lunes, 1 de diciembre de 2008

PIJOAPARTE


Hay apodos que ilustran no solamente una manera de vivir, sino también la naturaleza social del mundo en que uno vive.
La noche del 23 de junio de 1956, verbena de san Juan, el llamado Pijoaparte surgió de las sombras de su barrio vestido con un flamante traje de verano color canela; bajó caminando por la carretera del Carmelo hasta la plaza Sanllehy, saltó sobre la primera motocicleta que vio estacionada y que ofrecía ciertas garantías de impunidad (no para robarla, esta vez, sino simplemente para servirse de ella y abandonarla cuando ya no la necesitara) y se lanzó a toda velocidad por las calles hacia Montjuich (...) Con el motor en ralentí, respirando la fragante noche de junio cargada de vagas promesas, recorrió las calles desiertas, flanqueadas de verjas y jardines, hasta que decidió abandonar la motocicleta y fumar un cigarrillo recostado en el guardabarros de un formidable coche sport parado frente a una torre. En el metal rutilante se reflejó su rostro -malancólico, adusto, de mirada grave, de piel cetrina-, sobre un firmamento de luces deslizantes, mientras la suave música de un fox acariciaba su imaginación.


Últimas tardes con Teresa. Juan Marsé


La puerta automática se cierra entre los dos y Lage con la mano dice adiós a la cara que se aleja pegada al cristal, que parpadea, que abre la boca como si le faltara el aire. Palau aplastado por la gente sin poder revolverse, aquel pesado corpachón rodeado de espaldas y nucas sin poderse acomodar ni imponer, quién lo hubiera dicho de él hace tiempo, cuando aún nos bullía la sangre joven y todo se había perdido menos la esperanza, entonces todos pensábamos que esto no puede durar y ahí están los que quedan pensando todavía hoy esto no puede durar, algún día tiene que acabarse, no aguantará, sin saber que estas palabras llegarían con la vacuidad del eco hasta los sordos oídos de sus hijos y sus nietos: estaban tan lejos de verse empuñando las armas otra vez, tan ciegos, de hecho ya ni siquiera podían imaginarse así, ya ni arrestos mentales tenían para verse con la cara tapada por el pasamontañas y pistola en mano empujando la puerta giratoria de un Banco o colocando un explosivo.
Hombres de hierro, forjados en tantas batallas, soñando como niños.

Si te dicen que caí. Juan Marsé.


12 comentarios:

Capri c'est fini dijo...

Yo me alegro mucho de que le hayan dado el Cervantes a Marsé. La foto, muy buena, muy Pijoaparte... Lo único que no me gusta de Marsé es su eterno enfado, pero de sus libros no tengo nada que objetar. Besos.

Raúl dijo...

Las dos son maravillosas.
Bien por el galardonado.

Anónimo dijo...

Otro gusto que tenemos en común, Luliña...

Mis libros preferidos: "La oscura historia de la prima Montse" y "El embrujo de Shangai"...

MK dijo...

Hará un par de años recorría cada mañana la misma acera del lateral de la Diagonal cerca del Paseo San Juán , más o menos a la misma hora y casi cada día me cruzaba con él , mirada de frente en un corpachón encuadrado por una americana de pana beig. A veces estuve tentada de saludarlo , al menos con unos buenos días ...pero ya sabes lo distraidamente discretos que somos los catalanes para esas cosas...
Con quién no me contengo cuando me lo cruzo es con el Quim Monzó al que saludo con un "bona tarde tingui senyor Monzó" que agradece y responde con una inclinación de cabeza de las suyas.
En cuanto al Pijoaparte creo que ha ido siendo sustituido por el Noi de Castefa...

Serendipia dijo...

Confieso que estuve (y desde entonces estoy) enamorada del Pijoaparte.

Ana Bande dijo...

Uf! Casi me olvido de Marsé, esta semana me lo meriendo. Gracias y oye, pásate por mi casa que te dejé un regalito. ¡muac!

Anónimo dijo...

CAPRI: sí, yo también creo que es un premio merecido. Y su enfado, bueno, supongo que todos necesitamos mimitos de vez en cuando. Bikosssss.

RAÚL: son dos de las que más me gustan, teniendo en cuenta que me gustan casi todas. Besos murcianos.

CARRASCUS: ah! sí "El embrujo de Shangai" y también "Rabos de lagartija"... aunque parir a Pijoaparte no tine precio para mí.
Besitos mejorados.

MK: con lo cobardica que soy yo para esas cosas!!! pero con Marsé creo que me atrevería, aunque debe de dar un poco de miedo con esa cara de poker que lleva siempre. Qué suerte! La próxima vez, felicítalo, mujer, seguro que le arrancas una sonrisa.
Besos desde el Tibidabo.

A*: es difícil no sucumbir al encanto charnego y a ese trajecillo color canela ja,ja, ja.

ANA: eso, eso, llévalo a esa estantería tan chula que te has largado en el bló. Verde de envidia
me tienes :)

desconvencida dijo...

Reconozco, no sin vergüenza, que no he leído nada suyo, algo a lo que tengo que poner remedio ya mismo...

Eso sí, todavía no hemos conseguido MK y yo sonsacar a Mondo Gitane sobre el famoso maletín de Marsé, del que siempre habla en mi blog :D

Anónimo dijo...

Querida DESCONVENCIDA, aprovecha estas fiestas y hazte un par de regalos. Las dos novelas de las que he puesto los fragmentos son una buena forma de "iniciarse" en Marsé. Oye ¿y qué es eso del maletín? por dios, con lo cotilla que yo soy!!!!

koolauleproso dijo...

Desde hace mucho, soy un enamorado de Marsé. Me caen bien los "caascarrabias", qué le voy a hacer. Aí, Marsé, Sánchez Ferlosio, etc.. ¡Qué nos duren!

Mr Tambourine Man dijo...

Me ha gustado mucho la selección de textos que has realizado.

Un abrazo,
C.

Lula Fortune dijo...

Hola KOOLAU: cuánto tiempo, chico! ¿qué tal en la leprosería? la verdad es que yo tampoco voy mucho por allí. Tendré que remediarlo.
Besos dulces.

MR TAMBOURINE: son de las dos novelas que más me gustan y los cogí un poco al azar, lo que prueba lo bueno que es Marsé je, je, je. Bicos.