Hace poco vi "Los 400 golpes", una película hermosísima de François Truffaut. La historia de ese preadolescente inadaptado vagando por las calles de París me pareció tejida en plena actualidad, no sólo por lo que cuenta, sino por la poética brutalidad con la que el director aborda su labor.
Me quedo con la imagen del pequeño leyendo a Balzac mientras apura un pitillo: CLIC
Me quedo con el desconcierto del niño/hombre al conseguir su anhelada libertad: CLIC
Me quedo con el rostro inalcanzable de Jean Pierre Léaud.
Me quedo con Truffaut.
De vez en cuando hay que volver a los clásicos.
Rectifico: siempre hay que volver a los clásicos.
BUEN FIN DE SEMANA
7 comentarios:
Lula, eu son un clásico. Volve.
PUes si hija...ayer mismo lo pensaba...
Revisitar los clásicos puede parecer conservador y burgués por no optar de la audacia que supone el descubrir...
Y descubrir siempre, pero también no descuidar la esencia que nutrió esas novedades.
Buen finde, preciosa.
(tendré que verla. Esta peli SI me averguenza no haberla visto...)
Niña...¿estás mejor de la tendinitis esa? ¿Cuanto dura eso? ¿escribes con la otra mano o tecléas con un lápiz en la boca?
(es broma, eh? recuperate, porfa...;)
¿Estabas malita, Luliña...? Po anda que para subir los ánimos has escogido una película de lo más depre...
Menos mal que esta peli es muy antigua y todavía no estaba tan sobada la metáfora de llegar al final al mar, no te parece? No sé si verla con ojos actuales será lo mismo que haberla visto hace muchos años...
:)
:)
:)
¿Siempre hay que volver, o nunca hay que dejar de la mano a los clásicos?
Me quedo con Truffaut entero, sin dejarme ni un corto.
Hola!!
clasicos?
modernos?
de todo un poco, sin excesos.
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