Posesión del ayer
Sé que he perdido tantas cosas que no podría contarlas y que esas perdiciones, ahora, son lo que es mío. Sé que he perdido el amarillo y el negro y pienso en esos imposibles colores como no piensan los que ven. Mi padre ha muerto y está siempre a mi lado. Cuando quiero escandir versos de Swinburne, lo hago, me dicen, con su voz. Sólo el que ha muerto es nuestro. Sólo es nuestro lo que perdimos. Ilión fue, pero Ilión perdura en el hexámetro que la plañe. Israel fue cuando era una antigua nostalgia. Todo poema, con el tiempo, es una elegía. Nuestras son las mujeres que nos dejaron, ya no sujetos a la víspera, que es zozobra, y a las alarmas y terrores de la esperanza. No hay otros paraísos que los paraísos perdidos.
Jorge Luis Borges
4 comentarios:
Sí señor. Si Borges fuera siempre así andaría completamente perdido en sus cosas... Besos más lentos que breves.
Ganas de decir algo y nada más que decir ante estas palabras.
Un saludo.
SIR: bueno, bueno, ya es la segunda cosa de Borges que pongo en el blog y que te gusta...se ve que lo has probado poco...o no te has adentrado en él por el camino correcto. Se reciben las lentitudes.
BLANCO: Pues eso. Un saludo para i también.
Palabras de un maestro.
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