miércoles, 25 de marzo de 2009

MUERTE EN DIRECTO



Bretrand Tavernier rodó esta película futurista en 1980 de forma arriesgada e innovadora. El argumento está extraído de una novela de David G.Compton, "The continuous Katherine Mortenhoe" y en ella se planteaba una historia de ciencia ficción en la que Katherine (Romy Schneider) víctima de un engaño, cree estar al borde de la muerte y emprende una huída hacia su pasado acompañada por Roddy (Harvey Keitel). Pero este compañero de viaje no es un amigo desinteresado, al menos en un principio, sino que se ha dejado implantar una cámara en el cerebro que le permite filmar con ojos atónitos su agonía y desesperación.
Se trataba como una ficción la perversión social a través de los medios y la deshumanización frente a un mundo ávido de una nueva pornografía (tal como proclama el productor de la cadena NTV, Vincent Ferriman / Harry Dean Stanton).
Aunque la película resulta dura y conmovedora por momentos, se desliza hacia un hermoso lirismo de silencios y oscuridades. La trama principal desaparecerá para nosotros espectadores cuando Roddy se dé cuenta del horror de lo filmado, sacrifique su visión y se sumerja, a modo de expiación, en una ceguera voluntaria que será el fin del ambicioso productor, del programa y de la historia. Aunque para Kate, eso importe poco ya.

Esta hermosa película es lo primero que me ha venido a la mente al leer los periódicos. La familia de la fallecida Jade Goody (exconcursante del Gran Hermano inglés que negoció la filmación de su muerte debida a un cáncer terminal) pedía intimidad y respeto.


Definitivamente me quedo con el cine.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Es el signo de los tiempos, Lula... ahora aparecen las megaestrellas de la telerrealidad.

De todas formas, yo no estoy en contra de lo que ha hecho. Me parece mucho más digno vender su muerte para poder dejarles a sus hijos de 4 y 5 años un legado de 4 millones de euros, que otros que venden sus miserias para poder mantener un status que consiguieron precisamente vendiendo sus miserias. Ella ha aprovechado un mercado que, nos guste o no, existe y es floreciente.

No sé mucho de esta chica, no he seguido sus "Gran Hermano" (obviamente, no sigo ni los de aquí, imagínate los de UK o la India), esta opinión que vierto aquí la he formado en base a lo que he escuchado y leído sobre ella últimamente. No tiene porqué ser definitiva ni inamovible.

Pero, vamos, que hoy por hoy, estoy a favor de ella.

Y lo que ha hecho, tampoco me parece óbice para que ahora, una vez terminado el show, la familia pida un poco de intimidad para poder llorarla en paz.

DIARIOS DE RAYUELA dijo...

En primer lugar, se toma nota de la película. Intentaremos echarla a las alforjas de la emula.

En segundo lugar, y en relación con lo que se dice en el comentario anterior respecto a la "herencia" generada por la venta de la agonía, quizás deberíamos reparar en que ese legado no asegura dicha alguna -me temo, más bien, que en las circunstancias en que se produce, pueda generar más infelicidad que bien-.
No obstante, he de reconocer que no he seguido este asunto -me levantaba sarpullidos su sola mención-, pero, en cualquier caso, no hay mejor herencia que vivir digna y discretamente. Eso creo.
Un abrazo.

Paco Becerro dijo...

A mi me preocupan más los que han "comprado" y "consumido" su muerte, que el hecho que ella la venda...

Me parece bien y normal que una persona sabiendo que está en las últimas, decida dejar lo máximo posible a sus hijos. Entiendo por lo máximo no solo el dinero, sino las máximas vivencias. Hay unas cuantas pelis de padres que dejan su vida grabada a sus hijos, por si les pasa algo, para que puedan aprender y conocerles, que también son de lágrima y emoción, en fin, interesantes.

Pero volviendo al tema meramente económico, y entendiendo en este caso la venta de la propia muerte, es repugnante la compra de esas imagenes, por puro morbo, no entiendo nada...

atikus dijo...

La peli no la he visto pero una peli es ficción y se puede ver, la realidad es otra cosa mas seria si duda.

Que uno quiera venderse, pues allá él eso si luego no me parece muy lógico que quiera intimidad y respeto si se vendio como show en el pasado y en el futuro post morten.

A mi me parece bien que cada uno haga lo que quiera, yo no comparto eso ni lo consumo, la tele ni la veo, las revistas no las compro, pero que cada uno sepa distinguir, eso si quien consume es complice,eso pasa como otras cuestiones de la vida como en la prostitución, o cuando compras una mercancia robada, si te parece bien no te quejes!!


Besitos en privado

R.R. dijo...

Auténtico peliculón. Máis que recomendable e intelixente e acertada nos "pronósticos". Uf.

Anónimo dijo...

Yo también creo que se pueden dejar muchas cosas a los hijos sin que sean estrictamente bienes materiales. Cosas que no se terminen, que no se inviertan mal o se dilapiden. Tampoco me quiero meter con la pobre chica, bastante debió sufrir con la enfermedad y además, se murió. Pero todo esto me llevó a la reflexión.
Lo que Tavernier proponía en los 80 como una pudorosa ficción -porque a su protagonista la engañaban para filmar- hoy es aceptado y consumido sin problema.
Como dice Atikus, la ficción es la ficción y aún así me resultó angustiosa, así que no puedo imaginar a qué tipo de persona le puede interesar ver una agonía en directo.
Supongo que mi reflexión viene de alguien sospechosamente anticuada. El signo de los tiempos es el exhibicionismo más descarado. Proliferan tuentis, facebooks, vídeos que muestran intimidades y hasta el blog tiene su puntito de escaparate. Los padres graban a sus hijos desde que salen del útero materno, cuando cagan, cuando duermen... y luego se lo enseñan a familiares y amigos. Se graban mensajes de padres, como dice FB, en fin no es de extrañar que todo se "enseñe". ¿Por qué no la muerte?
Es como si la nueva forma de aceptación social, de reafirmación por parte de los adolescentes, estuviera en directa proporción con el número de fotos o vídeos que cuelgas en la red.
Con esta entrada, además e recordar esa fantástica película que me hizo descubrir a Harvey Keitel, sólo quería decir que ciertas cosas no las entiendo.

Besos a todos: CARRASCUS, FB, Atikus y Diarios de Rayuela (qué gusto verle por aquí de nuevo).
Un biquiiño tamén para ti RR, e noraboa fenómeno! :)

Y para que lo sepan todos: esta pelotita roja llamada RR (Premio Nacional de teatro)acaba de ganar otro premio literario de teatro radiofónico.

Anónimo dijo...

Está muy bien dejarle a los hijos vivencias y ejemplos... pero 4 millones (4 millones, oigan) de euros les van a ayudar en la vida más que todo eso. El legado no asegura la dicha, la felicidad... pero no veas como ayuda...

Y Atikus, recuerde que quien pide respeto e intimidad son los familiares. Ella, la pobre, ya no está en disposición de pedir nada.

No sabemos si sus familiares estaban o no de acuerdo con que ella vendiese esto. Pero ella ya no está, lo que vendía ya se ha amortizado. Ahora hay que respetar los deseos de los que están aquí.

NoSurrender dijo...

Yo me quedo siempre con Tavernier. Algunas de sus películas son maravillosas. Esta en cambio no la he visto, pero si te gusta a ti la buscaré, que seguro que está muy bien.

Efectivamente, la pornografía es un concepto muy revisable. Lo obsceno y la falta de pudor van de la mano con la creciente deshumanización social que (creemos) nos protege.

Bicos!

koolauleproso dijo...

La vi hace muchos años en televisión, y fue una película que me impresionó. Recuerdo que Rommy Schneider está estupenda en esta que sería una de sus últimas apariciones en la pantalla, antes de su trágico final.
Siempre me dio la impresión, no se por qué, que en esta peli, lo presentía, de algún modo