TORCUATO ABANDONADO ( y III)

Tercera y última entrega de las desventuras del jubilado Torcuato. El desenlace nunca visto, la sorpresa fianl jamás imaginada, sonrisa o llanto. Pasen y vean... CLIC

TORCUATO ABANDONADO (II)

¿Conseguirá el abuelo Torcuato atravesar los doscientos metros de asfalto incandescente que lo separan del supermercado? ¿Sobrevivirá en medio del abandono, en medio de una ciudad en llamas? ¿Se dejará caer, finalmente, desde el alféizar de la desesperación?

Algunas respuestas y más enigmas en... CLIC

TORCUATO ABANDONADO (I)

Ya se sabe que los abuelos son un incordio cuando llega el tiempo de las vacaciones. Lo mejor es poner pies en polvorosa sin dar demasiadas explicaciones. Si han llegado hasta los 80 años es que son unos supervivientes, entonces ¿para qué preocuparse?

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MATU MALOA (FIN)

Raptado su noble corazón, el capitán inglés ¿sucumbirá en los mares de la buena sociedad inglesa o se arrojará al infierno imprevisible de la inexplicable pasión?

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MATU-MALOA (3)

Los acontecimientos venideros ¿darán la razón al descreído Charlemont? ¿Qué inquietante destino espera a la tripulación de la Fidèle? ¿A qué se deben esos inesperados vaivenes de la goleta?

Esto y mucho más en la siguiente entrega de...CLIC

MATU-MALOA (2)

¿Estará contento el capitán Charlemont con los hombres de a bordo? ¿Conseguirá la Fidèle que los vientos favorables le hagan partir sin incidentes? ¿Soportará Jim Guinea la incertidumbre de una misión tan extraña?

Éstas y muchas cosas más serán reveladas en el segundo capítulo de tan fantástica e insólita aventura... CLIC

MATU-MALOA (1)

Creo que podré soportar el otoño. Veo su plumaje gris invadiendo mi ventana, pero he resuelto hacerle frente. Jim Guinea va a ayudarme. Es un truhán que conocí en los apestosos puertos Cape Heat, en Sudáfrica y no me preguntéis qué hacía allí.

Durante todos los domingos de este otoño melancólico ha prometido relatarme la excepcional e insólita aventura que vivió a bordo de la Fidèle, una goleta ligera y elegante, capitaneada por el no menos insólito capitán Charlemont.

Como en los viejos folletines decimonónicos, Jim nos mantendrá, domingo a domingo, amarrados al palo mayor de la aventura y dispuestos al abordaje. ¿Quién ha dicho que hay amores imposibles?

¡Leven anclas marineros, la Fidèle relumbra como una preciosa joya esta mañana!

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