A este cuartito volvió Inés por su amor, tras un largo viaje por España.(...) -Voy a sacar las sábanas de la residencia. Vamos a tu cuartucho a estrenarlas. Y además quiero que leamos juntos unos capítulos del Capital. Inés era lo más virgen que había en el mundo, y ahora de pronto, así, a bocajarro, sábanas por estrenar y lectura del Capital. La semana pasada yo la había despedido con un beso sin Henry Miller, con ella nunca usaba Henry Miller, tras la misa de ese domingo la había despedido con su besito Bécquer y la había dejado en la puerta de su residencia con su misalote en la mano, bien segura de sí misma, bien doña Inés del alma mía, luz de donde el sol la toma...Y ahora resulta que por segunda vez en pocos minutos alguien me iba a meter mano sin que yo se lo pidiera.(...) Lectura del Capital entre celestes y flamantes sábanas, ¡cómo te recuerdo! No entendíamos nada, por supuesto, pero estábamos descubriendo el mundo.(...) Karl Marx lo afirmaba y lo negaba rotundamente todo, y nosotros lo obedecíamos: la dialéctica, la dialéctica, Inés dialéctica, Martín dialéctico, sigue leyendo Inés, la verdad es que yo no entendía nada, con Inés ahí calatita (...) ni siquiera desnuda, ca-la-ti-ta por primera vez en mi vida (...) sigue, sigue Inés, luz de donde el sol la toma y con el pretexto de darle la vuelta a la página porque estaba siguiendola muy atentamente, mi mano sobre la tetita encima del Capital, mi mano quedándose donde la puse, Henry Miller merodeando, Inés viniéndoseme, y así, más que nunca esa noche, esa madrugada, esa mañana, y las mil y una noches que pasamos juntos.
(La vida exagerada de Martín Romaña.A.Bryce Echenique)
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3 comentarios:
Pues sí... decididamente... a estos dos siempre les quedará París también...
Parece que París arde en llamas, jeje..
Por lo menos la lectura del Capital sería más "divertida" ;).Besos proletarios a los dos.
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