A veces, la nostalgia de Italia me invade como un ataque feroz y repentino. Me deja tirada en el suelo, convulsionando de angustia o inmóvil e indefensa ante el dolor.
Imágenes desordenadas me estrujan los pulmones y retuercen mis entrañas hasta que me quedo sin aire.
A duras penas me arrastro hacia el cajón de los recuerdos y remuevo febril el desorden de sitios y tiempos pasados, hasta encontrar alivio.
Siempre llega la noche. Siempre pasa. Siempre me pongo en pie, dolorida y cansada de seguir sobreviviendo.
7 comentarios:
Déjate mecer por la melancolía, querida. ¿Puedo venir?
Muá!
Mmmm... yo tengo una foto tomada desde la misma explanada que ésa que has puesto de Florencia.
Al final nos hemos decidido a hacer ese viaje que teníamos pendiente, la vuelta a Roma. Será a finales de agosto. Cuando tengas otro ataque melancólico de éstos... ¿me escribirías una pequeña guía secreta de la ciudad? Será el mejor momento para hacerlo.
Cómo duele la nostalgia, Doña Lula. Quién la afilará.
O que vostede padece e reuma. E co maio que levamos é normal que "no sienta las piennas".Se non lle fai nada o Vicks VapoRub polo menos collerá ritmo para erguerse. Forza bella ragazza.
Vaya morriña, Lula...
Yo iré a Italia en dos semanas para dar una sorpresa a una amiga que vive allí, ssshhhh.... :D
Fuia Italia hace 23 años ya. ¡¡¡¡Tengo que volver!!!
Veo que, más o menos todos y todas entendéis mi mal. Espero que el tiempo lo solucione. Resistiré.
Besos infinitos.
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