Querida Lula:
Hace unos días comencé, obligado por el caos y el exceso acumulativo, a ordenar todos los papelotes del departamento. Allí, junto a viejos libros de texto, miles de ejercicios amarillentos y antologías de poemas algo caducas, recuperé una película sobre la Odisea que tenía totalmente olvidada. Y ya que había comenzado hacía poco tiempo a hablarles a mis alumnos de la importancia de esta obra, decidí que sería un buen momento para ponérsela.
Cuando apareció el título -La Odisea- no dijeron nada. Cuando apareció el "guionista" -Homero- se escucharon las primeras palabras que demostraban cierta actividad cerebral: "Como Homer Simpson".
Pronto se dejaron llevar, quizás por la modorra de la mañana, quizás por la oscuridad de la sala, de la mano de Ulises y su esforzado periplo. Respiraban al unísono y apenas se oía el cric-cric de los chasquis. En eso soy inflexible.
Aunque se elevó alguna protesta de Sheila-Ruth y Jessica : "Vaya nombres más raros, profe, Telémaco, Tiresias...no hay quién se acuerde"; en general asistieron en silencio y bastante concentrados. Ni siquiera consultaron el móvil para ver los mensajes o saber la hora. Incluso en algún momento álgido de la historia (cuando Ulises regresa a Ítaca y se encuentra al pastor al que sujeta la cara entre sus manos, emocionado de verse al fin en su patria) alguno emitió un apasionado comentario: "Dále un pico!"
Hubo, después, alguna interesante actualización del mito: "Boah! pues yo no me iba de junto la Calipso esa. Descarao! Le mandaba un sms a Penélope y agüíta"
Alguna chica, con voz displicente y arrinconando el chicle, se adentró en la vertiente más crítica: "Vaya morro el Ulises, le pide fidelidad a la chorba pero él bien que se acuesta con todas. Todos los tíos son iguales"
"Lo hizo para salvar a los coleguitas" dijo una voz masculina sin mucha convicción y secundado por carcajadas y manotazos.
Cuando sonó el timbre, me quedé recogiendo mis papeles de la mesa. Una vez más, me había quedado sin leerles unos fragmentos.
Entonces, el más espabilado, debió notar el abatimiento en mis gestos porque se acercó a la mesa y con una sonrisa de tímida complicidad dijo: "Aún echamos unas risas eh, profe?"
Lo vi alejarse por el pasillo con sus pantalones caídos y el casco de la moto, porque había decidido no hacer caso a las sirenas e ir a ver a su novia que trabaja en un bar cerca del instituto.
Recibe, Lula, un cariñoso saludo.
Lucas Tanner
14 comentarios:
Dura vida la del profesor de secundária , sólo comparable a la soledad del corredor de fondo y mezclada al miedo del portero frente al penalty.
Estuve a punto de opositar ...para história del arte.La vida me llevó por otros caminos , finalmente . Pero recuerdo que en muchos pases de diapositivas con Miró o Kandinsky o Pollock yo cronometraba el minuto justo y apostaba para conmigo misma quién diria primero aquello de "seño...una cosa como esto lo hizo mejor el otro día mi hermanito pequeño"
Qué suerte tienen los chavales de hoy en día que hasta les ponen pelis en clase.
La profesión de profesor de colegio y de instituto debería estar mucho más valorada.
En clase.... Ah, la Odisea, ya vi la peli y la serie de dibujos...
Eso o algo peor se podría oir... supongo.
(Me gustó el comentario de Dale un pico) jajaj.
En mis épocas las clases eran tremendamente aburridas na había forma humana de interesarse por casi nada, los métodos en ese sentido eran nulos.
No sé yo si es buena idea ésta de ponerles pelis a los estudiantes... en mis tiempos solo ponían películas religiosas y me dormía... ya de mayor, igual fue por los hábitos adquiridos, en una clase de inglés nos pusieron "Frankenstein" (la moderna) en versión original... y volví a dormirme...
QUe arriesgado profesor...pero yo soy pelín optimista...
algo les habrá quedado grabado en el cerebro, no? quiero creer que si...a su manera, interpretándo GUAY", pero la esencia...
Es que al menos aguantaron estóicos toda la peli!
Un amigo meu que é profe de secundaria é bastante reacio a tirar das pelis como recurso sistemático. Argumenta o seguinte.
Primeiro hai que reservar vez na sala de usos múltiples, porque se non se ve en pantalla grande non paga a pena, e ás veces é unha odisea conseguir ocos. As clases son de 50 m., chegas e entre unha cousa e outra xa só quedan 45 m., logo sáese e vaise á sala de usos múltiples, e entre estender a pantalla, poñer o aparello (e que funcione á primeira!) e facer que os rapaces se acomoden e calen, pasan outros 5 m. Xa só quedan 40 m. para a proxección. Xa que logo, necesítanse tres clases para ver unha película que dura algo máis de hora e media. Como a materia ten 3 á semana, toda unha semana (ou máis se non se conseguiron tres ocos seguidos) para ver unha peli. Como se ve fragmentada en tres partes ao longo de cinco ou máis días, hai alumnos que perden o fío, ademais de que outros están máis atentos a sabe deus qué. Despois, cando menos, hai que comentala un pouco en clase, e as opinións dos alumnos caen en chorradas ou en anécdotas tontas. O profe desespérase e di: -Para qué tanta carallada se ao final...
Dura vida a do profe se secundaria, si.
Aunque supongo tiene cosas maravillosas, ser profesor me parece hoy en dia una profesión difícil, de alto riesgo. Pero a veces, estos adolescentes que viven a un ritmo frenético y se enteran de las cosas menos de lo que piensan, agradecen aunque sea a su manera, que alguien les ponga los pies en la tierra y les hable del amor y del fracaso, porqué estas cosas no cambian por mucho tiempo que pase. Besos.
Les pedimos que sean listos y cultos, que presten atención y que entiendan a Kandinski, no nos damos cuenta de que tienen 13, 16 o 20 años de tele (y qué tele!) y gominolas. Una vez mi hermana, que es maestra de primaria, enfrentándose a un grupo difícil (de tres años) dijo: "me daré por satisfecha si en Navidad saben ponerse solos el baby y hacer la fila para salir al patio".
A cada edad (y a cada grupo) hay que pedirle lo que pueden dar. Y entonces es cuando te pueden sorprender.
Lo demás son pajas mentales.
Un bico, Lula!
ya tienes la crónica y la foto prometida, LULA, pinchando aquí
Estoy segura de que Lucas Tanner apreciará vuestros cálidos comentarios. Ahora es un hombre mayor un poco propenso a la melancolía. Pero estoy segura de que, en el fondo, huye de visiones catastrofistas y por sus cartas (de las que transcribo sólo algunos fragmentos) puedo aseguraros que todavía aprecio en él alguna brizna de entusiasmo, aunque se empeñe en mostrar lo contrario.
Espero que siga contando conmigo para abrirnos una ventana a las tripas de ese mundo que tan pocos conocemos.
Los profesores que más me gustaban son los que no necesitan ni libros, ni películas para explicar algo. Solo conocimientos y su experiencia. Los que saben mantener la atención del alumno y los que consiguen que, cuando sales de clase, pienses que ha merido la pena.
Non é doado ser mestre, pero cando menos eses rapaces coñeceron a hitoria de ulises, e seguro que algunha vez se lles vén á mente
Mi primer trabajo de docente fué en preescolar tuve , por necesidades de escolarización del barrio un aula doble en la que habían admitido cuarenta y cinco niños de tres años.
La compañera que tenía que ayudarme no pudo ingresar en la escuela hasta Marzo. Entiendo eso que dice K de su hermana. Había momentos hacia la altura de diciembre que pedía cada mañana una benéfica plaga como las de Egipto...pero fuimos organizándonos..en junio , pintaban todos con ceras cuadros tan bonitos como los de Kandinsky...
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