Pedro también lo sabe, quizás por eso disculpa mi ausencia cada vez más prolongada. Me perdona que no vaya a verlo a ese sótano infame, lleno de desconchones, donde las voces de los vivos se apagan detrás de pilas de libros, discos, cómics. Me perdona también que prescinda de su mirada acuosa, de sus gestos osunos debajo de mil sudaderas, de la adorable música con que llena los pocos espacios vacios que lo circundan. Me perdona y me manda de vez en cuando noticias de libros interesantes, papelotes que encuentra en los desahucios, maravillas descatalogadas con el nombre de un fantasma en la primera hoja.
Ayer recibí esta carta:
Querida Lulita, espero que sigas viviendo en la dirección a la que te mando este encantador hallazgo. Espero que sigas viviendo sin más. Hace unos días llegó a la tienda un chaval a venderme una pila de libros. Trabaja en una funeraria y me contó que había tenido que ir a hacerse cargo de un inglés que la había palmado en un trasatlántico. Entre los efectos personales que nadie reclamó estaba una maleta llena de libros que me trajo, estoy seguro, sin ni siquiera echarles un vistazo. No te interesa lo que pagué por esa maleta y si quieres saber lo que contiene, deberás venir a verme. Como cebo te mando esta hojita que estaba dentro de la versión inglesa de las obras completas de Borges. Espero intrigarte lo suficiente como para que des señales de vida. Tuyo atentísimo y siempre fiel.
Pedro
La pequeña cuartilla amarilleada por el tiempo, escrita con letra diminuta y primorosa dice así:
Podría encontrar cualquier poema crepuscular para este momento apacible y tedioso. Desde la terraza del hotel, guarecida del viento impío, veo a lo lejos el dulce mar de Nazaré. Veo su brillo avanzar y desintegrarse en montañas de arena. Es fácil sobrevivir en la indolencia de estas tardes: el vino agolpado todavía en el paladar, las horas como un solo instante, múltiples y únicas, iguales y distintas. Un reflejo escondido, una calleja ignorada, otra brisa, otra música, otros hombres y siempre los mismos.
Arrastramos a este ciego demoníaco y definitivo. Pintamos con su carne las pinceladas más sublimes de lo que será nuestro recuerdo de estos días. Siempre hemos vivido los grandes instantes con la dulzura de saberlos lejanos. Siempre estaremos aquí, en la sonrisa fenicia, en los pasos perdidos de la locura, con nuestro hijo incierto, como figuras borrosas de algún recuerdo nazarita.
Portugal 1990.
¿Merecerá la pena indagar en estos desmayados trazos de un recuerdo? ¿Quién escribe?¿Porqué el cadáver inglés tenía esta nota entre las páginas de un libro? ¿Acaso esperaba llegar a Nazaré antes de que la muerte se lo impidiese? ¿Qué más hay en esa maleta? ¿Habrá alguien esperando en ese hotel? ¿Sería un hombre solo, detrás de un recuerdo?
Puedo imaginar la sonrisa esperanzada de Pedro entre la soledad de sus muertos.
10 comentarios:
Puede ser todo eso o un buen argumento para una novela.
Bonito post, "demasiado" bonito. Hazle una visita a ese librero, que se la ha ganado (ja,ja).
ESGARRA: Exactamente. Un saludo.
DAVID: Ah! si yo te contara... un beso.
Lula, se que soy el último de la fila y el más granadito, y en fin, no sé si debo, pero… ¿Quién leches es ese “tal” Pedro? ¿Es librero de ficción? o es realismo “sucio”, ¿habla, fala, parle, o parla? y sobre qué, qué hace en su tiempo libre, ¿Sailor lo sabe? A mi no es que me importe…pero en casa no hay muchas cosas con que entretenerse. Anda…cuenta…cuenta. (¿ o no es un cuento?)
Besos desde la capitá.
Como diría Flaubert. "Madame Bovary c'est moi"
¿No te he aclarado mucho, verdad? jajajajajajajajaaja
Pero si estás tan intrigado no tendré más remedio que ir a ver a Pedro (al que Sailor conoce, por cierto) y ver qué coño hay en esa maleta.
Besitos.
Me gusta mucho este cuento-libro-carta-intriga. Me quedo por aquí, contu permiso. Y te invito a visitarme en mi blog-desnudo-intriga recién estrenado, si te apetece.
Un saludo.
Bonito principio para una historia larga, mucho más larga. A ver si Pedro va de una vez a ver a Lula para que continúe...
Pues el sitio tiene pinta de invitar a pasar horas y horas en él, buscando, descubriendo. Quién fuera arqueólogo de ese mausoleo.
Saludos.
intriga...!!
ya contarás!
saludos Lula!
Nazaré. 1990. Creo que tengo una buena pista para saber quien pudo haber escrito esa cuartilla. A propósito de Nazaré: el 13 de octubre de l991 no vimos desde la ventana del hotel el dulce mar, sino unas olas enormes que avanzaban amenazando los bancos y farolas de la plaza e intentando una y otra vez registrarse en la recepción de nuestro hotel.
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