viernes, 30 de julio de 2010

lunes, 26 de julio de 2010

GRAZIANO

Lo importante no es llegar primero, lo importante es saber llegar, como dice un sabio proverbio tibetano. Aquí os dejo la "llegada" de un personaje enternecedor en la novela Ti prendo e ti porto via de Nicolò Ammaniti, autor de culto en este blog.

El 9 de diciembre, a las seis y veinte de la mañana, mientras una furia de agua y viento soplaba sobre al campo, un Fiat Uno turbo GTI negro (vestigio de una época en la que, por unas liras más respecto al modelo base, se podía comprar un ataúd motorizado que corría como un Porche, bebía como un Cadillac y se espachurraba como una lata de cocacola) enfiló el enlace que llevaba de la via Aurelia a Ischiano Scalo y siguió por una carretera de dos carriles que cortaba los campos de fango(…).

Se paró delante del monumento a los caídos de Ischiano Scalo y se quedó con el motor encendido. El tubo de escape escupía un humo denso y negro. Los cristales ahumados no dejaban ver el interior.

Después, finalmente, la portezuela del conductor se abrió con un gemido ferroso. Primero salió fuera Volare en la versión flamenca de los Gipsy Kings e, inmediatamente después, apareció un hombre grande y fuerte con una larga melena rubia, gafas de mosca y chaqueta de piel marrón, con un águila apache de perlitas bordada en la espalda. Su nombre era Graziano Biglia.

El tipo estiró los brazos. Bostezó. Se desentumeció las piernas. Sacó un paquete de Camel y se encendió un cigarrillo. Estaba de nuevo en casa.

sábado, 24 de julio de 2010

NA NA NA DABA DI DIBI DA

Hacer un agujero en la arena para esconder todas las lágrimas...me lo pido.
Y me pido el vestido y el moño y la orquesta y...
¡BUEN FIN DE SEMANA!

viernes, 23 de julio de 2010

MEU RAPAZINHO


Dizem que é mau, que faz e acontece,
arma confusão e o diabo a sete.
Agarrem-me que eu vou-me a ele
nem sei o que lhe faço...
desgrenho os cabelos
esborrato os lábios.
Se não me seguram
dou-lhe forte e feio:
beijinhos na boca,
arrepios no peito.
e pagas as favas
eu digo: - "enfim,
ó meu rapazinho
és fraco pra mim!"
De peito feito ele ginga o passo
arregaça as mangas e escarra pró lado.
Anda lá, ó meu cobardolas
vem cá mano a mano
eu faço e aconteço
eu posso, eu mando.
se não me seguram
dou-lhe forte e feio:
beijinhos na boca,
arrepios no peito.
e pagas as favas
eu digo:"-enfim,
ó meu rapazinho
sou tão má pra ti!"
Ó meu rapazinho, ai
eu digo assim:
"- Se não me seguram
dou cabo de ti!"

jueves, 22 de julio de 2010

REBELDÍA

Debería haberlo sospechado. Siempre lo hace y esta vez, aunque intentaba disimularlo bajo conversaciones triviales, su mirada desaparecía constantemente de la habitación.
Estuvo inquieta los últimos días, no me dejaba dormir más de dos horas seguidas, otra señal indiscutible de la incomodidad que la atenazaba dentro de mi cuerpo.
Finalmente se ha ido. No negaré que me siento un poco perdida sin ella, que me ha dejado la enojosa tarea de sobrevivir en la cotidianeidad más vacía. Sólo me consuela pensar que estará abriendo las ventanas, sacudiendo los colchones, baldeando el suelo de la cocina, recogiendo plantas aromáticas, llenando las vasijas de agua fresca, escanciando el vino de las barricas, reparando las mosquiteras, echando sábanas limpias y olorosas sobre la cama...

Mi alma está ya en Toscana rebelándose contra la tiranía de los calendarios.


martes, 20 de julio de 2010

AXOLOTL SUEÑA CON AXOLOTL

Llovía. El viejo escritor permanecía atento a las palabras del editor. Un silencioso grupo de apenas treinta personas observaba con devoción escolar la mesa en la que se sentaban los oradores. Era una librería pequeña, con anaqueles hasta el techo y pequeños expositores por todas partes, en una especie de laberinto borgiano. Dos dependientas, desde el esquinado mostrador, observaban inmóviles de espaldas a la calle.

La lluvia de junio había vaciado prematuramente las calles. La luz, extrañamente invernal, despistaba a los transeúntes que caminaban, melancólicos, sin prisas, hacia sus casas.

Ella se paró ante el escaparate de la librería. Su paraguas negro y rojo proyectó una diminuta sombra hacia el interior. Nadie se percató de su presencia.

Existía en ella, desde la infancia, una tendencia a observarse desde fuera, incluso en las situaciones más cotidianas y vulgares de la vida. Superponía insignificantes plantillas literarias a los, todavía más insignificantes, sucesos del día a día. No le temblaba el pulso ni la voz cuando debía “ajustar” algún hecho sucedido para encajarlo en su plantilla. Eso no era mentir. Obviar un detalle horario, la causa de un comportamiento, invertir el orden, silenciar personajes…Omitir, recolocar detalles en el relato que tejía su mente, nunca le pareció falsear los hechos. Era la necesaria metamorfosis para que un evento olvidable, se rezagara durante un tiempo en su memoria, convertido en ese algo especial, esa cálida caricia que la literatura daba a su vida. Era una cuestión de justicia poética.

No le costó, por tanto, pensar en el viejo escritor que regresaba a su ciudad tras una prolongada ausencia. En la ventana humedecida de aquel café donde ella hojeó con desgana la prensa del día. Ese pálpito lejano que la llevó a la calle aquella tarde lluviosa, que la retuvo ante el escaparate durante un instante eterno, sin que nadie la viese. No le costó sonreir, con cierta tristeza, cuando se alejó calle abajo pensando que quizás no era ese el tiempo de recordar amores pasados.

Tal vez, recolocando los instantes, moviendo imperceptiblemente la línea de la oportunidad, el editor hubiese hecho una pausa para beber agua, el viejo escritor hubiese desviado la vista un instante, llevado por una tenue intuición y la silueta del escaparate, hurtando la escasa luz que entraba de fuera, se hubiera recortado en su memoria. Un aleteo del pasado imposible le hubiese hecho dudar otro instante eterno, mientras la voz del editor y una tímida salva de aplausos daban paso a su intervención en el acto.

viernes, 16 de julio de 2010

ASUMBALLE

Desde la periferia para el mundo.
La Comandancia -auténtico humor galaico, talento y simpatía- presentan el indiscutible éxito del verano: Asumballe que ainda respira, asumballe...o lo que es lo mismo, "dale, dale que todavía respira".

Un beso, Juan Carlos (es el más guapo, el que toca la guitarra con sombrero negro de cinta blanca y bigotito).
BUEN FIN DE SEMANA

jueves, 15 de julio de 2010

VINCERE

En un pequeño ateneo, frente a varios teólogos y sacerdotes, un jovencísimo Mussolini, pretende demostrar la inexistencia de dios. Con una teatral parsimonia, se levanta, pide un reloj y conmina al todopoderoso a que lo fulmine antes de cinco minutos. La fanfarronada termina con una algarada y el joven socialista, antimonárquico y anticlerical Benito, saltando por la ventana.
Una mujer lo mira arrobada desde la penumbra: es Ida Dalser, la que se convertirá en amante entregada, benefactora económica (vendió todo su patrimonio para financiar el periódico de Mussolini), esposa, aunque sin pruebas y madre del primogénito del futuro duce.

Vincere (2009) el film de Marco Bellocchio se centra en la historia de esta mujer, abandonada, repudiada y olvidada en un centro psiquiátrico hasta su muerte. La misma suerte que correrá su hijo, Benito Albino Mussolini.

A pesar del inevitable trasfondo histórico que impregna la película, con imágenes de archivo o recreaciones de la época (muy curiosa la presencia de futuristas), lo que nos ofrece el director es la historia de una negación: la negación de Ida Dalser de su trágico destino.
El personaje de Mussolini acaba desapareciendo de la pantalla hasta convertirse en un busto marmóreo o una bufonesca imagen de documental. Por otro lado, es alucinante viendo esas imágenes reales, cómo un payaso de tal calibre fue capaz de dominar un país entero. Aunque pensando en Berlusconi, lo entiendo perfectamente.

La absoluta entrega de Ida a su amante llegó a resultarme un tanto insufrible en la primera parte pero su perseverancia y cordura, su lucha irreductible frente al sólido engranaje fascista que la redujo como ser humano y la apartó sin piedad de su hijo, acabó conmoviéndome.

Y muchas cosas más me gustaron de esta película. La música de Aida, Tosca o Rigoletto que subraya la tragedia de un modo inconfundiblemente italiano. La presencia del cine en cada una de las etapas de la vida de la protagonista: asistiendo a los documentales de exaltación guerrera o la preciosa imagen del hospital de campaña con la pantalla en el techo o el pase del El chico de Chaplin en el manicomio donde Ida está recluída...

Las poéticas imágenes de una mujer encaramanda en una verja, lanzando al exterior esas cartas de auxilio que nadie leyó y que acabaron por disolverse en el vacío como los frágiles copos de nieve.

El fantástico trabajo de Filippo Timi caracterizado como el inexpresivo Mussolini padre y más tarde el patético y conmovedor hijo, preso de la locura.

La serena belleza de Giovanna Mezzogiorno que sabe mirar como nadie.

Cuando salí del cine, el espejismo del verano norteño se había diluído en una fina lluvia. Vincere...vencer...qué pasión más inútil la de algunos seres humanos.

martes, 13 de julio de 2010

EDNA

My candle burns at both ends

It will not last the night;

But ah, my foes, and oh, my friends -

It gives a lovely light.


Edna Saint Vicent Millay nació en Rockland (Maine) en 1892.
Sus padres se separaron cuando ella apenas tenía siete años. La desmedida afición de su padre por el juego obligó su madre, enfermera de profesión, a pedirle que abandonara el hogar familiar. Según su biógrafa, Joan Dash, la madre de Edna la educó para ser fuerte y ambiciosa, cualidades éstas, consideradas más propias de los varones que de las féminas. No sé si esa forma de pensar deberíamos suscribirla a aquella época o la fortaleza y la ambición siguen considerándose hoy en día, cualidades masculinas. Ese sería el tema de un interesante post, desde luego.
Sea como fuere, el caso es que Edna aprendió a ser autosuficiente e independiente desde bien pequeña. Cualidades que le valieron el apodo de "Vincent" dentro de su círculo familiar. A pesar de trabajar también fuera de casa, la madre de Edna, Cora, se dedicó por entero a sus hijas y promovió en todas ellas, además de su independencia personal, el desarrollo intelectual y artístico.
Animó a Edna a participar en un concurso poético y aunque no lo ganó, su poesía comenzó a ser conocida y ella aceptada en los círculos literarios newyorquinos. En 1922 fue la primera mujer en ganar el premio Pulitzer de Poesía.
Se dedicó al teatro experimental y escribió y dirigió piezas en el Grenwich Village, donde conoció a uno de los grandes amores de su vida, la actriz británica Edith Wynne Matthison. A pesar de eso, Edna nunca se decantó únicamente por la homosexualidad y en 1923 se casó con Eugen Boissevain, con el que mantuvo una relación abierta que escandalizó a la bienpensante sociedad de la época.
En su libro Unas cuantas cosas sobre los cardos (1920) Edna describió con libertad su bisexualidad femenina, algo que mantuvo su "mala fama" en una justa medida e influyó, sin duda, en los jóvenes de su generación.
Los pensamientos que aparecen en su poesía no son especialmente complejos, quizás por eso, por su expresión sencilla, directa, por la tenue melancolía con que tiñe su vitalidad, Edna se acerque a una forma de expresión poética capaz de sobrevivir a cualquier época.

He olvidado qué labios me han besado,
dónde y por qué, en qué brazos he dormido
hasta el amanecer; pero en el ruido
de la lluvia esta noche han llamado,
mi corazón dulcemente ha sufrido
por los tiernos muchachos que yo olvido
y que ya no despiertan a mi lado.


lunes, 12 de julio de 2010

MMMMMMMMM

¿Aguas cálidas del Caribe?

¿Fondos marinos de increíble transparencia en las Seychelles?

¿Playas semidesiertas en las Islas Mauricio?

¿Tal vez pequeñas y exclusivas calas en la costa Esmeralda?

Pues No. Por suerte todavía quedan paraísos al alcance de todos, sólo hay que saber encontrarlos.

sábado, 10 de julio de 2010

ANTE TODO MUCHA CALMA

En realidad este post está dedicado a David, de Safari Nocturno, y él sabe por qué.
Pero me he dado cuenta al escribirlo que tal y como están las neuronas del personal en forma de balón, puede que mis palabras sean interpretadas con otro sentido más futbolero.
Sea pues, que soy una marciana la mar de comprensiva.
¡BUEN FIN DE SEMANA!...o lo que queda de él

viernes, 9 de julio de 2010

CONEXIÓN

Si los universos cronopiales se portan como es debido, en el preciso instante en que este post
-programado para las 20.30 del viernes 9 de julio- salte a la blogosfera, se producirá una conexión cósmica sin parangón.
Porque en este preciso instante, el escritor Xosé Mª Álvarez Cáccamo, presenta en la Feria del Libro de Citroën sur Mer su libro: Un home impuntual, con ilustraciones de Manuel Pizcueta.
Y en este mismo preciso instante, salta también, en exclusiva mundial, su traducción en mi otro blog: CLIC.
Y para un más difícil todavía, mi querido socio Sir John More, perdido en las brumosas montañas del norte, debería hacer un comentario en dicho blog, demostrando así, que los universos cronopiales, no sólo existen sino que tienen un puntito fama la mar de interesante.

También puede darse el caso, teniendo en cuenta el título del librito, que sea todo un puto desastre. Pero no por eso dejaremos de ser felices ¿verdad?
Ni, por supuesto, dejaremos de creer en los universos cronopiales.

miércoles, 7 de julio de 2010

MARCIANA

Algunas veces me siento extraña. Salgo a la calle en una tarde de verano, recién venida de la playa, duchada y encremada, con esa tersura saludable que el aire, el mar y el sol dan a la piel, esperando encontrarme calles, terrazas y paseos atestados de personas con las que charlar, tomar una cañas, echar unas risas, esas cosas sencillas de la vida.
Y sin embargo, nada. No hay coches, no hay gente. Una soledad postatómiconuclear invade la ciudad. ¿Habrá pasado algo terrible mientras me demoraba eligiendo mi vaporoso vestido blanco y mis sandalias italianas?
De pronto, como un rugido primitivo que surgiese de las cavernas ancestrales, se eleva un lamento unísono proveniente del interior de bares, casas, coches... un ¡ay! bronco y doloroso que se evapora en un eco lejano. Diríase que la Humanidad entera se lamenta por su inevitable extinción.
Llego hasta la Alameda de mi ciudad y comprendo. Allí, frente a pantallas gigantescas, masas enfebrecidas con las caras pintadas aúllan entre ondeantes enseñas: Villa ha fallado un gol.

Lo siento. No me gusta el fútbol. No siento el ardor nacionalista ni me conmueve el color de las banderas. Por eso cuando me alejaba de allí meditabunda, en lugar de suspirar con resignación, me dieron unas ganas terribles de mirar hacia arriba, extender mi dedito y gritar:

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡MI CAAAAAAAASSSSSSAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

lunes, 5 de julio de 2010

PUEDO


Ahora puedo jurar que me gusta ver a la gente, unánime, incontable e indiscriminada, salir en torrente del metro, al terminar la jornada de trabajo. He recogido ya mi cosecha. Miro sin pasión. A fin de cuentas, no somos responsables. No somos jueces. No hemos sido destinados a subir a un púlpito y dirigir a nuestros semejantes sermones, en pálidos atardeceres dominicales. Es mejor contemplar una rosa o leer a Shakespeare, tal como yo lo leo aquí, en la avenida Shaftesbury. Ahí está el gracioso, ahí está el villano (...). Esto es poesía. Cada personaje interpreta sin una sola deficiencia su papel, y casi antes de que abra los labios sé lo que va a decir, y espero el divino momento en que pronuncie la palabra que inexcusablemente tuvo que escribirse. (...)
Después, procedente de la calle, al entrar en una estancia, encuentro a gente hablando, o sin apenas tomarse la molestia de hablar. Él dice, ella dice, alguien dice, cosas que han sido dichas tan a menudo que, ahora, una sola palabra basta para levantar un gran peso.
Las olas. Virginia Woolf

sábado, 3 de julio de 2010

IL SOLE, IL MARE...

No puedo evitarlo. En cuanto llega el verano empiezo a cantar italianadas a grito pelado cuando vuelvo de la playa. Con la ventanilla del coche bajada, como corresponde a tan sana actividad.


Podéis probarlo, es genial: (versión karaoke) CLIC

¡¡¡¡BUEN FIN DE SEMANA!!!!!

viernes, 2 de julio de 2010

SEA BREVE (9)

AMENAZAS
-Te devoraré -dijo la pantera.
-Peor para ti -dijo la espada
William Ospina