-¿Qué gigantes? -dijo S. P.
- Aquellos que allí ves -respondió su amo- de los brazos largos, que los suelen tener algunos de casi dos leguas.
Proseguimos nuestro viaje hacia el sur, después de agradecerle al Anónimo Zamorano sus atenciones y desvelos.
Y a medida que descendíamos, el camino se fue amansando en suaves colinas de fructíferas primaveras.
Encontramos gentes humildes y pueblos donde se reposan las migas detrás de las jarapas...
.
Pero si algo aprendes en el viaje es que todo es pasajero y cambiante. Que sólo se precisa buen ánimo...
...para volver a encontrar esos momentos de impensable esplendor.
Y llegamos a una tierra acogedora y propicia.
El encanto de M. no está en las alturas, si no en tierra firme. No hay que mirar al cielo en busca de palacios renacentistas. En M. se vive al pie de las plazas con palmeras y terrazas infinitas, plazuelas que se abren entre calles estrechas derrochando vida y griterío, bares llenos hasta la bandera, mostradores rebosantes de tapas lujuriosas, mujeres reteñidas, hombres agitanados con rebrillo de oro en el pecho, mercaderes de chucherías y un repique lejano de recogimiento procesional...
... para al final, encontrar nuestro camino y cerrar la libreta moleskine.
Seguimos hacia el este entre gasolineras polvorientas, caminos casi desiertos y paisajes madurando bajo un escuálido y deseado sol.
Y llegamos a una tierra acogedora y propicia.
El encanto de M. no está en las alturas, si no en tierra firme. No hay que mirar al cielo en busca de palacios renacentistas. En M. se vive al pie de las plazas con palmeras y terrazas infinitas, plazuelas que se abren entre calles estrechas derrochando vida y griterío, bares llenos hasta la bandera, mostradores rebosantes de tapas lujuriosas, mujeres reteñidas, hombres agitanados con rebrillo de oro en el pecho, mercaderes de chucherías y un repique lejano de recogimiento procesional...
En definitiva: esplendor huertano bajo la incipiente primavera.
Nos esperaba atravesar un crudo invierno y sepultar nuestro ánimo en infames bares de carretera...
... para al final, encontrar nuestro camino y cerrar la libreta moleskine.
9 comentarios:
Hermana Lula,o Sor Fortune....me descubro ante usted....
maravilloso relato y magnificas fotos.
Biquiños mil guapa.
;)
Vaya pinta chunga que tiene el restaurante "Las Vegas" ese. No había otro con más glamour...? Ya que uno viaja...
Que buena crónica, y si más vale una imagen que mil palabras, esta vale muchos miles.
Preciosas las fotos LULA.
Besos.
aiiii, me quedo con la última foto..Carpe diem, sera que es muy peliculera ..por lo del clun de los poetas muertos ;)
pues eso,
feliz fin de
Besitos
Pero niña...ibais montados en un buén carro , porque os habeis cruzado media península...!!Que maravilla de viaje...Y cómo me gusta recorrerlo con los comentàrios y las fotos que colgais. Esas visiones desde los ojos de otras personas...buen invento esto de los blogs.
Un beso , guapa.
Los radiadores y las alfombras se portaron y estuvieron tranquilitos y quietecitos esta vez??
Un beso enorme para todos y todas por pasaros por aquí. Y sí, MK, esta vez los tenía amenazados de muerte y ni se movieron. ;)
Muy buena pinta tu viaje ON THE ROAD, qué paz se respira en algunas de esas tierras ¿no?. Crónica super gráfica.
¡Jo tía! Vaya pedazo vueltón ¿No? Tú cuando viajas, viajas de verdad ¡Qué bárbara!
Muy bien narrado y buenas fotos.
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