Cinco historias, de las once que desarrolla el libro de Roberto Saviano, le han bastado a Matteo Garrone para meterse en las alcantarillas de un país llamado Gomorra: Totó, un chaval de trece años que ayuda a su madre en una especie de tienducha llevando los pedidos a domicilio; dos adolescentes descerebrados que creen alcanzar la libertad con una pistola en la mano; un oscuro hombrecillo encargado de repartir el sueldo a las familias de los esbirros; un sastre que trabaja en la confección de alta costura en una fábrica en negro y un joven licenciado que ayuda a un abogado a "gestionar" el reciclaje de basuras de las empresas del norte.
No hay heroísmo: sólo fajos de billetes que pasan compulsivamente de mano en mano, seres adocenados, obesos, violentos, sin ningún tipo de horizonte vital.
No hay lujo: viven en edificios ruinosos, se matan en descampados, frecuentan locales miserables y sórdidos, mueren en hospitales desconchados y sucios.
No hay belleza: Venecia se transforma en un fondo borroso desde el primer plano de un joven atónito que no llega a comprender lo que ve. Nápoles es un edificio laberíntico de cemento carcomido y tuberías rotas. Casserta, un campo lleno de abrojos donde los melocotones apestan porque han crecido abonados con residuos tóxicos.
No hay música: sólo gritos de los vigilantes en las azoteas, palabras broncas de amenazas, ruidos de disparos y silencio. Un silencio que palpita como un animal herido acechado por la muerte.
La primera imagen que me viene a la cabeza después de ver esta película es aquel acercamiento con la cámara que hacía David Linch en Terciopelo Azul, desde el confortable hogar de una familia burguesa hasta los bichos repulsivos que se devoraban bajo el césped de su jardín.
Eso es lo que nos muestra Garrone, un destello apenas de la Italia que todos conocemos: Scarlett Johanson con un precioso vestido sobre la alfombra roja de Venecia y bajo sus pies -nuestros pies- talleres clandestinos donde chinos sin papeles trabajan por las noches en las delicadas sedas de la alta costura.
No, no es El Padrino, no son Los Soprano, es la terrible, desesperanzada y nauseabunda verdad. Un patadón de neorrealismo en toda la boca del estómago.
Es una película devastadora y fantástica.
14 comentarios:
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.. a la par que esperada.
Decían además, que la calidad de la cinta apuntaba, como cúspide de un iceberg, a un renacimiento del paupérrimo cine italiano. Los más realistas de entre los buenos cineastas transalipinos, se han encargado de rebajar la euforia nacional, señalando que la indiscutible calidad de Gomorra, sólo es un paradisiáco islote en un mar de mediocridades.
No la he visto aún, aunque he tenido oportunidad. El viernes 8 la estrenaron aquí en Sevilla, en la gala de inauguración del Festival de Cine Europeo.
Estuvo aquí Roberto Saviano, rodeado de guardaespaldas, y en la rueda de prensa dijo cosas como éstas:
"Vivo blindado y mi tristeza es fruto de mi incapacidad para relacionarme con esta situación, que de alguna manera es un infierno que se ha creado en torno a mí".
"Esta vida es un infierno, pero estar triste es estar vivo".
"Quiero pasear, tomar el sol, caminar bajo la lluvia, quedar con mi madre sin miedo y sin que ella esté asustada. Quiero tener cerca a mis amigos y poder reír y no tener que hablar de mí, siempre de mí como si fuera un enfermo terminal".
Parece ser que al menos aquí sí pudo pasear y tomar el sol por las calles durante algunas horas.
Evidentemente me dan mas ganas de ver la peli con estos comentarios, ya quería verla claro, ademas la apuesta es muy valiente, ya se la ha jugado esta claro como esta claro que debe existir cine de denuncia social.
Esperare un poco porque los estrenos me agobian uno que es un poco raro!
La verdad es que no siempre se pueden contar cosas bonitas, o tiene que existir gente que cuente estas cosas, es importante claro...y encima es lunes pufff
besitos tristes
CAVALIERE: ¿?
RAÚL: sí, eso he leído yo también. Creo que "Il Divo" también ha despertado esa espectación, pero de ahí a ver un resurgir del cine italiano...
Por lo menos, disfrutaremos con ellas, que no es poco.
Baci.
CARRASCUS: no he podido leer el libro todavía, pero muchos en Italia se preguntan si le mereció la pena haberlo escrito. Algunos sólo se lo explican desde su juventud inexperta. No sé, no entro en valoraciones de ese tipo, pero viendo la desesperanza que hay en la película por lo menos que les quede el derecho al pataleo.
Besos tristes.
ATIKUS: pues yo al revés de ti, siempre voy lo antes que puedo. No quiero que nadie me cuente nada, no quiero oír opiniones y si es posible ni siquiera leo las críticas. Me gusta ir al cine virginal y pura ja, ja, ja.
Así que vete pronto a verla o te la voy a destripar toda :)
Besitos VIP.
Atikus, me apunto a verla contigo, si quieres...
Hola LULA, que a mi me apetece mucho verla, y más con tu comentario de devastadora y fantástica.
Mmmm. de las que me gustan...
Te contamos.
No, no es El Padrino, no son Los Soprano...
No è semplicemente l'Italia :(
Grazie Saviano e grazie Garrone.
Bella recensione ;)
besos
No la he visto aún, pero sin duda tengo muchas ganas, aunque más o menos ya sé lo que va y quiere contar. En cualquier caso, son películas que deben existir, pro didáctica más que nada. Me da mucha pena la situación del escritor y del director... qué asco de mafia. Besos.
No la he visto , pero me explicaron el primer capítulo del libro , ese del contenedor con los emigrantes chinos...y no sé yo si voy a ir. Pasearse por las callejuelas cerca de Lungomare en Nápoles y mirar hacia aquellos interiores de casa , bares y tiendas , ya te da una idea .Si de paso en plena calle , a la salida de un bareto un checheno le está rompiendo la cabeza a un compatriota a cabezazos , el cuadro se completa.
Uno echa de menos la Italia de Marcelo , Sofia y Alberto Sordi
Al leer tu post, se me abre más aún el apetito por ver la peli. Pero, más allá de la película, la historia real que vive su autor me produce una profunda tristeza. Qué poco aprendemos.
¡Lula,Lula,Lula!Eres terrible.Ahora no sé,cuando nos veamos en la cima del Empire State,si debo darte el ramo de flores y un beso o tirarte al vacío para que te rescate Carrey disfrazado de King Kong.
No mujer,es broma.¿Cómo voy a enfadarme contigo? Es que soy un soñador y los soñadores estamos desfasados.Por eso no me sale nunca novia,y cuando me sale,me abandonan.Una vez conocí a una chica y el mismo día que quedamos decidió ir a ver conmigo La máscara.Le dije por teléfono que tenía un catarro de caballo y que lo sentía mucho.Después me fui sólo por la noche a un cineclub que reponían Perdición de Wilder.Así no se puede ligar hombre,me dije al salir del cine ya a las tantas.Hacía frío y me sentía sólo.
Ja,ja.Si tienes a alguna amiga que deteste a Carrey,ame a Wilder y que solo hable cuando es necesario,pásame su teléfono.
Excelente reseña de una película que espero que llegue pronto a esta provincia de tedio y plateresco.
Te quiero Luliña.
Besos sin muecas exageradas y contorsiones.
FB: eso, cuenta cuenta que los pobres curritos tenemos que consolarnos con tus crónicas del paraíso. Bicos.
Grazie SPINO :)
CAPRI: la verdad es que es una putada ver que tu vida tiene que cambiar tan radicalmente. ¿Es un valiente o un iluso?
Besos peligrosos.
MK:lo más triste de todo es que salí del cine pensando que no tiene remedio. No hay Estado en Italia. La Mafia ha sustituído las "prestaciones sociales" por su terrorífica protección. Cuanto más alto vas, más asco te da.
Sólo quedan solitarios románticos como Saviano o Garrone que dan a conocer al mundo lo que el mundo ya sabe.
Muy triste, sí, pero sigo amando ese país.
Besos irracionales.
XABIPOP: desde luego, pero ¿qué otra cosa pueden hacer si no airearlo a los cuatro vientos? Desmitificar ese mundo ofreciéndonos la cruda realidad: no son héroes de Hollywood, son delincuentes y asesinos.
Besos tristes.
FRANCISCO:¡no será por eso que no ligas! Los soñadores tenéis muy buena prensa entre las chicas ja, ja, ja.
Tenías que haber ido a ver La Máscara y luego llevarla a ver a Wilder. Seguro que veía la diferencia y caía rendida a tus pies.
Mis amigas adoran a Wilder, pero hablan mucho: nadie es perfecto ;)
Y por favor, tráeme flores, no quiero ni pensar verme en las garras de Carrey.
Besos mil y mil sonrisas.
El sábado la ví, por fin.
Comentarte, que cristalizaron las impresiones que tras leer todas las críticas y opiniones sobre la película me había formado. Una cinta sin concesiones, cámara en mano, ángulos precipitados por aquello del formato semidocumental, y de un texto tan duro como preocupante.
Soberbia, ya digo.
No me gustó mucho en su momento, supongo que porque estaba embarcado (mareado y sobrecogido) en la lectura del libro de (grande) Saviano. El tiempo es el olvido: quizás sea tiempo de volver a verla. Y re-tratarla.
Saludos.
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