No es verdad eso de que cualquier tiempo pasado fue mejor. Esa idea, no sólo le cierra la puerta al impredecible futuro, sino que convierte lo que nos queda de vida en un charco de nostalgia y un absoluto aburrimiento. Sin embargo, cuando veo películas como Il Conformista de Bernardo Bertolucci, me doy cuenta de cómo echo de menos el cine.
El cine poesía, el cine de miradas, de luces y sombras, el cine de palabras justas, de movimientos geniales, el cine de complejidades diáfanas, el cine que se compromete con el tiempo y con la historia, el cine que se compromete con el arte por encima de todo: el cine.
Il Conformista (1970) fue uno de los primeros films de Bertolucci y al verlo otra vez después de tanto tiempo, compruebo que buena parte de mi educación cinéfila se la debo al maestro de Parma. Porque en esta cinta están, no sólo las semillas de su filmografía posterior, sino el legado de otros grandes como Passolini, Visconti o Fellini. Y también están el descarnado retrato de la burguesía, la absurda megalomanía del fascismo, la locura, la decadencia, la crueldad del ser humano. Está París y está Roma. Está la belleza indescriptible de Stefania Sandrelli y Dominique Sande...
Espero obtener del cine todavía muchas horas de placer y de sorpresa. Pero mientras tanto, me quedaré con la última mirada de Jean Louis Trintignant interrogando al impredecible futuro.
7 comentarios:
Lo que tengo que decir es: Felicidades por tu Frankenstein. Estupendo artículo, un análisis brillante de la obra.
Y como está de lo primero, de lo primero que he tenido la suerte de leer.
Saludos.
Por cierto, tu blog tiene un guardián algo irritante que me ha pedido tres veces (tantas como he fallado) que le demuestre que no soy un robot. Casi me pilla...
Saludos.
Pues muchísimas gracias por lo primero, yo todavía no he tenido tiempo más que para descargarme la revista. Me alegro mucho de que te gustase.
Y segundo: ya está, ya he quitado la verificación de la palabrita. Bienvenidos sean todos los comentaristas, aunque sean robots... je, je...
Un abrazo.
Dicen que cualquier tiempo fue mejor, porque antes éramos jóvenes.
Salud
Francesc Cornadó
¡Tengo que revisarla! Ya no me acordaba que, como en "Novecento" coinciden Stefania Sandrelli y Dominique Sanda, dos de mis mitos eróticos de los 70, y de siempre. Gracias por recordármela
No la he visto Lula pero es algo cotidiano echar de menos el cine. Saludos.
FRANCESC: lo bueno es entonces la juventud, no los tiempos pasados. Me gusta pensar que lo mejor queda siempre por venir. No nos echemos años encima. Un abrazo.
KOOLAU: ya, ya sabía yo que estas dos actrices están entre tus favoritas. Y entre las mías también. Un beso.
MARCOS: Pues debe ser normal, si... pero cuando veo estas películas siempre pienso: pero ¿qué carajo he estado viendo todos estos años?. Un beso.
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