Aquella mañana, Lula Fortune, se despertó convertida en un insecto.
Tenía un caparazón alargado, negro, brillante, con una ligera ondulación en la parte media que le cubría casi todo el cuerpo. Lo que había sido su cuerpo. Al reflejo de la incipiente luz de la mañana, la superficie lisa de aquel nuevo componente reververaba en la habitación como las exquisitas lentejuelas de un vestido de Armani.
La parte de abajo, en cambio, la sentía tibia y blanda. Tenía un aspecto rosado, algo más oscuro en algunas zonas. Lo sentía suave y aterciopelado, palpitante, vulnerable.
Primero con estupor, luego con curiosidad, comenzó a mover las patas. Tenía seis. Largas, articuladas y sorprendentemente ligeras. Presentaban también un aspecto brillante, aunque con alguna que otra pequeña rugosidad. Terminaban en una especie de punzón picudo que se aferraba a la superficie de la cama son seguridad y fuerza, incluso con elegancia.
Con ayuda de sus patas logró poco a poco incorporarse aunque con la lógica torpeza de quien debe acostumbrarse a unos miembros nuevos.
Al colocarse de pie, parte de su cabeza quedó reflejaba en el vidrio de la ventana donde la lluvía seguía derramándose en unos goterones espesos. Tenía dos antenitas espectaculares, delicadas y ondulantes, que podía mover con una inusitada sensualidad. Sus enormes ojos negros refulgían en la penumbra con una fiereza excitante.
En ese momento comprendió que no habría sitio para ella en el mundo de los hombres. Que nadie entendería la nueva expresión de su belleza ni los límites incomprensibles con que dotaría a sus afectos a partir de ahora.
Entonces recordó que alguien le había hablado de Gregorio Samsa.
E inició un viaje largo y pesaroso en su busca, convencida de que, ahora más que nunca, seguía teniendo un irreductible corazón salvaje.
PD: Estaré fuera durante una semana. Ya sabéis mi consejo: no seáis demasido buenos en mi ausencia o no os traeré nada.
11 comentarios:
Pásalo lo mejor posible. Hasta la vuelta.
Disfruta de unos días estupendos, y hasta cuando puedas...
Ay esas antenitas... Recuerda que los insectos nunca se rinden a la tristeza...
Lo estoy viendo en las noticias: El huracán Lula se desata en algunas zonas de ....
Feliz viaje
Que lo pases de cine
Besos
Vaya por dios, te vas a Tel-Aviv a abrir las cajas??
Buen viaje Lula!
Feliz metamorfosis, digo viaje!
Abrazos kafkianos!
Ay, esas antenas y esos ojos. ¡Quién fuese Gregorio Samsa para disdrutarlos!
Ostras... ¿ésa es la insecto?
No te lo había dicho, pero soy entomólogo...
Bicha!!!...que eres una bicha!!!...a saber a donde vas ;-)
disfruta!!
besitos de abejorro
Feliz semana Luliña, y cuidado no cojas frío. Besito.
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