciclogénesis norteña incluída.