jueves, 30 de septiembre de 2010

VENENO

La dulce boca que a gustar convida
 un humor entre perlas destilado,
 y a no invidiar aquel licor sagrado
 que a Júpiter ministra el garzón de Ida,   
 ¡Amantes! no toquéis si queréis vida:      
  porque entre un labio y otro colorado
 Amor está de su veneno armado, 
cual entre flor y flor sierpe escondida.    
No os engañen las rosas que al Aurora
 diréis que aljofaradas y olorosas 
  se le cayeron del purpúreo seno.  
  Manzanas son de Tántalo y no rosas,
 que después huyen del que incitan ahora
 y sólo del Amor queda el veneno.
Luis de Góngora

miércoles, 29 de septiembre de 2010

MÁS


"Soy un amante fanático de la libertad, considero que es la única condición bajo la cual la inteligencia, la dignidad y la felicidad humana pueden desarrollarse y crecer; no la libertad puramente formal concedida, delimitada y regulada por el Estado, un eterno engaño que en realidad no representa otra cosa que el privilegio de algunos fundado en la esclavitud del resto; no la libertad individualista, egoísta, mezquina y ficticia ensalzada por la Escuela de J.J. Rousseau y otras escuelas del liberalismo burgués, que entiende que el Estado, limitando los derechos de cada uno, representa la condición de posibilidad de los derechos de todos, una idea que por necesidad conduce a la reducción de los derechos de cada uno a cero. No, yo me refiero a la única clase de libertad que merece tal nombre, la libertad que consiste en el completo desarrollo de todas las capacidades materiales, intelectuales y morales que permanecen latentes en cada persona"

"¿Se desprende de esto que rechazo toda autoridad? Lejos de mí ese pensamiento. Cuando se trata de zapatos, prefiero la autoridad del zapatero; si se trata de una casa, de un canal o de un ferrocarril, consulto la del arquitecto o del ingeniero. Para esta o la otra, ciencia especial me dirijo a tal o cual sabio. Pero no dejo que se impongan a mí ni el zapatero, ni el arquitecto ni el sabio. Les escucho libremente y con todo el respeto que merecen su inteligencia, su carácter, su saber, pero me reservo mi derecho incontestable de crítica y de control. No me contento con consultar una sola autoridad especialista, consulto varias; comparo sus opiniones, y elijo la que me parece más justa. Pero no reconozco autoridad infalible, ni aún en cuestiones especiales; por consiguiente, no obstante el respeto que pueda tener hacia la honestidad y la sinceridad de tal o cual individuo, no tengo fe absoluta en nadie. Una fe semejante sería fatal a mi razón, la libertad y al éxito mismo de mis empresas; me transformaría inmediatamente en un esclavo estúpido y en un instrumento de la voluntad y de los intereses ajenos."

"Yo soy partidario convencido de la igualdad económica y social, porque sé que, fuera de esta igualdad, la libertad, la justicia, la dignidad humana, la moralidad y el bienestar de los individuos, así como la prosperidad de las naciones no serán nunca nada más que mentiras."

"Yo no pongo mi ignorancia en un altar y le llamo dios."

"Es soñando con lo imposible que el hombre ha realizado siempre lo posible. Los que se han conformado con lo que les parecía posible no han avanzado nunca de un solo paso."
Mijail Bakunin

No necesito una huelga, lo que yo quiero es una maldita revolución.

martes, 28 de septiembre de 2010

LIBRE TE QUIERO


Libre te quiero,
como arroyo que brinca
de peña en peña.
Pero no mía.
Grande te quiero,
como monte preñado
de primavera.
Pero no mía.
Buena te quiero,
como pan que no sabe
su masa buena.
Pero no mía.
Alta te quiero,
como chopo que en el cielo
se despereza.
Pero no mía.
Blanca te quiero,
como flor de azahares
sobre la tierra.
Pero no mía.
Pero no mía
ni de Dios ni de nadie
ni tuya siquiera.

Agustín García Calvo

lunes, 27 de septiembre de 2010

HARVEY, MI HÉROE


Sería estupendo que en algunas ocasiones, Harvey llamase a tu puerta diciendo eso de:
Hola, soy Mr Wolf. Resuelvo problemas.

Y en cuántas reuniones inútiles no se os ha pasado por la mente levantar la voz para decir:
OK y ahora vamos a dejar de chuparnos las pollas y sigamos trabajando.

¡Que la semana sea leve!

domingo, 26 de septiembre de 2010

MATU-MALOA (1)

Creo que podré soportar el otoño. Veo su plumaje gris invadiendo mi ventana, pero he resuelto hacerle frente. Jim Guinea va a ayudarme. Es un truhán que conocí en los apestosos puertos Cape Heat, en Sudáfrica y no me preguntéis qué hacía allí.
Durante todos los domingos de este otoño melancólico ha prometido relatarme la excepcional e insólita aventura que vivió a bordo de la Fidèle, una goleta ligera y elegante, capitaneada por el no menos insólito capitán Charlemont.
Como en los viejos folletines decimonónicos, Jim nos mantendrá, domingo a domingo, amarrados al palo mayor de la aventura y dispuestos al abordaje. ¿Quién ha dicho que hay amores imposibles?

¡Leven anclas marineros, la Fidèle relumbra como una preciosa joya esta mañana!

jueves, 23 de septiembre de 2010

THE MEXICAN SUITCASE

Cuando ya parece que nada pueda sorprendernos, una maleta se abre y a la luz del presente, el pasado se despliega en nuevas certidumbres. CLIC

Exiliados republicanos (fot. Robert Capa 1939)

Oficial republicano y Gerda Taro (fot. Robert Capa 1937)

Dolores Ibarruri (fot. David Seymur 1936)

Hemingway con dos soldados republicanos (fot. Robert Capa 1937)

A las puertas de la morgue (fot. Gerda Taro 1937)

Soldado republicano (fot. Gerda Taro 1937)

Joven soldado republicano (fot, Gerda Taro 1937)

Gerda y Robert, París 1936 (fot. Fred Stein)


miércoles, 22 de septiembre de 2010

EN DEFENSA PROPIA

Jodido viejito de ojos tristes...

Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y la definitivas
defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos

defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica los paros cardíacos
y de las endemias y las academias

defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres

defender la alegría como un certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa

defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría.

lunes, 20 de septiembre de 2010

JESSI


Me cuesta mirarla sin pensar lo mucho que el destino se cebó con ella. Parece no darse cuenta, en su simpleza, de todo lo que significa cada uno de los ángulos que la definen. Quizás algún dios de esos en los que ella cree, en el último instante, le dejó el entendimiento a medio hacer, porque de otra manera no hubiera soportado todo lo que se le venía encima.
Es de esa gordura fofa y bamboleante que se arrastra con fatiga. Siempre lleva chándal, estirado, roto, con infinitos lamparones de antigüedad y procedencia diversa. Tiene media cara y parte del cuello quemado y un bigote largo y negro. En el labio superior lleva un piercing rodeado de mocos secos.
Un día en el curso pasado, salí pronto y me la encontré en el autobús. Había pedido permiso para irse; siempre le dolía la barriga cuando le mandaban escribir algo. Tenía que ir al Centro de Acogida donde le daban la comida y le controlaban que hiciera los deberes. Es un decir, porque jamás llevababa nada en las manos, ni mochila, ni carpetas. En clase, cuando no tenía más remedio y lo de la barriga no le funcionaba, miraba los cuadernos con el ceño fruncido, con desconfianza; ni siquiera pasaba las hojas.
Aquel día, en el autobús, se sentó a mi lado y me contó que tenía un prometido de 22 años y que se iba a casar en cuanto lo soltaran. Yo le dije que era muy joven, que con 14 años eso era una barbaridad. Ella me sonrió.
-Mira, señor Tanner -dijo enseñándome un medallón de plata con su foto dentro.
Allí estaba el mismísimo Camborio, desposeído de toda su aura mítica, por supuesto, o por lo menos todo lo que tres años de cárcel pueden desmitificar.
-Se me rompió la cadena. Es mala. Tengo que comprar otra. Vivo con mi abuelo. Tengo una hermana pequeña. Se llama Shakira. Es muy guapa. Dicen que se parece a mí. Te voy a traer una foto, señor Tanner.
Tuve que avisarla de su parada y se bajó sin despedirse siquiera, bufando como un horrible hipopótamo. Y yo me quedé allí, sin apartar la vista de su imagen, sin poder hacer nada, como siempre.
Me preguntas, querida Lula, cómo me enfrento al próximo curso... supongo que con la jodida y maltrecha esperanza de siempre.
Un abrazo.
Lucas Tanner

viernes, 17 de septiembre de 2010

SILVANA

Aeropuerto de Pisa: estaba dando vueltas en la cinta transportadora de equipajes. Sin nombre, sin sexo, sin futuro. Por uno de esos impulsos inexplicables de la vida, ahora lo tiene todo. Se llama Silvana, es una gorila hembra, por supuesto y le espera un futuro prometedor.
Me ha acompañado a todas partes como una compañera fiel: ha subido a las montañas escarpadas y ha bajado a los valles umbrosos, ha remojado su cuerpo en aguas cálidas y bajo la lluvia inclemente, ha soportado la sed y el hambre y ha asistido en silencio a nuestro humano sucumbir en placeres inconfesables.

Eligiendo vinos en las enotecas de Montalcino

Probando un chianti maravilloso...

En las termas de Bagno Vignoni

Alfombra roja del Teatro Signorelli, en Cortona, a punto de entrar al concierto de Sting.


En Firenze

Ahora, mi condición de paria me obliga a retirarme a los palacios de invierno, así que sólo me resta facilitarle a Silvana el futuro que le prometí: os ofrezco la posibilidad de que os la llevéis a cualquier parte del planeta. A cambio, eso sí, de un humilde reportaje fotográfico en vuestro blog como el que os he mostrado.
Podéis utilizar mi correo de contacto y os la haré llegar sana y salva, como espero que me la devolváis, por muy azarosos y accidentados que sean vuestros viajes.
También vale para viajes interiores.
¿No es una monada?

martes, 14 de septiembre de 2010

CUMPLEAÑOS

Los famas para conservar sus recuerdos proceden a embalsamarlos en la siguiente forma: luego de fijado el recuerdo con pelos y señales, lo envuelven de pies a cabeza en una sábana negra y lo colocan parado contra la pared de la sala, con un cartelillo que dice:"Excursión a Quilmes" o "Frank Sinatra".
Los cronopios, en cambio, esos seres desordenados y tibios, dejan los recuerdos sueltos por la casa, entre alegres gritos, y ellos andan por el medio y cuando pasa corriendo uno, lo acarician con suavidad y le dicen: "No vayas a lastimarte" y también "Cuidado con los escalones". Es por eso que las casas de los famas son ordenadas y silenciosas, mientras que en las de los cronopios hay gran bulla y puertas que golpean. Los vecinos se quejan siempre de los cronopios y los famas mueven la cabeza comprensivamente y van a ver si las etiquetas están todas en su sitio.

...por eso no es de extrañar que los cronopios apenas guarden fotografías de su infancia y las pocas que guardan se encuentran en un estado lamentable de tanto corretear por la casa.
Pero no hay mayor satisfacción para un cronopio adulto que sentarse debajo de una parra y ver enredar libremente a sus recuerdos mientras el tiempo pasa.

domingo, 5 de septiembre de 2010

FUEGO

Pienza es una joya del Renacimiento extraviada en medio de la tosquedad de estos campos.
Me resulta imposible escribir sobre los miles de reflejos de la luz, los miles de colores diferentes escondidos en cada hora del día, las texturas que te "tocan" en este tejido gigantesco: el suave tapiz de la hierba, el áspero amarillo del trigo cortado, la frondosa rugosidad de los bosques, el árido ocre de los terroni...

Cerca de Pienza se encuentra un lugar remotísimo y semiabandonado: el monasterio de santa Anna in Camprena. Dos filas de cipreses custodian el camino de entrada y los olivos cubren la parte de atrás.

En el restaurado refectorio benedictino pueden verse los frescos de Il Sodoma con absoluta libertad. Todo estaba silencioso, desierto y un leve olor a curry flotaba en el claustro.
No es un lugar especialmente hermoso y sin embargo, algo como una alegría infantil, se apoderó de mí cuando llegué y pude reconocerlo.


Quizás al ver este CLIC hasta el final se comprenda por qué hay fuegos interiores que son imposibles de explicar.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

VEINTE CENTÍMETROS

Dicen las supersticiones sienesas que cuando coinciden cuatro contrade con el color verde en sus banderas, sucede siempre una desgracia. Los que creen que nuestras vidas están escritas en algún libro polvoriento, asentirán con gesto solemne y taciturno. No creo que Alain Emphoux creyese eso. Conocía a la perfección todas las tradiciones y la historia del Palio, porque de haberlo creído, seguramente se hubiese quedado en Avignon, que era desde donde, año tras año, partía rumbo a Siena, la ciudad que más adoraba del planeta.




Los barrios se engalanaban. Banderas y farolas marcaban con orgullo los territorios rivales, que no enemigos: la Selva, il Montone, la Onda... se amasaba la pasta que llenaría los platos, se aireaban las polainas en espera de ser lucidas por jóvenes orgullosos en el espectacular Corteo, se hacían cábalas sobre el ganador después de la provaccia, se preparaban las mesas donde esa noche se celebraría el triunfo o se mascaría la derrota...


Pero antes, un acto de confraternización -todo Siena es una fiesta en los días que rodean al Palio- una cena en la piazza Tolomei donde Alain estaba invitado por la nobile contrada de la Civetta. Pasta, vino tinto y alegre conversación pasaban por su vida como pequeñas e insignificantes cosas. Il capitano se levanta, hace un discurso. Aplausos. Se levanta il fantino (jinete), va a hablar. Alain Emphoux no ve bien y se echa veinte centímetros hacia atrás.
Veinte centímetros. Una cornisa se desprende y le secciona la yugular, muere en el acto. A veinte centímetros de su esposa, a veinte centímetros de la ciudad que amaba, a veinte centímetros de la vida.





Y la ciudad sigue su fiesta. Se custodia el Palio, se exhiben los caballos, se desfila con gesto solemne entre terciopelos y brocados renacentistas. Se ondean las banderas frente al Comune, más alto, más lejos...





Se asiste con espectación a los tres minutos que dura la carrera y que nos separan del éxtasis.
Ha ganado la Tartuca. Gritos y carreras hacia el Duomo, lágrimas, abrazos. Un delirio de mármol blanco y negro se eleva hacia el cielo de la cúpula, tambores profanando la soledad y el silencio del templo. Pero hoy, éste es el efímero triunfo de los hombres sobre la muerte.

Siena seguirá adelante. Tal vez, mirando de reojo, aunque sólo sea por una décima de segundo, la débil cornisa que nos separa del triunfo completo.