lunes, 12 de enero de 2009

MUJERES LIBERADAS



-¿Mujeres liberadas? Es la falacia más enorme que nos han vendido, Lulita.
Paloma da una calada nerviosa su pitillo. Ha vuelto a fumar, por rebeldía, me dice, y por tocar los cojones. Es una mujer guapa, roza la cuarentena pero con ese aire jovial y decidido que la sitúa en una imprecisa juventud. Es Licenciada en Filología inglesa y trabaja como traductora en una empresa textil. Su marido, Juan Luís, es periodista en un rotativo local. Tienen dos niños.

-Durante años -prosigue Paloma- hemos creído que una mujer debe ser independiente, tener su propio medio de vida, una formación y eso está bien, no me he vuelto tan facha. Pero un día llega la familia, la adorada necesidad de procrear y ahí la cagamos.
Debí poner una cara muy rara porque rápidamente rectificó:
- Quiero a mis hijos, eso no tiene nada que ver, pero ¿qué pasa cuando además de trabajadora eficiente tienes que ser madre abnegada y estar estupenda todo el día? Pasa, que ahí es donde nos la metiron doblada.
-Pero... Juan Luís colabora en casa...-digo tímidamente-
- Sí, colabora. Eso mismo querría yo: colaborar.
Yo no quiero que Juan Luís colabore, eso implica una visión externa de la convivencia. Tú colaboras cuando vas de invitada a otra casa.
Lo que yo quiero es que el trabajo se reparta por igual, pero eso nunca sucede. Las mujeres liberadas acabamos apechugando con casi todo por un ancestral sentido del deber. Es muy entrañable la figura de la ministra paseando a su bebé por la azotea del Ministerio, pero a mí me hubiera gustado ver a un ministro en trance semejante. O ver como un hombre deja una de esas importantísimas reuniónes que tienen siempre los hombres para llevar a su hijo al pediatra.
Qué no, Lulita, qué no, que no nos hemos liberado de nada, al contrario, nos hemos encadenado de forma irresoluble.
¿Sabes quién es para mí una mujer liberada? La mujer de mi dentista.
Ha estudiado su carrera porque la formación es indispensable, ha hecho un casamiento a todas luces ventajoso, crió a sus tres hijos de forma ejemplar y ahora que ya son mayores, es cuando ella refulge en toda su liberación. Va al gimnasio por la mañana, sin agobios y sin prisas. De vuelta a casa, disfruta del aire limpio de la mañana, toma un café mientras lee la prensa y se detiene en una librería a comprar ese libro que ha encargado de poesía inglesa contemporánea o el último de Menkel. Comerá en familia, atenderá los deberes de sus hijos y mientras ellos van a sus actividades, se sentará en el sofá con la perspectiva de una tarde maravillosa sumergida en la lectura. Otro día, tal vez visite la última exposición que llegó a su ciudad, o irá a alguna conferencia interesante. Desde que ha descubierto Internet no para con el Facebook, es asidua lectora de los blogs y consigue unas ofertas estupendas para ir a Londres y ver a su adorado Malkovich en el teatro...


Interrumpo su discurso porque tengo que irme, porque no sé qué decirle, porque creo que tiene su parte de razón y porque echo de menos al dentista en los planes de su mujer.
Sailor me hace señas desde la acera de enfrente, hemos quedado para ir al cine y tengo que despedirme. Le doy un par de besos y prometo volver a llamarla.
-¡Ay! Lulita -me dice mientras me alejo- qué poco sabes de la vida.

26 comentarios:

Mad Hatter dijo...

Nunca me gustó ese video de los "Queen", ni tampoco esa trasnochada visión sexista y victimista de la sociedad.
Prefiero hablar de personas, y no de sexos. Es evidente y bastante triste que resulta muy dificil conciliar la vida familiar con la laboral, en nuestros días.
Porque también habría que recordar a esos abuelos forzados a hacer de niñeras, o a esos padres divorciados que tienen que alojarse en albergues para indigentes.
¡Ay madre, la que me va a caer!

atikus dijo...

Jaja...el otro día pensaba...puff, pues quizás no me importaría liarme con alguien que trabajara (ella) y yo cuidara de la casa y si tuvieramos niños los atendiera yo, vamos que yo hiciera de señora de la casa...la cuestión es que pasa cuando esa relación se rompe, uno de los dos queda desprotegido, y claro parece que el que trabaja fuera y gana dinero es el útil, logicamente eso es falso, asi que hoy en día trabajan los dos y las tareas domésticas se reparten, así ambos son libres e independientes y útiles...o eso parece...

ya se sabe que el dinero va unido a la libertad...o eso parece...

pero también uno puede establecer sus propias reglas, digo yo, lo importante es intentar respetar a los demás y respetarse a sí mismo, porsupuesto sin discriminación se sexo, raza, religión, etc...


besitos libres

Mad Hatter dijo...

Ja, ja, ja... Obsérvese lo sexista del propio lenguaje (aún tratando de medir las palabras), cuando digo "niñeras", en lugar de "cuidadores de niños", o "Atikus" dice "señora de la casa", en lugar de "amo de casa".
Prepárate tío, la que nos va a caer, amigo.

Anónimo dijo...

En mi caso personal he de decir que mi marido es una pareja estupenda siempre dispuesta a compartir a partes iguales cualquier tarea doméstica y demás. Ocurre que tan sólo obtengo ésa “colaboración” de la que habla Paloma.
Durante los 15 años de convivencia común, llegué a la conclusión de que a pesar de su empeño, realmente no es capaz de realizar ó solucionar la mitad de tareas que yo llevo a cabo diariamente. Desconozco el motivo y a estas alturas ni me lo plantéo. Simplemente decidí asumirlo, por el bien de nuestra convivencia, y porque su paciencia y generosidad conmigo en otros aspectos, me compensa. Digamos que la balanza de mi vida en pareja está razonablemente equilibrada.

Eso sí, yo me liberé un poco más (cual Freddy en el divertido videoclip) al descubrir internet. Es una forma estupenda de mantener el contacto (en cualquier momento) con amigos con los que no puedo quedar o charlar habitualmente, precisamente por todo el trajín diario que me traigo (al igual que ellos, supongo). Y ése intercambio de amistad también es de gran importancia para mí y forma parte fundamental de mi equilibrio vital.
También me aporta muchísimo a nivel personal el compartir impresiones sobre los temas que proponéis. Es uno de los ratos que me dedico a mi misma, a crecer un poco más. Es algo que también repercute positivamente en mi familia…

Besos!

MK dijo...

Uff! Luliña , no creo que pueda yo faenar en esta plaza , más que nada porque a estas alturas de mi vida ya no se si soy torero o toreado.Con dos licenciaturas por si con una no había bastante , y con vocación maternal, hogareña y pastelera , poco confesada ,por no perder el pendón de la más progre de mi pueblo. Desde siempre con el ansia de no quedarme en maruja con inquietudes , empecinada en el "que yo puedo"...Y ya ves lidiando solita con tres adolescentes , una perra y dos trabajos. Quitándole horas al sueño para lo que pueda arañar de libertad .Y viendo como todo lo demás cada día es menos...
Pero no os echeis a llorar!!.
Prometo ser la Mae West de las excursiones del imserso!!.
Si consigo liberarme algun día , no van a poder conmigo ni a escobazos!

Anónimo dijo...

Pues tu amiga tiene toda la razón en cuanto a lo de vuestra "liberación"... y me temo que yo soy de los parecidos al marido de Diciembre, y por tanto no soy nadie para tirar piedras contra los que os tienen así de liberadas.

Besos.

Lula Fortune dijo...

MAD: mi querido Mad, es obvio que cada uno habla de la feria según le va en ella. Tienes razón en lo de los abuelos (los que tienen la suerte de tenerlos) y también en lo del lenguaje sexista, se nos escapa en cuanto nos descuidamos, así de inculcado lo tenemos en la cabeza. Hombres y mujeres, ahí no hago distinciones. También es cierto que muchos padres separados quedan en situación precaria (yo conozco a más de uno)no sé si de albergue de indigentes (tàs pasao)
pero lo que está claro es que hemos creado un modelo que solo funciona si dispones de una situación económica boyante. Es decir, contratas a alguien para que haga las tareas de casa y cuide a los niños. De esta forma, si los dos trabajan, el reparto no puede ser más igualitario.
AH! pero eso no sucede en la mayoría de los casos, así que cada uno se lo monta como mejor puede o le dejan.
No te echo los perros, hombre, que sé que estás muy sensible. Pero ni que yo fuera una serpiente venenosa ja, ja, ja. Besos igualitarios.

ATIKUS: se te escapó lo de "ama de casa", lo dijo Mad ¿eh? yo no.
Todo lo que describes parece de los mundos de Yupi. Eso sería lo ideal, pero como dice Paloma, aun en las situaciones más ventajosas, las tías cargan más que los tíos con hijos y demás. Sin que haya mala fe por el otro lado, pero es inevitable. He llegado a pensar que es genético, que estamos programadas para ver el polvo en una estantería y vosotros no.
En fin, de todas formas, estoy segura de que eres una joyita. Eso de presentarse voluntario para las tareas del hogar, eso si que es un hombre liberado :)
Bicos.

DICIEMBRE: vamos, que Paloma tiene toda la razón del mundo. Sin meterme con tu santo esposo (dios me libre) dices que él te compensa de otra manera y aceptas como inevitable esa carga extra de tareas. Estoy segura de que tú también aportas ese "algo" especial a la relación, que también compensas con tus actos o palabras muchas cosas de su vida. Pero además pones la lavadora.
No sé si me explico, no quiero meterme contigo, por favor. Sólo que a veces las mujeres nos creemos esas cosas o nos las queremos creer o simplemente no nos importa que eso sea así.
Pero el reparto igualitario de las tares es casi una utopía.
Yo no llego a envidiar a la mujer del dentista, como Paloma, pero la entiendo perfectamente.
En fin, besos repartidos y amorosos.

MK: eso es, nos empecinamos en el "yo puedo", nos lo hemos tragado y hasta nos parece bien,nos sentimos orgullosas aunque nos quejemos.
Lo tuyo en cum laude, mi niña. Yo no esperaría al imserso: ¡¡viva Mae West en el día a día!!
Petons.

CARRASCUS: lo que no pué ser, no pué ser y además es imposible... que decía el torero.
Baci soltanto per te.

nancicomansi dijo...

UY...que temazo!!
Para empezar, a mi me parece que, a riesgos de parecer "facha", si que creo que que no se quiere aceptar que de este modo pretendidamente "progre", y si no eres más o menos rica, trabajas el doble...casa y trabajo es querer "repicar e ir a mia" a la vez, me parece...
Y me parece que está muy bien, vamnos que ha de ser normalísimo, que una mujer tenga sus estudios y carrera si quiere, pero en cuanto se forma una familia con hijos, en la pareja uno tendría que asumir la casa...es durillo pero sino (repito, a no ser que se disponga del suficiente dinero para señora de hacer faenas y canguro...) les toca pagar "el pato" a los abuelos, y esto SI que es así porque yo decidí al tener mi hijo estar en casa (aparte de mis trabajos "free lance" para ilustración pero esto no comporta horaios, es otra historia),criarlo yo, y os aseguro que quién los lleva al parque y al cole (Y los cuida cuando enferman) el 80% de veces son los abuelos...los padres los van a recoger después de cenados, besito de buenas noches y así hasta el fin de semana...que luego pueden "disfrutarlos" sin los incovenientes del dia a dia estresante...
Que trabaje uno comporta menos dinero pero en esta vida todo no puede tenerse, hay que elegir conforme a los valores de cada uno y quizás entre los nuestros (el de mi marido y la mía) estén una vida sencilla, coche el de su empresa y en cuanto a lujos una vez cubiertas las necesidades básicas, pocos y muy repensados....
Es un tema muy personal, pero vamos, que se puede generalizar bastante en vista como funcionan las cosas hoy en dia...

Perdón el "rollo", es que este tema siempre me "tocó",y depende delo que opinabas eras tachada al momento de "retrógrada"...mira...

un besazo!

nancicomansi dijo...

Quería decir "repicar e ir a misa"...que no se si es traducción demasiado literal de un refrán catalán o existe también en castellano tal cual...

marcela dijo...

La razón es algo que sólo se adquiere cuando una se ha confundido mucho. Y cuánta razón, yo quiero ser entreteniad, y leer, y cuidarme, y soñar....y si alguien me quiere lo suficiente para proporcionármelo que el ministerio se lo quede Bibiana. Que por cierto, cómo es feminista se ha traido a Madrid a su novio con un cargo de esos de no hacer nada y ya pueden los dos dedicarse al amor.
Bueno, bueno, tu blog

Anónimo dijo...

No te preocupes Lula, que tan sólo estamos contrastando opiniones ;-)

En absoluto he querido dar a entender que haya que asumir ése trabajo extra con resignación, tal y cómo hacían antiguamente las mujeres, obligadas por factores sociales. Afortunadamente los tiempos han cambiado, y desde luego una relación de pareja no la concibo sin la implicación por ambas partes en todos los asuntos comunes.

Personalmente yo lo he querido asumir porque estoy convencida de que mi pareja (y sospecho que la gran mayoría de los hombres) no ha sido dotada del dinamismo que tenemos la gran mayoría de las mujeres a la hora de solucionar asuntos domésticos. Ni siquiera ven muchas veces la necesidad evidente de limpieza, que vemos nosotras. Estoy convencida de que existe algún factor biológico que incide en la gran mayoría de hombres, para éste tipo de capacidades. Por supuesto que de todo habrá, no lo dudo, que no se ofenda nadie.

No me considero ninguna maniática compulsiva de la pulcritud, pero está claro que la higiene y un orden mínimo en el hogar son fundamentales. Y sí, cuando se tienen hijos (tenemos dos), como dice Paloma, la cosa se complica. Yo suelo decir que es cómo el circo, divertido pero “mas difícil todavía”…
Insisto en que mi marido también realiza labores de intendencia, pero se me eterniza el hombre…, y claro, pueden darnos las uvas, jeje. En realidad prefiero hacerlas yo porque tengo comprobado que de lo contrario no podríamos hacer planes con los niños, vámos, que saldríamos casi a la hora de regresar, no se si me explico…
El realiza otras tareas: compras, cenas, etc., no quiero ser injusta con él, no lo merece. Además, si le digo ahora mismo que me apetecería comerme un helado de chocolate, no dudaría en coger el coche y aterrizar en la primera estación de servicio para cumplirme el gusto, no tiene pereza para nada.

Claro que luego también está ése otro amplio grupo de hombres que pasan olímpicamente de implicarse en éstos asuntos obligados, tan poco satisfactorios de realizar. Tampoco sacrificaría mi felicidad con alguien tan egoísta, es una actitud que me dejaría clara la falta de autentico amor.

Besos guapa!

Nuca dijo...

Por polemizar:

Adam Smith en su libro La riqueza de las naciones (1776)acuñó el concepto división social del trabajo para referirse a la separación de distintos tipos de trabajo en la sociedad de modo que los productores se concentran en determinadas ramas y clases de producción. Nuestro sistema económico y social se basa en este concepto.

Mutas mutandis aparece la división sexual del trabajo que es a lo que se refiere Lula.

Desde mi punto de vista es la confusión de trabajo con empleo. Sólo parece tener consideración el trabajo remunerado pero no se contempla ni el extra de la casa o el de los abuelos

Probablemente repartir asimétricamente las tareas sea más eficiente en muchos sentidos (incluso en el que señala nancicomansi) y ello no debería comportar ningún problema si fuera remunerado adecuadamente.

Yo propondría que se asignara en casa un valor económico a las diferentes tareas comunes y que cada miembro de la pareja cobrara del otro las que realiza.

En el caso límite el miembro de la pareja que trabaja fuera de casa debería de pagarle al que se queda por las horas trabajadas en casa. Si le pareciera excesivamente caro podría asumir él parte de esas tareas para ver reducida su factura

Anónimo dijo...

Hace años leí la siguiente solución para el reparto de las tareas domésticas entre dos personas. La proponía el matemático Martin Gardner:

Uno de los dos, divide el conjunto de tareas en dos listas separadas. El otro decide de cual de las dos se encarga él.

Anónimo dijo...

Y nadie se pelea por hacer las tareas del hogar? A nadie le gusta planchar, limpiar, poner la lavadora, poner orden, cuidar de los niños, hacer la compra? No me lo puedo creer. De verdad todo eso es tan desagradable? Cómo es posible que el ser humano haya creado un modelo de "hogar" tan absolutamente asqueroso y despreciable como para que nadie quiera saber nada de él? No existen otros modelos más llevaderos?
De verdad a alguien le parece más chachi poner un enema en turno de noche en el geriatrico que velar el sueño de sus hijos? O aguantar a un jefe mamón hijo de la gran puta que ir a hacer la compra? Es simplemente porque en un sitio se cobra y en otro no o es algo más?

EvitaBlu dijo...

Occam, discúlpeme pero no acabo de entenderle. Estoy totalmente de acuerdo con usted en que confundimos trabajo con empleo pero respecto a lo que propone del reparto de trabajo remunerado hay algo que no entiendo.
La parte que se queda en casa tiene derecho a cobrar de la otra parte el trabajo realizado y la parte que trabaja fuera tiene la obligación de dividir el sueldo en dos? Entonces, si las dos partes trabajan fuera de la casa, con el dinero que tiene que pagarse uno a otro por hacer las tareas domesticas ¿no sería mejor contratar a una señora de la limpieza?
Como han dicho anteriormente, las mujeres tenemos un instinto para ver el trabajo de la casa que los hombres no tiene, seguramente por la educación que hemos recibido de pequeñas, también los niños crecen ahora concienciados de las tareas del hogar y de que no pueden salir de casa sin habere hecho la cama, pero nosotras y sin ánimo de ofender a nadie, vamos varios pasos adelantadas en este tema.

Un saludo

atikus dijo...

Evidentemente , lo de "Señora de la casa" lo dije adrede, y con todo el significado que no debe tener ya, tambien podía haber dicho mayordomo, pero eso no incluye cuidar a los peques, que es lo que diría Mad al hablar de "amo de la casa...e fin..por eso comente con toda la malicia lo de "señora de la casa" por es quien se pringa con los crios, la casa y todo, y creo que no me importaría..claro eso lo digo ahora...luego cuando no pudiera dormir en dos meses ya, ya...y planchar tampoco me mola en exceso, lo demas si me gusta ;)

besitos liberados

Mr Tambourine Man dijo...

Estoy de acuerdo contigo en el sentido de que la mujer sigue soportando sobre sus espaldas la mayor responsabilidad en la organización de la vida familiar, la cual incluye las tareas domésticas. Ese punto de vista es, sobre todo, el de nuestra generación, que es una generación exigente. Sin embargo, si lo vemos con mayor perspectiva, o bajo el prisma de las personas mayores, el cambio que se ha producido en los hombres es muy grande. Esta opinión mía refleja la visión de los varones, una perspectiva interesada, desde luego, pero también cierta.

Creo que cada pareja debe resolver cómo repartir equitativamente responsabilidades y tareas. Una de ellas, que no es menor, es la atención de los hijos cada día de la semana, no sólo los sábados y domingos. En fin, el tema da para mucho.

Un beso.
C.

Anónimo dijo...

Yo no sé si la división de las actividades domésticas será una verdadera solución. Una familia no es una empresa que necesite especialistas. Las labores domésticas son lo suficientemente simples como para que pueda hacerlas cualquiera, hombre, mujer o hijos. Creo que la dinámica debería ser hacer cada uno todo lo que pueda, hijos incluidos. COmo en un equipo de fútbol, en el que los compañeros no llevan un cómputo de cuantos pases diste tú, o esta no es mi zona, y dejo perder el balón. Cada uno hace lo que puede en beneficio de todos. Lo que se necesita sería posiblemente "espíritu de equipo", hijos incluidos, desde luego.
Quizás sea una visión demasiado idílica de la familia.

NoSurrender dijo...

¡Protesto, protesto!

Tener hijos es una decisión voluntaria. A nadie, ni hombre ni mujer, le ponen una pistola en el pecho para tener prole. No me parece justo que se considere un handicap social lo que es una decisión voluntaria de alguien. Es injusto.

Tampoco me parece una premisa válida otorgar “un ancestral sentido del deber” a un sexo determinado. No creo que el sentido del deber, o la inteligencia, o la voluntad, o la creatividad sean exclusivos de un solo sexo, la verdad. Es machista.

Tampoco me parece “liberada” una mujer que vive del trabajo de otra persona mientras se toca los genitales todo el día, en este caso la mujer “del” dentista. La dependencia económica es la mayor esclavitud.

La mujer liberada existe en este relato. Se llama Lula, es independiente y se va al cine con Sailor. Que aprenda de ella la traductora textil.

Creo que con tanto victimismo ausente de reflexión se refuerza el sexismo machista que pervive aún en tantos campos de la sociedad que vivimos. Así no podremos cambiar nunca y hacer un lugar mejor para nuestras hijas e hijos, seamos hombres o mujeres.

Bicos.

El Secretario dijo...

Hola Luliña.


Mi mujer DESEA criar a nuestros hijos (tres).

Ha rechazado trabajos por ello.

Yo estoy mucho tiempo en casa: por mi trabajo y porque salgo poco.

No colaboro; participo.
Hay culos en mi casa que yo he limpiado más veces que ella.
Hay comidas que yo he preparado más veces que ella.
Hay tareas que yo he hecho muchas más veces que ella.
Hay otras que ella nunca hizo y yo sí.

Y, sin embargo, ella da en la casa muchísimo más que yo.
Es así.
Por lo que sea.
Por su carácter o...


Un abrazo.

Paco Becerro dijo...

Yo no voy a comentar el tema porque podría salirme del tiesto...

Como sabéis algunos, trabajo precisamente en Promoción de la Igualdad, una de las Areas más interesatnes de la Dirección General de la Mujer.

Evidentemente, no soy nada machista. Y menos en cuanto a las tareas de casa.

Además, normalmente, mi horario es bastante mejor que el de la Rubia, que cuando está de pelis, trabaja hasta muy tarde, y llega a casa a mesa puesta, porque yo tengo más tiempo para ello.

Pero es que de tanto trabajar en ese tema y pasar tanto tiempo rodeado de mujeres, me dan ganas de decir alguna barbaridad... jaja.

La liberación sigue pendiente, evidentemetne, pero estoy convencido de que tenéis más culpa vosotras mismas que nosotros.

Por supuesto, excepciones mil, y casos a montones.

(Siento mi ausencia en los comentarios de anteriores entradas, pero sigo ahí, y las leo siempre)

Besos liberados

Lula Fortune dijo...

BUff! he estado algo liadilla y no he podido contestaros antes, pero me encanta como os sumáis al tema. Aquí hay muchas e interesantes opiniones.

No cabe duda (FB, SECRE) que no se puede generalizar y siempre llevamos al absurdo algunas situaciones para polemizar un poco. Yo conozco a bastantes chicos que reparten las tares del hogar de forma igualitaria, incluso algunos se dedican exclusivamente a eso (aguantando mofas retrógradas, por supuesto)e incluso en algún caso ha disfrutado él del permiso de maternidad. Es evidente que haberlos,hailos. Pero no son la mayoría.

Tampoco se trata de emprender una cruzada contra nadie, como bien dicen NANCI,DICIEMBRE o M. TAMBOURI, cada pareja escoge lo que le satisface y le hace feliz, sea trabajar "fuera" o quedarse a "trabajar" dentro. Pero lo hace con plena conciencia, no como imposición de un rol, del que luego, inevitablemente, acabará quejándose( y no es victimismo, es protesta).

El problema, querido ANÓNIMO, es por supuesto el dinero. A nadie le gusta trabajar (por lo menos a mí no) y si eliges a veces poner enemas, o corregir libretas o despachar pan, en vez de estar planchando tan ricamente, es porque no llegas a fin de mes.
También habrá casos en los que las personas no quieren renunciar a un nivel de vida y por tanto necesitan trabajar los dos miembros de la pareja. No soy yo quién vaya a juzgar esos casos.

Como EVA yo tampoco entiendo, OCCAM, eso de "la parte contratante" le da dinero "a la parte contratada". No creo que el reparto del trabajo se tenga que hacer en esos términos dentro de una pareja. Yo conocí a unos que se ponían el reloj para turnarse en atender al niño que empezaba a andar. Era igualitario, sí, pero no te imaginas qué locura estar con ellos y mantener una conversación.

Creo que coincido plenamente con XDC, en ese "espíritu de equipo" para compaginar una vida laboral fuera de casa y las tareas domésticas. Es utópico, lo sé, pero no por eso hay que rechazarlo. Es la aportación ideal a un proyecto en común en el que ningún miembro se vea sobrecargado de responsabilidades. También los niños, aqunque sean pequeños pueden hacer tareas "pequeñas" y crecer como seres humanos responsables.

Tener hijos, LAGARTO, es voluntario (o debería serlo) y si a veces resulta un handicap, será por factores externos a la pareja, que daría para otro post larguísimo. Yo tampoco creo que haya unos valores innatos a cada sexo, ni siquiera el instinto maternal, que se puede repartir por igual o carecer de él por igual.
La "mujer liberada" a la que se refiere Paloma, no es la que está "tocándose los genitales" exactamente, si no la que ocupa su tiempo en otras cosas no menos enriquecedoras y a veces ¿por qué no? también se los toca un poco, que es muy sano :).
Sí, Lula puede parecer una mujer liberada, cada vez se siente más liberada, diría yo. El tiempo y el sentido común le han enseñado a serlo. Tendríamos que saber qué sucedería si Sailorcitos y Lulitas pequeñitos la rodeasen.

¡¡¡Una lluvía de besoos para repartir!!! Me encanta hablar con vosotros.

Anónimo dijo...

Gracias por contestarme, Lula.

Lo que planteaba no era exactamente lo que tu contestas, sólo preguntaba si a nadie (a nadie!, asombroso) le gustaba hacer las tareas de casa. Evidentemente, a la mujer del dentista, si, pero veo que le pasa lo mismo que al tipo que cogió el permiso de paternidad: está mal visto ser ama/o de casa. En un caso por unos, en otro por otros.
De todas formas, "El problema, querido ANÓNIMO, es por supuesto el dinero": pocos en estos comentarios hablan de dinero, así que no debe ser el dinero, por lo menos aquí; "A nadie le gusta trabajar": seguro que estás de acuerdo conmigo en que hay un montón de tíos por ahí (tíos) que alargan su jornada laboral lo que pueden para evitar llegar a tiempo de llevar a los niños a actividades o de bañarlos, luego hay mucha gente a la que le gusta muchísimo trabajar fuera de casa y poquísimo dentro; "es porque no llegas a fin de mes": nada que decir, pero sospecho (que nadie se moleste) que no es el problema de ninguno/a de los que aquí comentamos; "las personas no quieren renunciar a un nivel de vida y por tanto necesitan trabajar": el que no "quiere", no "necesita, "elige" o "prefiere". Necesita el que no puede elegir si quiere o no. El que renuncia a cuidar de sus hijos para mantener su nivel de vida está eligiendo porque puede hacerlo, como el que renuncia a su nivel de vida para cuidarlos, lo que, como ya he dicho, está muy mal visto; "No soy yo quién vaya a juzgar esos casos": hay muchas maneras de juzgar y aquí, me parece, todo el mundo lo ha hecho de una manera u otra.

Lula Fortune dijo...

Por favor, ANÓNIMO, cómo no voy a contestarte, quita, quita...
Alguno de los comentaristas, sí se refirió al dinero. Es decir, que no le importó "arreglarse" con menos para quedarse en casa. El problema entonces será si las parejas que deciden que uno se queda en casa están dispuestas a "arreglarse" con ese menos.
A las personas que prolongan la jornada laboral para no ir a casa,no es que les guste trabajar, es que NO les gusta estar en casa.
Cuando yo digo que a mí no me gusta trabajar, me refiero a que no salto de la cama a las 7`30, henchida de gozo ante la perspectiva de un trabajo placentero, bien remunerado, donde me sienta bien valorada y que contribuya a algo interesante en la sociedad. Si lo hago, evidentemente, es por dinero.
Trabajaría y gratis en otras cosas que me llenan más como persona.
Cuando yo decía que no quería juzgar, me refería a los motivos por los que cada uno elige quedarse o trabajar fuera.
Y xa máis nada, ata mañan.
Bicos mil.

Anónimo dijo...

Es fundamental la independencia económica para ser libre. Si no tienes dinero, en cuanto te vienen mal dadas, adiós. Pero también es verdad que hay cierto tipo de mujeres que "ven el polvo". Que les encanta ser super.
Tenemos que delegar más. Ese tipo de mujeres, no deja ni colgar un cuadro, ni escogerlo.

Jade. dijo...

Estoy de acuerdo en que nos cuesta la liberacion, pero siempre es mejor esto que depender de otro.

Porque si dependes de otro para comer no podes discutirle nada. Porque es tu dueño, sos su mascota.

Y si te mete los cuernos? Te la tenes que comer, o adonde vas a ir? de qué vas a vivir?

Crees que alguien pasada cierta edad no habiendo trabajado en su vida consigue algo decente?

Entonces terminas en la bebida o en la morgue porque salvo que tengas linfa en lugar de sangre -que las hay las hay-, no te bancas esa prisión perpetua.

A full prefiero trabajar aunque no sea la madre perfecta, mi casa no brille y en cuanto a mi marido, a la primera queja que no me cuadre... pueda mandarlo bien a la mierda!!!


He dicho.