jueves, 17 de septiembre de 2009

PENNIES FROM HEAVEN

Chicago, años 30. Arthur (Steve Martin) es un vendedor de partituras al que no le van bien los negocios ni la aburrida vida familiar junto a su esposa Joan.  Inconstante, inquieto y soñador, Arthur se encontrará en uno de sus viajes con Eileen (Bernadette Peters), una inocente maestra de pueblo que caerá en las redes de su amor eterno. Pero Arthur es también un hombre egoísta y cobarde que olvidará las promesas de amor a cambio de la subvención de su esposa para abrir un negocio.
Eileen, embarazada, sin trabajo, repudiada por su familia y sola, irá en busca de su amado a través de un país deprimido y miserable.

No parece un argumento demasiado adaptable a los esquemas de un musical, sin embargo es precisamente eso lo que hace de esta película una auténtica joyita del género. Dinero caído del cielo (1981) que fue como se tradujo, es una película de Herbert Ross con un guión que Dennis Potter adaptó del que había hecho anteriormente para una serie de la BBC.


Los personajes que deambulan por un país sin esperanzas distan mucho de ser ejemplares, viven una sórdida existencia en un mundo real, gris y poco complaciente, son mezquinos e incluso brutales. Pero todos ellos sueñan. Sueñan con un mundo en colores, brillante y perfecto como un anuncio, donde todo es posible.
 Y ahí entra el musical y los magníficos números en la estela del más puro clasicismo: la escuela luminosa y fantástica que Eileen imagina, donde se puede cantar y bailar sin miedo (clic), la estupenda parodia del mundo del hampa con la que nos deleita un increíble Christopher Walken (clic) o la archiconocida canción  que da título a la película y nos ofrece unas de las imágenes más sorprendentes y poéticas de la cinta. (clic)


Los evidentísimos homenajes estéticos a Edward Hopper (clic), o al cine musical de los años 30, forman parte de un sinfín de motivos por los que no hay que dejar escapar estos peniques caídos del cielo. 

Todos queremos tener un final feliz, aunque sea en el cine (clic)

15 comentarios:

Anónimo dijo...

No he hecho ningún clic, ya que no me gustan nada los musicales!!!

El único musical que soporto es la Leyenda de la ciudad sin nombre. Claro, dirás, eso es un western y no un musical. Poseso, si tu has disfrutado a mí ya me está bien.

Saludos de Rock´n´Roll

Lula Fortune dijo...

ESo es que lo has probado poco jajajajajaja.
Como todas las cosas, el musical necesita un "periodo de adaptación" a nuestra manera de percibir el cine y no todo el mundo está dispuesto a hacer ese esfuerzo, es verdad.
Pero cuando te encuentras con auténticas joyas como ésta, da un poco de rabia no poder compartirlas. De hecho, éste es el primer post de una nueva etiqueta "Musicales".
Anda, prueba un poquito, please :) con la canción que da título al film, por ejemplo. Sólo tienes que dejarte llevar jajajajaja.
Besos.

atikus dijo...

Pues no tengo vista la peli, mira tú por donde jij..es que los musicales no son mi género favorito, aunque tengo unas cuantas pelis posteadas,...tambien es diferente el usical que una peli con una gran banda sonora (ejemplo american graffitti, al menos para mi no es un musical).

En fin me la apunto, pero no estoy con mucho cuerpo para verla ;)

Besitos sonoros

Lula Fortune dijo...

No es un musical al uso, es sórdido y triste. Sólo la música constituye una vía de escape. Además, las canciones son casi todas clásicos. La que da título a la peli ya la cantaba Bing Crosby y Billie Holiday, por poner dos ejemplos.
Mal cuerpo, mal cuerpo...pues imagínate el mío después de ver el Anticristo ayer.
Besitos y canciones.

Jah Work dijo...

y como encuentro esta peli?? es que yo lo de bajar pelis no lo llevo demsiado bien...!

un saludo!!

Lula Fortune dijo...

Pues no se me ocurre otra manera... o te la bajas o te haces del Plus +Cine, como yo.
También hay algunas páginas para ver cine on-line, sin descargar. Ya te diré.
Besos

carrascus dijo...

Pues a mí me parece muy bien que te gusten los musicales y ahora nos hables de ellos en tu blog. Yo también soy un gran amante de los musicales, tanto en el cine como en el escenario. Y todos a los que no les gustan, e incluso los miran por encima del hombro... pues nada, que ellos se lo pierden.

Normalmente la razón que alegan los detractores es principalmente que no se los creen, que no es nada verdadero eso de ponerse a cantar en mitad de una escena... y a lo mejor luego dicen que la ópera sí les gusta. Pero ya sabemos que hay gustos para todo.

Lo que a lo mejor nunca han pensado es que en un musical el artista demuestra más que en ningun otro género lo que de verdad vale como artista. Para hacer bien un musical, además de actuar muy bien, hay que demostrar que puedes cantar, que puedes bailar, y que puedes hacerlo todo a la vez, y transmitir arte. Y no todo el mundo es capaz de enfrentarse con eso. Por eso yo respeto muchísimo a todos los actores que se atreven con este género... aunque a veces no estén demasiado a la altura, como Pierce Brosnan en "Mamma mia"... que así y todo tiene momentos buenos.

Y que un actor convencional se meta en un musical implica que se tiene que pegar un curro de la hostia. Y eso hay que reconocérselo. Los muy puristas del cine siempre han elogiado la forma en que DeNiro se mete en sus papeles, como estudia al personaje, incluso cambiando su físico, etc... pero no tienen en cuenta por ejemplo (y para centrarnos en tu post) que Cristopher Walken, para hacer ese número que sale cuando hacemos clic ahí, se tuvo que pegar dos meses de ensayo, y luego dos días para rodar la escena. Y a pesar de lo bien que le salió, como podemos ver, todavía tuvo luego, al estrenarse la peli, la delicadeza de pedir perdón públicamente a los fans de Gene Kelly y Fred Astaire...

Lula Fortune dijo...

Exactamente, Carrascus.
Además es verdad eso de que a mucha gente "le cuesta creérselo", vamos como si Indiana Jones fuera de lo más "creíble".
Es cuestión de acostumbrarse a las convenciones del género, como hemos hecho con el western o con el cine negro.
Besitos de alma-gemela-reencontrada-tras-el- paréntesis-romano.

Mártir dijo...

Yo como musico, te puedo decir que seguramente no sea una buena pelicula...por que esos niños tocando el trombon ¡eso no se lo cree nadie! jajaja un beso

MK dijo...

Pues no la he visto!

Y me encanta la nueva sección , con esos escogidos clics!.
Y Cabaret? All that Jazz!, Siete novias para siete hermanos!
Y el viloinista en el tejado! dubi dubi dubi dummmm.
Besos saltarines desde el camino de baldosas amarillas!

Lula Fortune dijo...

Un CENTOLLO que habla es de lo más creíble. Anda, anda ¿es que sólo te gustan los documentales?
besitos increíbles.

MK: Dubi-du, dubi-du para siempre.
Besos con sonido de claqué.

nancicomansi dijo...

Mira que a mi los musicales...¡¡pero esta es completamente adorable!!!!
La vi hace mucho pero me dejo un incorregible sabor de boca, tanto que seguro pasaré el mes que viene por FNAC y me la compraré!esa peli hay que tenerla y disfrutarla.
No se si es por la música de esa época (los 30's, una debilidad), el tratamiento agridulce del tema o los protagonistas (Y WALQUEEEEENNNNNN, que guapooooo!!!)...no se ni me importa pero he de rescatarla!!!!

Un abrazo, LULA.

EvitaBlu dijo...

Soñar un mundo de anuncio ¡ideal!
Hummm, lo intentaré, porqué me fío mucho de tus gustos.
Me encanta tu Radio 3 particular y ese Princesito adorable.

Muá!

Paco Becerro dijo...

Yo tampoco soy de musicales, pero me apetece mucho ver esta peli, con ese final feliz de cine...

Besitos

Lula Fortune dijo...

No te gustarán los musicales pero seguro que aprecias el buen cine. ¿A que sí
Besos y canciones.