Mientras el verano norteño sigue jugando a despistar, yo me dedico a preparar con mimo mi equipaje emocional. El otro, el de un quita-y-pón y un por-si-acaso, es ligero cual hijos de la mar.
Una de estas tardes, como desprendido de la cornisa un palazzo renacentista, cayó en mis manos La ciudad de los ángeles caídos de John Berendt (gracias, Ana Bande). El primer libro de este autor es Medianoche en el jardín del Bien y del Mal, que no leí pero del que hay una estupenda versión cinematográfica de míster Eastwood.
Este americano intrépido llega a Venecia el mismo día en el que un humo negro y espeso oculta sus maravillas a los visitantes: La Fenice se consume y desaparece.
Pero, con esa envidiable disponibilidad que suelen tener los escritores americanos o ingleses, decide quedarse ¡¡¡unos meses!!! en la ciudad. Durante ese tiempo, se dedicará a la ardua tarea de visitar venecianos ilustres, unos de adopción, otros de pura cepa. Así, este autor narrador nos convierte en privilegiados voyeurs de palacios, jardines, canales sigilosos, fábricas de vidrio y hasta charlas de mercado.
Cotillearemos en la mezquindad de los Rylands, gerentes del Guggenheim; en las rarezas exquisitas de los Curtis, expatriados americanos desde 1885. Nos sentiremos pijos de la muerte al asistir a selectas fiestas de carnaval de manos de los Lauritzen, al compartir martini con los Da Mosto, los Foscari o el mismísimo Cipriani, dueño del Harry's bar.
Devoraremos con ansiedad las historias de Ezra Pound y Olga Rudge, nos demoraremos en el palazzo Barbaro donde Henry James contempló extasiado el estucado que había de cautivar a Milly Theale la protagonista de Las alas de la paloma.
Cuesta un poco pensar que el mundo que describe Berendt sea estrictamente real, como recalca en el prefacio, que las pesquisas para encontrar culpables al incendio de la Fenice no sean parte de un giallo apasionante.
Tal vez Venecia no sea más que las páginas que llevamos dentro, la ciudad que queremos encontrar, un gran decorado ahogado por miles de historias verdaderas.
14 comentarios:
Pasatelo muy bien Gondolera.
Besos venecianos para ti.
...y no cuenta mi aventura en mitad de la tormenta del Adriático...?
Po vaya churro de libro...
Bueno, amiguiña, coñas aparte, espero que tú vuelvas también con muchas cosas interesantes que contar.
Empezamos ya a echarte de menos.
Muchos besos. Y que te diviertas muchísimo.
Y "usté" que lo vea signore FB.
CARRASCUS: pues no dice nada, no, de tu tormenta. Aunque creo que la mencionan de pasada en la Crónicas de Croacia (je, je).
Todavía me quedaré un par de diítas para dar guerra, pero gracias por tus deseos. Tendré los ojos muy abiertos.
Baci tanti.
Este libro me parece una recomendación estupenda.
Sé feliz y disfruta, esperaré con los zapatos puestos a que vuelvas.
¿No te falta la foto de alguién en tu "fondo de armario" después de Armani?
Besos envidiosos
Eso, eso, tienes que quedarte por Venecia unos meses, pillar mogollón de amigos, un pisito, hacer fiestas, conocer todos los rincones...asi luego vamos nosotros en navidades hacer una fiesta bloguera-Gallega, en Venecia!!!
Besitos en el canal
EVA: sí el libro es muy entretenido, la verdad. Como viajar sin moverse del sillón. Respecto a lo del Fondo de Armario,tienes razón, qué falta de sensibilidad la mía, mira que no poner también a Yves Saint Laurent... (je, je). No te preocupes que será inmedatamente subsanado a mi vuelta. Me alegro que dejes el juego para septiembre, me daba una rabia no poder verlo en su momento!
Muchos besos y un enorme abrazo que dure hasta mi vuelta.
ATIKUS: Palazzi, allí los pisitos son "palazzi". Se intentará, aunque sea de okupas, je,je.
Besitos con estilo.
Que gran escritor, medianoche en el jardín del bien y del mal es un libro fantástico al igual que la película.
Saluta in vecchia Italia del mio divisorio. Dile che spero di restituire presto.
Molti baci, ragazza.
Pero qué gondolera estás.Se me está haciendo la boca agua con tanta Venecia,a escepción de los gondoleros horteras de tu otro post,sobre todo el número 5.
Venecia siempre ha sido mi sueño no realizado.¿Y a qué estoy esperando?
Besos sensuales a lo Charles Aznavour.
Cum Laude, señorita, ahora que tienes la cabeza repletita de imágenes venecianas espero que traigas tu moleskine llena para compartir a la vuelta. Que el acqua alta de la sabiduría fetilice tu estancia en la gloria y asi, por pedir algo...me pido un pensamiento escrito en una servilleta del Harri´s Bar, que no es poco, bueno, y una foto dedicada de la Fenice, of course. ¡como te envidio angelito!
CAVALIERE: pues anímate con éste, aunque no tiene nada que ver con el otro, es una forma de estar en Italia, in cuore. Baci anche a te. Ci vediamo dopo qualche settimane!
FRNACISCO: pobre gondoliere nº5...y a mí que me tenía un aire con Lando Buzzanca!!! Supongo que no hay nada más hortera que dar un paseo en góndola. Los venecianos no lo hacen, a no ser que sean Casanova y vivan en el s.XVIII.
Prometo subir y bajar por los puentes con mucho estilo ;)))
¿A qué estás esperando?
Baci tanti, mio caro.
ANA: senon é do Harry's polo menos do Florian. Está feito. Bicos italianos.
Yo veo esa portada de libro y huyo despavorido... valiente gusto kistch que tienen los editores, por Dios. Me hace mucha gracia la historieta del novelista yanki, como si él hubiera descubierto Venecia, que bueno... Huye de los descubridores querida Lula. Besos.
PD: La Venecia de tus sueños sólo está dentro de ti. Mira con esos ojos siempre.
Gracias por tus desvelos, señor Paladín a la taza (je, je) pero mis intereses en Venecia están bastante alejados del mundo que pinta Berendt. Lo que ocurre es que soy una mujer sin prejuicios y creo que de todo se puede sacar alguna enseñanza. Besitos y cuídate o no te traeré nada de Venice... muack!!!! muack!!!!
Quizás Venecia está viva, aún. Y vive su decadencia entre pisadas de turistas con la melancolía de una anciana prostituta de lujo. Cuídala, Lula!
Bicos.
Tendré cuidado no vaya a ser que me caiga un angel encima y tenga que ser feliz.
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