Bebiendo sol corintio,
leyendo los mármoles,
saltando mares de viñas,
señalando con el tridente,
encontré las hojas que el salmo del sol recita,
el firme vivo que el anhelo celebra.
Bebo agua, corto un fruto,
hundo mi mano en los follajes del viento,
los limoneros irrigan el polen de la bonanza,
los pájaros verdes rasgan mis sueños.
Parto con una mirada,
mirada amplia en donde el mundo vuelve a ser
bello desde el principio en la talla del corazón.
Brilla dentro de mí aquello que ignoro. Sin embargo brilla.
Odysseas Elytis
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2 comentarios:
Brilla dentro de mí aquello que ignoro. Sin embargo brilla...
magnífico verso, vive Dios...!
Unos parten y otros regresan del lugar donde hasta las gaviotas comen gofres (¿no sería un buen slogan para la ciudad?).
Esperamos que lo paséis genial.
El sol de tu paraíso fue tremendo. Y las gaviotas parecían extras para un nuevo remake de la peli de Hitchcock.
Un abrazo.
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