jueves, 17 de abril de 2008

YO NO QUIERO MAS...




Yo no quiero más luz que tu cuerpo ante el mío:


claridad absoluta, transparencia redonda.


Limpidez cuya entraña, como el fondo del río,


con el tiempo se afirma, con la sangre se ahonda.



¿Qué lucientes materias duraderas te han hecho,


corazón de alborada, carnación matutina?


Yo no quiero más día que el que exhala tu pecho.


Tu sangre es la mañana que jamás se termina.



No hay más luz que tu cuerpo, no hay más sol: todo ocaso.


Yo no veo las cosas a otra luz que tu frente.


La otra luz es fantasma, nada más, de tu paso.


Tu insondable mirada nunca gira al poniente.



Claridad sin posible declinar. Suma esencia


del fulgor que ni cede ni abandona la cumbre.


Juventud. Limpidez. Claridad. Transparencia


acercando los astros más lejanos de lumbre.



Claro cuerpo moreno de calor fecundante.


Hierba negra el origen; hierba negra las sienes.


Trago negro los ojos, la mirada distante.


Día azul. Noche clara. Sombra clara que vienes.



Yo no quiero más luz que tu sombra dorada


donde brotan anillos de una hierba sombría.


En mi sangre, fielmente por tu cuerpo abrasada,


para siempre es de noche: para siempre es de día.
Miguel Hernández

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuanta belleza y domino encerrados entre cuatro paredes de una cárcel franquista... es increíble como un tío con cara de patata, derrotado, separado de su mujer hace refulgir unos papeles escritos a escondidas de sus carceleros con frases tan intensas como "Yo no quiero más luz que tu cuerpo ante el mío".

¿Y las indelebles "Nanas de la cebiolla" para su hijo recién nacido al que no podía conocer pero del que sí conocía la circunstancia significativa de que solo tenía eso para comer...?

Pagó por no ser solo un revolucionario de salón, como muchos otros.

Anónimo dijo...

Hernández é inmenso porque leu a Góngora e amouno. E, aínda que non o pareza neste poema, a pegada do cordobés avísase en cada palabra vehemente.
En fin, emocionante, Lula, emocionante.
Un bico oriolano.

EvitaBlu dijo...

Que bonito Lula.
"Sólo quién ama vuela"
Besos

Carmen dijo...

Qué maravilloso es tener a quien leerle unas letras como éstas... de un hombre tan grande como él. Besos lectores.

Ana Bande dijo...

Claro, logo as culpas serán dos colchóns....mmmm....sempre saio de aquí tan animaaaadaaaa!

Lula Fortune dijo...

CARRASCUS: cuánta razón tienes. Conocí su peripecia vital desde un pupitre de un instituto de pueblo. Compré un libro de Alianza editorial (que todavía conservo)y entré en su poesía. todavía no he vuelto a salir. Miguel H. está y estará siempre entre mis lecturas, agarrado a mis tripas como solo un poeta genial puede hacerlo.
Besos amorosos.

ARUME: a Góngora e máis a Garcilaso. A sús poesía latexa vida e paixón.
Un biquño literario.

EVA y CARMEN: besos lectores para vosotras también.

ANA: o colchón é o de menos (creo).
Alégrome de alegrache o día. (Hoxe só me saen aliteracións)
Bicos mmmmmmmm

MK dijo...

Que hermoso poema y esa vida malograda.Dificil ser poeta en esos tiempos y a la vez que auténtico e intenso.
Pocos como él.

MK dijo...

...y cuantos en ese colchón ..no?