miércoles, 23 de diciembre de 2009

EN LA CARRETERA

Estaré fuera unos días. 
No seáis demasiado buenos en mi ausencia porque me sentiré muy sola en el infierno sin vosotros.

martes, 22 de diciembre de 2009

CARTA DE INVIERNO


 Querido John: las noticias del frente son desoladoras y eso, unido a tu silencio, me hace navegar entre los más terribles presagios. La aviación enemiga no ha dejado de bombardearnos la última noche. Un ala entera del hospital ha desaparecido y el gélido frío se cuela por todas partes hasta anegarnos el alma de tristeza. No han parado de llegar heridos en los últimos días, jóvenes soldados con ojos extraviados que tienden una mano desesperada al vacío. Nada puedo hacer para aliviar su agonía. Vigilo su fiebre, seco sus frentes sudorosas, cambio los vendajes de sus maltrechos miembros y agarro sus manos con fuerza deseando que, si en algún lugar tú corrieses la misma suerte, alguna enfermera hiciera por ti lo que yo hago por estos muchachos.
Dicen que van a evacuarnos en cuanto llegue el transporte y en ese momento habré perdido toda esperanza de comunicarme contigo. Ni siquiera sé si estas apresuradas letras que enviaré a tu antiguo batallón, encontrarán el fin en tus manos. Deseo con todas mis fuerzas que sigas ahí, amor mío, enmudecido por las circunstancias, pero cerca, muy cerca de mí, como aquella plácida tarde de septiembre cuando paseábamos por el muelle de Brighton. Cuando la vida nos parecía hermosa e inocente y la guerra, la distancia, eran sólo palabras difusas e improbables.
 
Elizabeth Swann, Palabras desde la batalla

lunes, 21 de diciembre de 2009

domingo, 20 de diciembre de 2009

DEL AMOR Y OTROS DEMONIOS

Él suspiró hondo y recitó: "Oh dulces prendas por mi mal halladas".
Ella no entendió.
Es un verso del abuelo de mi tatarabuela, le explicó él. Escribió tres églogas, dos elegías, cinco canciones y cuarenta sonetos. Y la mayoría por una portuguesa sin mayores gracias que nunca fue suya, primero porque él era casado, y después porque ella se casó y murió antes que él.
¿También era fraile?
Soldado, dijo él. (...)
Cuando terminó, Cayetano tomó la mano de Sierva María y la puso sobre su corazón. Ella sintió dentro el fragor de su tormenta. (...) Y sin darle tiempo al pánico se liberó de la materia turbia que le impedía vivir. Le confesó que no tenía un instante sin pensar en ella, que cuando comía y bebía tenía el sabor de ella, que la vida era ella a toda hora y en todas partes, como sólo Dios tenía el derecho y el poder de serlo, y que el goce supremo de su corazón sería morirse con ella.
¿Y ahora?
Ahora nada, dijo él, me basta con que lo sepas.

(...)

Repite conmigo, le dijo: "En fin a vuestras manos he venido"
Ella obedeció. "Do sé que he de morir", prosiguió él mientras le abría el corpiño con sus dedos helados. Ella lo repitió casi sin voz, temblando de miedo: "Para que sólo en mí fuese probado cuánto corta una espada en un rendido". Entonces la besó en los labios por primera vez. El cuerpo de Sierva María se estremeció con un quejido, soltó una tenue brisa de mar y se abandonó a su suerte. Él se paseó por su piel con la yema de los dedos, sin tocarla apenas, y vivió por primera vez el prodigio de sentirse en otro cuerpo. Una voz interior le hizo ver qué lejos había estado del diablo en sus insomnios de latín y griego, en los éxtasis de la fe, en los yermos de la pureza, mientras ella convivía con todas las potencias del amor libre en las barracas de los esclavos.
Gabriel García Márquez

viernes, 18 de diciembre de 2009

QUISIERA...

Tener por un instante su belleza imperfecta y vibrante, su vestido imposible de leopardo, sus pendientes de luna llena, sus andares de reina, sus tacones de princesa.
Mover tanto sin apenas moverme y sentir en el vientre el poder del mundo.
Guardar en la retina el aliento de otras tierras para hacerlo presente en jadeos de fiera perseguida. 
Derramar el ritmo obsesivo de la carne en un orgasmo definitivo y salvaje.


BUEN FIN DE SEMANA

jueves, 17 de diciembre de 2009

DONDE HABITE EL OLVIDO


Desde las colinas de Ngnog se tiene una vista única: hacia el sur se extienden las vastas llanuras del gran cazadero que llegan hasta el Kilimanjaro; hacia el este y hacia el norte la región que es como un parque, de colinas bajas con bosques detrás, y el terreno ondulante de la reserva kikuyu, que llega hasta el monte Kenya, a cien millas de distancia -un mosaico de pequeños campos de maíz cuadrados, huertos de plátanos y pastos, el humo azul aquí y allá de una aldea(...)-.
Lejos de África. Isak Dinesen

Podría pasar los próximos días en algún lugar como éste. 
Lejos de las luces multicolores que nos anuncian las buenas intenciones momentáneas de la Humanidad, lejos de promesas, de reencuentros, de obsequios, de música infernal y campanillera. 
 Ya sabéis cuánto odio la Navidad. 

miércoles, 16 de diciembre de 2009

EL INGLÉS Y LA MADRE QUE LO PARIÓ

Piccadilly Circus. Eduardo Baamonde
 (pintor, amigo del alma,  compañero en las dulces noches de Cambados y las tormentosas madrugadas de Citroën sur Mer)

Soy de francés.
Es una confesión de mi rareza, de mi frikismo idiomático, de mi marginalidad estudiantil. Yo era de las que cogía los bártulos cuando venía el profe de inglés y me iba a un cuartito con dos o tres como yo a escuchar a Jacques Brel o leer a Camus. Y puedo afirmar sin rubor que, a pesar de los años pasados, sigo entendiendo perfectamente las películas, los libros e incluso entiendo a los gabachos cuando me hablan.
El segundo idioma al que me enfrenté, ya en la edad adulta, fue el dulcísimo italiano. Y más que una lucha, -a pesar de la doppias consonantes, de los verbos irregulares, a pesar de los pesares- ha sido un baile placentero del que recogí y recojo frutos a cada instante.

El poco inglés que conozco se lo debo a unas ediciones baratas de las letras de las canciones en bilingüe de Simon y Garfunkel, Bob Dylan, entre otros. A algún que otro viajecillo a la pérfida Albión. A las pelis subtituladas. Y poco más. 
Jamás me enfrenté al estudio de esa lengua, por lo que mi concepto del mundo sigue primitivamente apegado al concepto latino, cabezonamente apegado, si queréis. 
Hace unos días y por necesidades estrictamente laborales, he empezado con el inglés. Mi profe es un british correcto y estirado al que bauticé como Harrypotter nada más ver sus ojillos azules detrás de las gafotas. Ha tenido una vida la mar de interesante: es hijo de diplomáticos, nació en Japón, vivió en la India, estudió su bachillerato en un internado escocés y se instaló en Londres ya de mayor. 
Pero a lo que iba: no puedo con ese maldito idioma. Y lo que peor llevo, es que todo el mundo se empeña en decirme lo fácil que resulta. 
Pero vamos a ver: ¿cómo va a ser más fácil estudiarse todos las jodidas phrasal verbs? ¿qué me importa que no conjuguen apenas sus verbos si luego tienen veintemil excepciones para su uso? ¿Y qué decir del encantador To get? ¿y el baile de las preposiciones?... Si hasta mi pobre harrypotter resopla buscando en el diccionario cuando le pregunto alguna duda.
Si fuera tan fácil ¿por qué hay tantas academias de inglés? ¿Por qué tantos métodos experimentales? ¿Por qué se pasa la vida la gente "empezando" a estudiar inglés? ¿Por qué cuando pronuncias una palabra nunca te sale como la oyes? ¿Por qué cuando oyes a un nativo te parece que habla otra cosa diferente a lo que has aprendido?

En fin, que este post es un desahogo rabioso antes de ponerme a estudiar el maldito pasado y los verbos auxiliares. Definitivamente, no puedo con el inglés. 

 

martes, 15 de diciembre de 2009

LA SOLITUDINE

En la serie infinita de números naturales existen algunos números especiales: los números primos, divisibles sólo por sí mismos y por uno. Se distinguen de los demás y han sabido mantener vivo el interés de generaciones de matemáticos a lo largo del tiempo.
Pero dentro de ellos, existen todavía otros números más fascinantes y particulares que los estudiosos han definido como "primos gemelos",  siempre juntos y siempre separados por otro número: el 11 y el 13, el 17 y el 19, el 41 y el 43... A medida que avanzamos en la serie, estos números aparecerán con menos frecuencia, pero incluso cuando hayamos perdido la esperanza de encontrar otro par nuevo, nos tropezaremos con ellos, uno al lado del otro, en sus respectivas soledades.

Es ésta la metáfora perfecta sobre la cual Paolo Giordano construye la historia de Alice y Mattia, dos personas especiales que se encuentran en la misma estación pero viajando siempe en direcciones diferentes. Un hecho traumático sucedido en la infancia, marcará sus existencias de forma irrevocable, hará de ellos seres diferentes pero semejantes en su incapacidad de comunicación, arrastrando cada uno a su manera, ese pasado doloroso en forma de autodestrucción.

La propia estructura inicial de la novela nos va mostrando alternativamente el mundo de Alice y el de Mattia, los efímeros contactos mantenidos desde la adolescencia hasta le edad adulta. Y poco a poco sus respectivas soledades nos van enredando, las frases se entrecruzan, los pensamientos se complican, las elipsis nos depositan en un futuro siempre desolador. 
Mientras, la novela crece en nuestras manos. 
Y vamos entendiendo, por obra y gracia de su autor, las miradas ansiosas y liberadoras de Mattia hacia los bordes afilados de un cristal, la reseca y reconfortante delgadez de Alice. Y comprender todo eso, me parece a la vez, maravilloso y terrorífico.

Es ésta una obra delicada y terrible, introspectiva y atenta a las cicatrices ocultas bajo la manga, a los fracasos nunca confesados, a terribles e irrenunciables secretos. Frente a los adolescentes bellos y perfectos que brillan desde las páginas de otro tipo de ficción, Paolo Giordano nos retrata dos seres imperfectos y marginales sin posibilidad de redención.
Quizás no sea la mejor elección para estos días de invierno, pero algunas veces no se puede elegir.

viernes, 11 de diciembre de 2009

I LOVE NYC

Varios directores, varios actores, varias historias, hombres, mujeres, taxis, metro, bares, cafeterías, calles, puentes, parques, amor, desamor, sexo, esperanza, muerte, fracaso, cintas de vídeo, cigarrilos en la acera, hojas de té... 
New York es la ciudad donde todo es posible. Por lo menos por un tiempo.
Sencilla y agradable como una sonrisa.

¡BUEN FIN DE SEMANA!

martes, 8 de diciembre de 2009

AQUEL DÍA

Pocas imágenes tan escalofriantes como ésta. 
John Winston Lennon (9 de octubre de 1942 - 8 de diciembre de 1980)

lunes, 7 de diciembre de 2009

POWERMAD

Desde el día 16 de noviembre en el que colgué esta entrada (clic) ni un solo instante hasta hoy ha dejado de llover.
¿Y a mí qué me importa que todo esté verde?
Si lo que yo quiero es conducir a toda hostia bajo el sol abrasador del desierto.

sábado, 5 de diciembre de 2009

CHICAS, CHICAS, CHICAS

BASIA BULAT  (Canadá)


DAWN LANDES (EEUU)


HELLO SAFERIDE (Suecia)

viernes, 4 de diciembre de 2009

JOVEN CABEZA LAUREADA


Para Ricardo, que no dejó de luchar en los 20 dulces años que estuvo entre nosotros.


Cuando ganaste la gran carrera, 
el pueblo entero salió a aclamarte; 
jóvenes y ancianos te vitoreaban,
 mientras a hombros te llevábamos.

 Sabio aquél, que sabe escapar pronto
 de allá donde la gloria no perdura, 
pues aunque pronto crece el laurel, 
mucho antes que la rosa se marchita.

Pero tú no seguirás el camino
 de aquéllos que malgastaron su gloria,
 corredores cuya fama se extendió, 
aunque su nombre perduró menos que ellos.

Ante esta joven cabeza laureada, 
contemplarán tu cuerpo inerte, 
y descubrirán entre los rizos de tu pelo, 
una guirnalda aún sin marchitar.
A. E. Housman
 

miércoles, 2 de diciembre de 2009

THE LAST PICTURE


Posiblemente sea difícil encontrar un final más desolador para una película que el que nos ofrece Peter Bogdanovich en esta cinta de 1971. 


La pequeña población de Anarene -un Macondo, un Comala texano- es el espacio polvoriento y decrépito donde transcurren las diminutas historias de sus personajes, en la década de los 50.
Quizás convivir sea una palabra excesiva para describir ese transcurrir de soledades individuales en medio del tedio. Los viejos anestesiados en la barra de un bar infame, los jóvenes moviéndose sin propósito entre pequeñas gamberradas estériles, experiencias sexuales sórdidas e insatisfactorias y la superficialidad más absoluta.

La última función del cine se convierte también el la última página de la inconsciente juventud. Después de eso sólo queda caminar, aunque no se sepa muy bien hacia dónde (la guerra de Corea, Dallas...) o morir definitivamente entre las cuatro paredes de un billar vacío, entre las recriminaciones asfixiantes de una amante vulgar.


Jovencísimos e impresionantes Jeff Bridges, Tymothy Bottoms; maravillosa y turbadora  Cybill Shepherd; secundarios de Oscar, Ben Johnson, Cloris Leachman, nos enseñan que por las calles asoladas de su alma, también vuelan los deseos, como balas de paja que se pierden en la lejanía.

Y nada sería lo mismo sin la apuesta estética del blanco y negro. 
Tristeza, desencanto, vacío, se convierten por obra y gracia de la desnudez cromática en una obra de belleza intensa y hasta dolorosa. 
Es como si Bogdanovich hubiera expuesto al sol inclemente del desierto los cuadros de Edward Hopper hasta convertirlos en el mejor Truffaut.

Sólo queda preguntarse: ¿Dónde está usted ahora, señor Bogdanovich? 

martes, 1 de diciembre de 2009

¿UN CAFELITO?

Corto de animación realizado por Stéphanie Marguerite y Emilie Tarascou como proyecto de fin de estudios.


Mention speciale du jury 2007 : Festival Kurzundschön, Cologne (All)
Prix du film d'école 2007 : Festival Courts Devant, Paris (France)
Prix du public et du jury 2007 : festival du court metrage, Neufchateau (Belgique)
Prix du public de la jeunesse 2007 : festival Courts dans la vallée, Prémian (France)
Coup de coeur canal + : e-magiciens, Valencienne (France)
Sélection officielle au festival d'Annecy 2008, catégorie film d'étudiant
Prix du public au festival folie-ô-skope (Canada)