Después de un día negro toco a Haydn
y siento un humilde calor en las manos.
Las teclas obedecen. Golpean dulces martillos.
El acorde es verde, vivo y sereno.
El acorde dice que la libertad existe
y que alguien no le paga impuesto al césar.
Me meto las manos en los bolsillos haydn
e imito a alguien que contempla el mundo con serenidad.
Izo bandera haydn, eso quiere decir
"No nos rendiremos, Pero queremos paz".
La música es un edificio de cristal en la ladera
donde vuelan piedras, ruedan piedras.
Y las piedras atraviesan la casa rodando
pero todos los cristales quedan intactos.
Tomas Tranströmer
Premio Nobel de Literatura 2011
2 comentarios:
Decididamente nórdico. Imagino las notas de Haydn devaneciéndose entre abedules, mientras un taciturno, con la mirada perdida, anhela la luz y la paz.
Salud
Francesc Cornadó
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