MIGUEL HERNÁNDEZ
(Orhihuela, 30 de octubre de 1910- Alicante, 28 de marzo de 1942)
¿No cesará este rayo que me habita
el corazón de exasperantes fieras
y de fraguas coléricas y herreras
donde el metal más fresco se marchita?
¿No cesará esta terca estalactita
de cultivar sus duras cabelleras
como espadas y rígidas hogueras
hacia mi corazón que muge y grita?
Este rayo ni cesa ni se agota:
de mí mismo tomó su procedencia
y ejercita en mí mismo sus furores.
Esta obstinada piedra de mí brota
y sobre mí dirige la insistencia
de sus lluviosos rayos destructores.
11 comentarios:
Tenía cara de patata... pero que bien escribía...!
Joder! Qué comentario, Carrascus!
En fin... Mi madre me solía decir: Mira, la cárcel donde murió Miguel Hernández. Recuerdo cómo me impresionó su elegía al amigo perdido en 6º ó 7º de EGB. Fue uno de esos poemas en los que la profesora nos explicó todo aquel desgarro con las hipérboles.
Y luego el disco de Serrat. En fin, yo soy todavía más feo y encima no sé escribir tan bien, así que...
Yo sólo espero que no cese.
Me parece que nos va a tocar vomitar durante este año de centenario, cuando veamos (asqueados) el uso que algunos políticos harán de la figura del poeta.
Y por otra parte alguien habrá que lo descubra y que se asombre.
Saludos.
Su poesía es lo que ya no cesará nunca. Brinco por él y por todos los represaliados.
Ole.
¿Qué le pasa a mi comentario, David?
Ese apelativo, aplicado a Miguel Hernández es archiconocido. Así es como le llamaba cariñosamente su amigo Pablo Neruda por el apego que Hernández tenía a la tierra y a la agricultura, "cara de patata recién sacada de la tierra".
Y supongo que a Neruda, la sensibilidad se le supone, ¿no?
Vale. No pasa nada, Carrascus. Lo de la cara de patata ya lo había oído.. y lo de que su mujer estaba hasta los mismisimos de tanta poesía o no veía el asunto. Pasa lo de siempre. No pongo el dichoso (ja,ja) que por lo visto es imprescindible, porque si no parece que lo digo molesto o enfadado. Y es que como soy un inútil con eso de :) u otros símbolos. No tengo costumbre.
No pasa nada, Carrascus (ja,ja).
Mi Joder! iba en plan coña. Me hacía gracia que te fijaras en eso. Pero oye, yo he recordado lo de que mi madre me lo mencionara y ni me acordaba de lo de Sijé (la elegía). Un cordial saludo.
Y lo de Neruda! Bueno... Neruda no era como el de El cartero. Eso de yo custodio mi casa y mientras me pagan por ello, sus odas al padrecito Stalin y demás, pues vaya... Pero sí, puedo escribir los comentarios más inoportunos esta tarde, ja,ja.
Jejeje... pues es verdad, David. Es lo malo que tiene esto de la escritura, que se presta a esa clase de malentendidos.
Y con lo de Neruda tampoco vamos a discutir; yo también le veo sus claroscuros. Aunque nunca le agradeceremos lo suficiente que le leyese la cartilla al principio a Miguel Hernández, cuando le dio a leer "El Gallo Crisis", y le dijese que se dejase de iglesias, que le notaba ahogado en incienso. Sin eso Miguel Hernández seguramente nunca hubiese dado rienda suelta a su instinto poético.
Pues eso, que un abrazo, y a seguir escribiendo.
Jo, menos mal que lo hemos aclarado. De verdad que lo de la ironía lo llevo fatal por escrito en comentarios breves (supongo que en una novela, si ya marcas el tono, los autores no tendrán problemas). Yo andaba poniendo muchas veces el (ja,ja) que es una cosa que me molesta mucho (ya sabes). Pero es que lo de los símbolos, pues como te digo, no estoy nada habituado a usarlos.
Otro abrazo.
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