viernes, 29 de mayo de 2009

JULIO VIVE

Una Cronopia bloguera salió una mañana de incipiente verano con el corazón anhelante en dirección a la librería más cercana.
Se había puesto el vestido de los domingos, los zapatos de tacón y el collar de perlas, porque no albergaba la menor duda de que aquel evento tenía que ser una gran fiesta.
Cuando por fin llegó a la puerta, se detuvo un instante para coger aire, se alisó la falda en un gesto mecánico y preparó la sonrisa del aplauso.
 Una vez dentro, repasó con la mirada inquieta el espacio atiborrado de libros: no había globos, ni banderolas, no había torres de libros, ni señoritas con canapés y copas de cava. Escudriñó el suelo en busca de confetis desmayados pero sólo encontró a cuatro especies extrañas husmeando entre los anaqueles, dos Famas aburridos  detrás del mostrador y una Esperanza mojando el bizcocho en la leche.
Desconcertada, la Cronopia se adentró en la normalidad del día hasta encontrar lo que buscaba. No le fue difícil porque el libro la llamaba con una vocecita dulce desde un estante bajo "Aquí, aquí" decía, estirando sus páginas abiertas como diminutos bracitos.
Con un gesto rápido y preciso lo subió hasta su pecho y lo apretó con fuerza. Tentada estuvo de salir corriendo con el tesoro prendido en la solapa, pero un Fama-dependiente clavaba sus ojos de acero en ella.
Se puso obediente a la cola y hojeó distraidamente el menú que acababa de elegir: cuentos inéditos, discursos, prólogos, historias de cronopios, notas políticas, crónicas de viaje, poemas, autoentrevistas...
Se sintió tan excitada que olvidó la vuelta en el mostrador y salió revoloteando de allí.
Puso rumbo a la Casa Tomada, se atrincheró en el cuartito caótico del fondo y comenzó a jugar en la rayuela de aquellas páginas sintiéndose la Cronopia más pequeñita y feliz del mundo.

¡Buen fin de semana!

En todas partes se oye el ruido de las persianas metálicas guillotinando la semana, o sea que el cuerpo de los días hábiles queda tendido en plena calle y la cabeza del sábado y el domingo rueda hacia el interior de los comercios y las casas.
Potasio en disminución. Julio Cortázar.

jueves, 28 de mayo de 2009

DE VITA BEATA

En un viejo país ineficiente,
algo así como España entre dos guerras
civiles, en un pueblo junto al mar,
poseer una casa y poca hacienda
y memoria ninguna. No leer,
no sufrir, no escribir, no pagar cuentas,
y vivir como un noble arruinado
entre las ruinas de mi inteligencia.

Jaime Gil de Biedma.


martes, 26 de mayo de 2009

LA CASA TOMADA

Son apenas dos. Y digo apenas, porque el jefe va y viene a la Nave -ya conoceréis la teoría de que los carpinteros, electricistas, fontaneros y demás especies son extraterrestres-.
Dos seres que deambulan por mi casa con aparente sigilo pero contumaces y obstinados hasta lo inimaginable. Me han ido expulsando poco a poco hasta el extremo norte del piso, desde donde os escribo entre montañas de libros, pilas de ropa, cuadros descolgados, lámparas huérfanas y hasta platos de comida. 
Vamos, que tengo a los pintores en casa y la cosa va para largo.
Y como esta situación se asemeja tanto a la relatada por mi adorado Cortázar, y una cosa me lleva a la otra, aprovecho para transcribiros una nueva y deliciosa historia de Cronopio aparecida recientemente, junto a otros relatos, en un manuscrito inédito y que Alfaguara publicará próximamente con el título de Papeles inesperados .
Te queremos Julio. 

Vialidad

Un pobre cronopio va en su automóvil y al llegar a una esquina le fallan los frenos y choca contra otro auto. Un vigilante se acerca terriblemente y saca una libreta con tapas azules.

-¿No sabe manejar, usted? -grita el vigilante.

El cronopio lo mira un momento, y luego pregunta:

-¿Usted quién es?

El vigilante se queda duro, echa una ojeada a su uniforme como para convencerse de que no hay error.

-¿Cómo que quién soy? ¿No ve quién soy?

-Yo veo un uniforme de vigilante -explica el cronopio muy afligido-. Usted está dentro del uniforme pero el uniforme no me dice quién es usted.

El vigilante levanta la mano para pegarle, pero en la mano tiene la libreta y en la otra mano el lápiz, de manera que no le pega y se va adelante a copiar el número de la chapa. El cronopio está muy afligido y quisiera no haber chocado, porque ahora le seguirán haciendo preguntas y él no podrá contestarlas ya que no sabe quién se las hace y entre desconocidos uno no puede entenderse. (1952).  

lunes, 25 de mayo de 2009

EN PIE DE GUERRA


No sabría precisar el momento exacto en que sintió un primer roce, delicado, casi tierno, sobre sus pies. Nadie más que él pareció apreciarlo, así que siguió observando el local con interesada curiosidad.
Era un recién llegado a la empresa y no deseaba convertirse en un elemento singular, señalable o murmurable por razones tan estúpidas como la convivencia, el compañerismo y otras patrañas de ese estilo que tanto le aburrían. Así que aceptó de buen talante asistir a la cena de sección, pagó su cuota e incluso opinó discretamente sobre el menú.

El segundo roce fue un poco más persistente y astuto; se entretuvo jugando con los bajos del pantalón, enganchó con ligereza el calcetín y se deslizó como un gusanito travieso por la pierna hasta tocar la piel. Era un tacto resbaladizo, algo frío, suave y reconfortante.
Miró a la compañera de mesa que tenía enfrente, una joven tímida y no exenta de atractivo, pero ésta seguía con atención el discurso de una amiga que, dos puestos más allá, comentaba las experiencias de su último parto a la vez que engullía el cochinillo. Un desconocido que se inclinaba con ostentación hacia el lado contrario le flanqueó la derecha y de paso su tranquilidad. La izquierda fue compartida por un hombrecillo locuaz y algo sudoroso que parecía sentirse como pez en el agua.

El tercer contacto trepó ágil hasta la rodilla; lo pilló desprevenido, un escalofrío le recorrió la columna vertebral y su tenedor cayó estrepitosamente al plato. En la rodilla, aquel pie perverso -porque estaba claro que era un pie- pareció sonreirle con movimientos circulares y lentos, pero su efecto comenzaba a ser todo el contrario.
Apenas llegado el postre, con el primer bocado de tarta al güisqui atascado en la boca, el emisario silencioso avanzó con sigilo por el muslo. Avanzó miles de metros, como si no tuviese final, avanzó por arriba, se dejó caer remolón hacia el interior y suspiró una y otra vez entre sus piernas hasta llegar hasta su, por aquel entonces, poderosa e indiscreta anatomía masculina.


No se atrevió a levantar la vista del helado medio derretido, convencido como estaba de que su compañera de mesa charlaba ahora tranquilamente con el hombrecillo sudoroso y locuaz.  Su voz sonaba sosegada, con un timbre suave, coloreado por algunas breves risas.
Le pareció que sería bueno ayudarle, y, en el momento de colocar la servilleta sobre su regazo, liberó de un golpe certero la botonadura opresora de su pantalón. El piececillo pareció revolotear y estremecerse de júbilo, apartó ciudadosamente la tela y siguió avanzando como un ejército invencible y valeroso.
 Llegar a la abertura de su calzoncillo estampado fue un trabajo fácil y encontrarse a la bestia despierta, el anhelado fruto de un trabajo certero. Apretó las piernas conteniendo la respiración mientras sonreía a la camarera que le servía el café. Intentó revolver el azucarillo con indiferencia, pero todo aquella noche parecía desbordarse. Cuando consiguió esparcir el café por el platillo y parte del mantel, hizo un nuevo esfuerzo y destensó sus muslos doloridos, se echó hacia atrás en la silla, inhaló un falso aire reponedor y dejó que su encantador visitante revolotease de nuevo con excitante torpeza.

Evitó cerrar los ojos, fijando su mirada orgásmica en la esmerada decoración del local. De pronto, una ola eléctrica recorrió su cuerpo rendido, abatido, sumiso y entregado a su diminuto dueño. Pensó que debía, en este último instante, ofrendarse a su dulce tirana y bajó la vista autoinmolándose en una débil sonrisa. Allí estaba ella, retorciendo un pitillo en el cenicero; sonrió también, tímida y desconcertada. Su amiga post-parto se acercó ajustándose la falda y, tras susurrarse algo ininteligible, se levantaron y se alejaron camino del lavabo.
Como un náufrago al borde de la cascada, las siguió con la mirada acuosa hasta que doblaron la esquina del salón. No era humillación, sino desvalimiento y abandono lo que creyó sentir. Apenas un parpadeo y de nuevo sintió escarbar al inquieto animalillo en el instante preciso. Se crispó en el asiento, su frágil balsa se quebró, hundiéndose sin remedio en un líquido tibio e inquietante.

Cerró los ojos conteniendo a ráfagas la respiración, sintió un estremecimiento por la espalda y un ligero temblor en las rodillas. El hombrecillo locuaz le sonreía con sus diminutos dientes: la calva brillante, el bigote sudoroso, la mirada febril, descompuesta y maléfica del pecado. 


viernes, 22 de mayo de 2009

ONE MORE WEEKEND

Esta semana ha tenido demasiadas dosis de realidad para mí.
Necesito un sueño para perderme.


¡Intentad ser felices!

miércoles, 20 de mayo de 2009

ANTONY, SIN H


Lunes 18 de mayo. Nueve treinta de la noche. Teatro Coliseu de Oporto.
En el escenario vacío: un piano, un violonchelo, varios violines, un saxo y dos guitarras.
Una figura fantasmal se acerca desde el fondo hasta ocupar un círculo blanco de luz. El público susurra inquieto mientras la figura realiza unos extraños movimientos. 

De pronto, desde algún lugar de la oscuridad, una voz invade el teatro y se apodera de todos nosotros con suaves y poderosos tentáculos. Es como un veneno paralizante que nos mantiene despiertos e inusualmente gozosos.
Antony no se levantó del piano en toda la noche. Desgranó con precisión de relojería las canciones de su último disco The Crying light, junto con otras más conocidas y algunas maravillosamente irreconocibles. Charló con el público, paró el concierto aterrorizado por los gritos de un fan enloquecido, bromeó con desparpajo sobre su delicada capacidad de concentración y hasta declinó, pudoroso, ofertas de matrimonio. Arropado por los impertérritos Johnsons, por unos tímidos efectos lumínicos, allí no hubo más espectáculo que su voz.
No sé por qué me gusta. Todavía no he averiguado cuál es el maleficio que su música, o él, ejercen sobre mí. Antony es un Ser. Un Ser de enormes brazos, largos y blancos, que acarician el piano. Un Ser de gestos femeninos y coquetos, de voz inclasificable y hermosa.

Se despidió emocionado al borde del escenario, con el teatro abarrotado en pie, limpiándose una ficticia lagrimita, dedicándonos, con exquisito acento, "thousand of kissis, thousand of kissis".
Después, se alejó revoloteando como una enorme y triste mariposa que sueña con alguien que cuide de ella.

lunes, 18 de mayo de 2009

MAYO

Me he retrasado un poco con el Chico Mayo, espero que el ragazzo compense tan dilatada espera.
Se trata de ALESSANDRO GASSMAN (Roma, 1965) el mismísimo hijo de.
En efecto,Vittorio Gassman y Juliette Maynel son los progenitores de este metro noventa y tres de... talento (ejem).
Debutó a los 17 años en una película dirigida y escrita por su padre Di padre en figlio. Más tarde estudió en el Taller de Teatro de Florencia donde fue destacable su papel en la obra de Pier Paolo Pasolini Affabulazione. Comenzó entonces una serie de colaboraciones en el cine (incluso participó en Huevos de oro de Bigas Luna) que alternó con trabajos en la televisión y en el teatro, hasta que en 1997 se dio a conocer internacionalmente con el film Hamam del turco Ferzan Ozpetek.
Desde ese momento no ha parado de trabajar, casi un film por año, en producciones americanas, francesas y de su propio país. En el 2007 aparece junto a Nanni Moretti y Valeria Golino en Caos Calmo.
A pesar de su espectacular físico (también ha sido el modelo masculino de la fragancia Opium de YSL), Alessandro ha sabido construir la imagen coherente de un actor italiano contemporáneo. Uno de los más interesantes, sin duda, de su generación. Y vestido tampoco está nada mal.



sábado, 16 de mayo de 2009

MA QUESTA VITA




Ma questa vita cos'è, si manchi tú...

miércoles, 13 de mayo de 2009

MI REINO POR UN PASE VIP

No soy Carrie Bradshaw, ni falta que me hace, pero comparto con esa heroína pija la pasión por los zapatos altos. No es una pasión antigua, qué va, yo era militante del zapato plano y la sandalia espartana, pero poco a poco mi gusto se fue elevando -a la vez que mi talón- hacia alturas insospechadas. Y descubrí que estaba bien, que la vida se veía desde otra perspectiva más poderosa y audaz.
¿Comodidad? La justa, no nos engañemos. Tampoco es que las bailarinas sean el colmo del bienestar... Creo que cómodas, cómodas, deben ser esas deportivas con cuña que llevan las señoras de edad cuando van de excursión. Pero ése no es el tema, claro.
Estamos hablando de arte. De la belleza intrínseca que se puede obtener con un rectángulo de cuero y un poco de talento e imaginación.


Hay dos gurús de la elevación femenina; eso también se lo debo a la pava de Carrie (si de todo se aprende): Manolo Blahnik y Jimmy Choo. Y no es que mi adoración sea ciega o incondicional, no es que esté hablando de mitos inalcanzables y nunca vistos. Estuve en la tienda que Manolo Blahnik tiene en New York, justo al ladito del MOMA, con la misma naturalidad que si entrara en Calzados Segarra. Es lo que tienen las tiendas pijas de NY, te hacen sentir a gusto aunque seas una muerta de hambre. Allí hasta me probé unas sandalias y pude comprobar que, aun siendo un gasto excesivo para mi economía, no era la cifra tan desorbitada como mi imaginación aventuraba.

Ahora leo en la prensa que esos dos gurús del stiletto van a venir a Meis -una pequeña población en pleno corazón del albariño- como una estrategia de venta, de acercamiento del producto a las partes más desfavorecidas del planeta, zapatísticamente hablando.
El evento tendrá lugar a finales de mayo en un encantador hotelito y con estricta invitación.
De ahí mi grito de socorro: ¿Alguien puede conseguirme un pase VIP?

No pienso comprar nada, aviso, pero podría salirme una crónica de lo más jugosa. Además, a escasos dos kilómetros ponen un churrasquito de tambalearse en los tacones.


martes, 12 de mayo de 2009

TUVE QUE CORRER

En un hueco de torpe inexistencia
me voy de mí
camino de la nada.

lunes, 11 de mayo de 2009

PEUR(S) DU NOIR


Peur(s) du noir (2007) es un film de animación dirigido por Etienne Robial que reúne varias historias de terror realizadas por destacadas figuras del cómic actual: Blutch, Charles Burns, Marie Caillou, Pierre Di Sciullo, Lorenzo Mattotti y Richard McGuire.
No se trata de una suma de historias ya existentes sino de un proyecto común que escarba en nuestros miedos más interiorizados. Miedos reales, miedos heredados y legendarios, miedos literarios y cinematográficos y agobiantes e inexplicables miedos interiores.
Perros salvajes en busca de presas para saciar a un siniestro personaje del pasado, insectos que se apoderan de nuestra voluntad, laboratorios de pesadilla, bosques fantasmales, sueños dolorosos, bestias que amenazan a pequeñas poblaciones, casas abandonadas en medio de la nieve...
Aunque los autores se mantienen fieles a su estilo, el blanco y negro une cada una de estas historias en una sorprendente y apabuyante variedad artística.
¿Mis preferidos?Lista con viñetas
La inquietante atmósfera creada por el italiano Mattotti



La maravillosa, sorprendente y compleja simplicidad de McGuire, de la que aquí tenéis una muestra. Dedicadle unos minutos, merece la pena.

viernes, 8 de mayo de 2009

THIS IS ROCK'N ROLL


Sencillamente genial.



(Me gustaría saber cómo se puede llegar a los 63 años y estar como Mick Jagger. Yo quiero lo mismo) 


miércoles, 6 de mayo de 2009

LAS FOTOS QUE NUNCA HICE



El Foro romano bajo la lluvia de mayo. Pequeños grupos de turistas se dispersan mientras una extraña luz hace tambalear las piedras. Soledad, gotas, hierbajos, bajo un cielo irreal.


Un taxi destartalado que acuchilla las calles en Nápoles. Frenazos y pánico bordeados de aceras llenas de basura, de hombres orondos con camisetas sucias. La ciudad, hermosa y triste como una vieja meretriz.


Una ventana que se abre sobre un balcón encima del mar. Un rectángulo de agua en un hotel de Sorrento, mientras llega la noche.


Un espejismo en Capri: una hermosa villa romana sobre una empinada colina llena de caminos con lagartijas. A contraluz, la silueta del viejo emperador en Villa Iovis.


El extraño sueño del tiempo que no nos pertenece atrapado en los muros de Pompeya. Intrusos husmeando el sexo cautivo de los burdeles, oscuros y húmedos.


La melodía simplona y romántica que un pianista con peluquín desgrana en la terraza de un bar para turistas, completamente vacío.



martes, 5 de mayo de 2009

lunes, 4 de mayo de 2009

PUBIS (casi) ANGELICAL


Hay una chica nueva en la peluquería a la que suelo ir habitualmente, es una brasileña impresionante que cumple con creces todas las expectativas del mito. Pero además, es simpática y parlanchina, con lo que el suplicio de la depilación se está convirtiendo en algo entretenido y no exento de interés.
La última conversación giró en torno a las preferencias de hombres y mujeres sobre el modelo de pubis femenino. Después de ilustrarme largo y tendido sobre su trabajo y descubrir cosas tan chuscas como que algunas señoras le piden la depilación del pubis con el logo de la empresa de su marido (!), no me quedó claro si los gustos masculinos y femeninos coinciden en dicho aspecto.
Así que abro el debate para ver si veo un poco de luz entre tanta pilosidad: ¿Cuál es vuestro modelo ideal?

1. Modelo MOJINO: asilvestrado y montaraz.


2. Modelo JACKSON: para nostálgicas de la era hippie, pero sin descuidar la estética.
 


3. Modelo BRAD: natural pero arreglao!.



4. Modelo TAXI DRIVER: con las ingles apuraditas.



5. Modelo TO BE OR NOT TO BE: más que nada, testimonial.



6. Modelo YUL BRINER: peladito, peladito.



Tenéis la palabra.

viernes, 1 de mayo de 2009

CARPE DIEM

Que no pare la música y disfrutad, la vida son tres días y vamos por el segundo.
BUEN FIN DE SEMANA.